lunes, 24 de marzo de 2014

(In)Comunicación

De lo que voy a escribir hoy, no es un asunto sólo de la ofi, es un problema general en el que he pensado (más) desde hace unos meses. Hace unas semanas vi Una pistola en cada mano, de Cesc Gay y desencadenó la necesidad de escribir sobre ello aunque no sea novedad. Una pistola en cada mano es una película sencilla, más teatral que cinematográfica, dividida en varios bloques que parecen cortos y que se conectan en la escena final. Mucho diálogo, no se para de hablar. Antes de terminar te das cuenta de que tanto palique es la excusa para tapar unos problemas de (in)comunicación profundos. Y esto me lleva a lo que vengo observando en la gente a mi alrededor: lo incomunicados y solos que en realidad estamos.

 Una pistola en cada mano

martes, 11 de marzo de 2014

Décimo aniversario

Me levanté un poco más tarde de lo habitual para un jueves. Había huelga de estudiantes, pero debía de tener alguna práctica que hacer porque sobre las ocho y media estaba preparándome el desayuno. Una de mis compañeras de piso vino corriendo a la cocina, alterada y pálida. Las dos volvimos inmediatamente al salón donde las dos tazas de leche se quedaron frías. Creo que no hice nada en todo el día, solo recuerdo las terribles imágenes repetidas una y otra vez, como si el tiempo se hubiera parado, y las llamadas que entraban a duras penas porque las líneas estaban colapsadas. Las cuatro intentando llamar a casa para decir que estábamos bien porque ante una situación como aquella, nuestros padres estarían preocupados aun sabiendo que no teníamos por qué coger el tren a esa hora.

jueves, 6 de marzo de 2014

Hoy me hago la víctima

Estoy triste. Es cierto que no es la mejor época de mi vida, pero siempre intento sacar algo positivo de las cosas para no hundirme. Hoy no puedo. David y yo hemos terminado nuestro proyecto, mañana vendrá a recoger unos papeles y ya no lo veré más. Trabajamos en la misma empresa, en edificios diferentes que no están ni a doscientos metros de distancia. Nunca me lo encuentro. Quizás es porque tenemos horarios distintos, porque salimos en direcciones opuestas o porque él pasa mucho tiempo de viaje. El caso es que mañana será la despedida (definitiva).