jueves, 5 de marzo de 2015

Fingir en el tren da morbo

¿Estáis seguros de que esta gente está haciendo algo de verdad en sus móviles o solo fingen?

Últimamente en el tren he visto un comportamiento un tanto peculiar, al menos a mí me lo parece. Empezó el día que el pedorro tamaño Obélix me comprimió como un acordeón. Este Obélix, además de tener un tamaño descomunal, ocupaba más sitio porque no se quitó el abrigo e iba con los brazos casi en jarras toqueteando su móvil. En un principio pensé que iría jugando, pero mi lado cotilla pudo con mi lado educado y racional y eché una miradita a su pantalla. Estaba buscando en su lista de contactos de Whatsapp. Subía y bajaba por la lista sin sentido, de pronto le dio un golpe de dedo y subió velozmente. Entró en una conversación antigua, no sé si leyó algo, salió al momento. De nuevo se puso a mover la lista.

Ese fue su entretenimiento durante el viaje. Me llamó tanto la atención que incluso se lo comenté a Circe. Ella tiene un punto de mala leche. No creía que fuera a causa del aburrimiento sino que el pobre estaba más solo que la una, “normal, con ese olor”, y tan solo quería mostrar a los demás que no, o quizás simplemente mostrárselo a sí mismo. No le hice mucho caso, al fin y al cabo, la única que lo miraba de reojo era yo y veía perfectamente la jugada.

Ayer se sentó a mi lado una mujer. Cuarenta y algo. Rubio teñido estropeado. Otra que no se quitó el abrigo e hincó los codos en las viajeras de los extremos. Y otra a la que espié. Esta, además de navegar por su lista de contactos sin sentido y entrar en los chats para releerlos, ¡hacía que escribía! No llegaba a tocar la pantalla con los dedos, ni siquiera tenía activado el teclado, simplemente movía los pulgares como marionetas en un baile sin sentido.  Me pareció tan loco que empecé a pensar, me fui atrás en el tiempo y recordé lo de Obélix y a un par de personas más haciendo lo mismo que ella, fingir la escritura.

Todos, en un momento de aburrimiento, hemos revisado nuestra lista de mensajes antiguos esperando la llegada de algo nuevo para matar el tiempo (y quien lo niegue miente). Quizás incluso hemos escrito, o fingido, un mensaje para espantar una conversación indeseada. Pero pasarte casi media hora de viaje fingiendo, me parece… no sé si la palabra es absurdo. Triste, seguro.

Antes de escribir este artículo navegué un poco por la red buscando artículos que contaran casos parecidos. No encontré mucho, poco más que esta parodia en El mundo today que no estoy muy segura de que no sea verdad. Sandra y Ana alucinaban un poco con la historia, ni siquiera estoy segura de que me creyeran. ¿Por qué lo hacen? ¿Para qué? Y sobre todo, ¿para quién? Al fin y al cabo van rodeados de desconocidos a los que les da igual que vayan escribiendo o no. Supongo que es una nueva manera de aparentar algo, lo que sea que se les pasa por la cabeza, pero me causa mucha tristeza. La mayoría los mirará sin verlos, sus ojos atravesarán el reflejo en el cristal. Quien los mira y realmente los ve se da cuenta de los solos y aburridos que se sienten. Tampoco me extrañaría que ellos pensaran lo mismo de mí, la que lee porque no tiene con quien hablar. Lo intuyo por cómo me miran cuando el flautista de Hamelín pide disculpas a los que van leyendo y soy la única que lleva un libro en sus manos. Hasta que no hable con uno de ellos no voy a saber la respuesta y, de momento, establecer contacto, no me interesa.

4 comentarios:

  1. Mi teoría es que el móvil es ya un parapeto oficial. De tanto no saber que hacer con la mirada ni a dónde dirigirla o el temor a enfrentar miradas ajenas, haces como que haces algo. Esa mujer se escondía en el móvil. O a lo mejor esperaba un mensaje con tanta obsesión que no podía despegar los ojos de la pantalla. Yo desde luego creo que el que maneja un móvil en falso no aparenta nada bueno ni malo. Estar reclinado sobre un móvil no aporta nada a la imagen que alguien tenga de tí. De hecho a casi nadie le importa lo que hagas con tu móvil porque... ellos están con el suyo. Saludos... compañera de "yo llevo un libro en el transporte público".

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    1. Cuantos puntos interesantes :) Nosotras divagamos sin llegar a nada concreto excepto que el que teclea sin sentido tiene un punto mayor de locura, en eso coincidíamos las tres sin saber si teníamos razón.

      Sí, seguramente se escondía en el móvil, por incomodidad por estar rodeada de tanta gente, por aburrimiento, quién sabe. Personalmente creo que hay maneras más fructíferas de "esconderse", incluso con el móvil en la mano. El otro leía que la mayoría solo usamosel móvil para Whatsapp, se ve que esta era una de esas. El artículo se titula «La mayoría de la gente utiliza el smartphone para mandar cuatro mensajes por WhatsApp y poco más» y salió en el ABC del 23 de febrero de este año (por si le intersa a alguien :)).

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  2. Eeeh!! Ya somos tres!! Yo no sólo llevo un libro en transporte público, sino que me han llegado a ofrecer kleenex porque me eché a llorar desconsolada porque una panda de orcos cabrones habían matado a hachazos a mi personaje favorito en medio de un trayecto Madrid-Valencia, y yo sin pañuelo.

    Apunto lista de cosas que se pueden hacer en un viaje en transporte público:
    -Mirar por al ventana si el paisaje es bonito ( y si no también, y aprovechar para despotricar)
    - Mirar al guapo del asiento de delante hasta que se dé cuenta y se ponga nervioso
    - Soñar despierta
    - Tararear mentalmente tu canción favorita
    - Repasar el vestuario de los viajeros y decidir quien va conjuntado, a quien no le pega nada lo que lleva y qué le pondrías para que mejorase su autoestima.
    - Volver a mirar al guapo del asiento de delante que ya te ha pillado dos veces porque no hay dos sin tres.
    - Vajarte en tu parada no sin antes guiñarle el ojo al guapo como señal de despedida para que lo flipe ya del todo.

    No te digo que leo demasiado...
    Besos!

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    1. ¡Mustang! Qué alelgría verte por aquí!

      Me encanta tu lista. Soñar despierta se me da muy bien, jajaja. Y lo de mirar al guapo del asiento de delante (o que va delante de pie, tanto da) es muy divertido aunque si él te ha visto a ti primero y la nerviosa eres tú, en vez de guiñarle el ojo es fácil que te lleves un tropezón :D

      MUA

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