martes, 22 de diciembre de 2015

Volviendo la vista atrás

Árboles con luces de Navidad
Christmas lights, de Laura Bittner
Se acaba el año. Siempre lo he imaginado como un círculo, quizás como una elipse como la de la Tierra alrededor del Sol, con los extremos juntándose, bien pegaditos para que no se diferencie el principio del final. Si no me paro a pensarlo diría que estoy como empecé y, en realidad, no estaría mintiendo. Sigo en el mismo trabajo, en la misma casa, con el mismo estado de salud y el mismo estado civil, incluso con el mismo color de pelo. Lo básico. Sin embargo, quiero ir al detalle.

He conseguido que mi dieta funcione, así que he adelgazado y mis análisis han mejorado. La Rotten ha dejado de acosarme, me llama de vez en cuando, pero es totalmente tolerable. En realidad no, mi estado de salud no sigue siendo el mismo porque ahora no necesito ir a terapia. Mis viajes en tren son completamente fríos, aburridos y decepcionantes. Las clases de inglés están dando sus frutos. He comenzado a escribir de nuevo y he conocido gente con la que compartir ideas. Además, nos han comunicado que nos van a cambiar de despacho y, aunque la mudanza aún no se ve en el horizonte, ya tenemos uno asignado (con ventana) en el mismo edificio en el que estamos. Aún no sé si será para bien o para mal. Si lo pongo en una balanza, la ventana es lo único en la pesa de los positivos, pero prefiero no adelantar acontecimientos.

La reflexión de esto es que cambiamos sin darnos cuenta. Físicamente la gente me dice que estoy diferente. Yo me miro al espejo y, casi rozando la mentalidad de anoréxica, me veo exactamente igual. Psicológicamente ni siquiera soy capaz de ver el cambio, aunque supongo que todas las experiencias vividas han dejado su huella.

Esto va a ser corto. Sólo quedamos tres personas por aquí y todo está en silencio. Antes de irme retomaré una vieja costumbre: merendar con Circe antes de salir. Hoy celebramos el año nuevo por adelantado y, gracias a la magia del solsticio de invierno, todo vuelve al punto en que comenzó nuestra amistad.


Feliz año a todos.

viernes, 11 de diciembre de 2015

Conjuntivitis: historia del oculista aprovechado

Ojo cerrado dibujado. Pestañas postizas
Falsies, de Theen Moy
Llevo una temporada en que parezco Doña Pupas, desde el atropello hace dos meses. A los dolores consecuencia del accidente tengo que añadir el estrés. Al final el cuerpo se resiente por las preocupaciones de la mente y nos salen cosas que en principio no tienen relación. Esta historia es sobre el último problemilla, una conjuntivitis. Hace unos días se la estaba escribiendo a una amiga por mail. Me había preguntado qué tal en el oculista y al contarle la historia culebronesca pensé: ¡Ostras! Esto tiene que estar en el blog. Así que allá voy.

El día doce de octubre me levanté con el ojo izquierdo como un tomate. De cerca, podía apreciarse una media luna de rojo aun más intenso abrazando cariñosamente el iris. Me preparé pronto y fui a urgencias al centro de salud. La doctora tenía tanto miedo a que la contagiara que me vio el ojo desde el otro lado de la mesa. Con el colirio que me recetó mejoré, pero recaí dos veces más sin haberme curado del todo, incluso el problema afectó al ojo derecho, envidioso de su compañero. Tanta recaída me hizo pensar que podía ser algo externo lo que estaba causando todo eso y no un virus. Así que al tiempo que recaía, analizaba lo que pasaba a mi alrededor. ¿Y dónde estoy la mayor parte del día? Sí, aquí en el zulo.

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Me confieso: Me gusta Jack Black


Es hora de que confiese: me gusta Jack Black. No es sólo que me guste, me pone a mil. Me lo paso muy bien con muchas de sus películas y además acabo con unos calores que me arrastran directamente a la ducha. Si tuviera la oportunidad de conocerlo y no fuera tan cortada, le tiraría los tejos descaradamente para llevármelo a la cama. No sé si es porque me hace reír, por su mirada pícara o porque su música acompaña a un guionista a lo más alto de un escenario en The Holiday. Pero me pone. Para los que no seáis muy cinéfilos y no sepáis de quién estoy hablando, podéis ver fotos suyas de todo tipo en su galería de IMDB.  Ahora mismo prefiero babear con su trabajo en este anuncio (que por cierto, se le podría sacar mucha chicha o mucha mierda, pero mi blog no va de eso, no en este momento):