viernes, 20 de octubre de 2017

Ruido, ruido y más ruido. Y un poco de divinidad

—Yo primero presentaría lo que sea líquido, las acciones.
—Tiene que cumplir uno requisitos: de familia, de paro…
—¿Cuánto tiene de hipoteca?
—Ciento cuarenta, no, ciento cincuenta.
—Si es segunda vivienda es cuando te van a por todo.
—Supongo que te dice que priorices entre restaurantes y…

mujer durmiendo en un aula de clase
2016/366/341 Stu(dying) 101, de Edna Winti
Justo cuando la conversación empezaba a tener sentido, entró mi jefa con una candidata buscando a Sara Pestes y las tres se pusieron a cacarear como gallinas… no, miento, cacareaban mi jefa y la Pestes, la candidata estaba tan nerviosa que no sabía ni qué decir. Sin embargo esos cacareos que normalmente me molestan, amortiguaban a los chavales del vestíbulo. Sentía que había tanto ruido que ya era imposible oír nada.

Algo que odio de esta oficina es el ruido. Es un edificio lleno de estudiantes y cuando salen de clase o se reúnen en las zonas comunes hablan, gritan más bien. Los de la conversación anterior ni siquiera gritaban, pero eran un grupo de seis, sentados delante de nuestra puerta, a veces hablaban todos a la vez para hacerse oír y me jo…robaron la tarde. Porque si el ruido es la tónica general, una costumbre muy extendida tanto entre el personal como entre los estudiantes es pegarse a nuestra puerta para hablar. Salen de sus oficinas o de sus aulas, se separan de su grupo de amigos para no molestarlos o para buscar una privacidad inexistente en un vestíbulo que es zona de paso, y se pegan a nosotras. Así me he enterado de los problemas con la herencia de su padre de una de mis compañeras, de la dificultad de los estudiantes con sus trabajos, lo mal que lo llevan estando fuera de casa y unas cuantas discusiones por temas de trabajo.

De una de las asignaturas de gestión que tuve en la licenciatura nos enseñaron a buscar el problema real, la verdadera causa de una situación y a eso voy. El problema real no es el ruido, el verdadero problema es Sara Pestes, la tirana. La que dice que en su casa no pone el aire acondicionado porque es muy caro y aquí lo pone a toda pastilla porque lo pagamos todos. La que nada más llegar se apropió de la mesa individual y la estantería (que ahora no usa porque en realidad no tiene nada que poner en ella) porque está tan por encima de nosotras que tiene que hacerlo saber. La que se agobia con la puerta cerrada y por eso nunca se cierra, aunque oigamos a la gente hacer sus cosas en el baño. La puerta es estupenda y, si se usa, te quedas en la más absoluta felicidad ignorando si fuera hay estudiantes o caballos salvajes relinchando desaforados.

Mujer gritando y moviendo la cabeza
Aaahhh!!!!, de Evil Erin
Para no enterarme del ruido pongo la música a tope, aunque no es muy eficaz porque no me gusta la música muy alta y oigo todo aun con los auriculares puestos. Lo bueno es que tengo una excusa para que estas dos no me molesten tanto, aunque el egoísmo de la divina Pestes aún puede aumentar mucho más cuando tiene necesidad de hablar. Y tiene esa necesidad continuamente. Realmente no entiendo esa obsesión por tener una oficina para ella sola si necesita comentar cada movimiento que hace: acabo de hablar con Luis y llega tarde a la reunión, Terry está enfermo y no lo atienden en el hospital, no encuentro hotel para la candidata, estoy tan cansada, me pica el culo, tengo que mear. Bueno, esto último no que no es típico de una diva, pero es lo que le falta. Por supuesto, intento hacerme la desentendida todo lo que puedo porque no se puede tener todo en esta vida: o puerta abierta o conversación. Y, por supuesto, ella intenta imponerse, pero de alguna manera la he educado a que no soy como Sandra y a mí no me da tanto la brasa con su mierdas. 

No sé si alguna vez estuve contenta aquí, creo que no porque desde que me dijeron que iba a compartir con la Pestes esta, sabía que los conflictos iban a estar a la orden del día. Son muchos años trabajando juntas, aunque lo hiciéramos en espacios diferentes, y sé de qué pie cojea esta tocapelotas egocéntrica. Ayer me dijo algo que estoy por colgar en la pared: “Lo que peor llevo de currar mucho es que luego los demás solo se interesan por sí mismos”. ¿Y ella? ¿Se preocupa por alguien?

8 comentarios:

  1. Creo que hay más de un estudio social que habla sobre la productividad que se evapora cuando hay ruido. Las distracciones te hacen perder la concentración. Yo ahí además, explotaría de forma salvaje y causante de despido procedente. Ella no soporta la puerta cerrada y tú abierta. Pero al parecer ella se tiene que salir con la suya. Tienes un manual de lo que es gente tóxica al lado y no hay palabras paliativas contra eso. Te prometo que cuando se acaban las escenas graciosas que reproduces comparto tu rabia y hasta la veo y doblo y tiro porque me toca. Esa persona que es personaje te ha cogido el número y sabe a quién molestar. Por si fuera poco sólo ve sus problemas. Estás trabajando con una niña con complejo de emperador. Se la tendrían que comer sus padres y no tú. Tus etiquetas lo dicen todo. Saludos

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    1. Lo del ruido a mí me mata. Mira que me quejaba cuando estaba en el zulo, pero esto es peor, o quizás es que ya olvidé un poco aquella tortura. Y sobre la Pestes, sí, solo ves sus problemas y tiene ese complejo de inferioridad y una inseguridad, que la mía casi se queda pequeña. Y nos tiene que machacar para volver a casa sintiéndose bien. Machaca más a Sandra que a mí, eso también debo reconocerlo.
      A ver si nos toca la lotería.
      Un saludo!

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  2. En más de una ocasión me he puesto a hablar de mis cosas en pasillos, halls y demás sin percatarme de que "alguien" podría estar escuchando. Suena egoísta, debería haber pensado en que quizás molestaba a alguien que trabajaba cerca, pero en realidad hasta que te he leído, no me había dado cuenta de ello.

    Creo que no lo damos en ciencias pero hay una especie de ley que dice que las personas desagradables, producen un "ruido" que es directamente proporcional a los All-Brans que no se toman por las mañanas. Bromas a parte, me identifico con la situación, y es muy molesto tener que trabajar con personas o personajes así. Los lunes yo entro en la oficina recitando el mantra: estoy calmada, esto es solo un trabajo que durará hasta el viernes, nada perturbará mi paz. El mantra de los viernes mejor me lo callo porque no sonará muy bien.

    Te felicito por tu forma de escribir y mucho ánimo con la arpía.

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  3. Es normal que no te dieras cuenta, Noelia. Es como cuando estamos en una terraza tan a gusto, sin importarnos la gente en sus casas aunque sea de madrugada. A mí me pasaba con una que tenía bajo la ventana. Bajaba a tomar unas cañas y algarabía y risas. Subía a casa y les echaba pestes a los que seguían de cañas jajaja.

    No me extrañaría que lo de los All-Brans fuera cierto jajaja, sobre todo porque nadie viene a nuestra puerta para dar mensajes agradables. Repetir ese mantra creo que es lo mejor que podemos hacer.

    Un abrazo y gracias por pasarte.

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  4. A mi me afecta muchísimo el ruido. Muchas veces he soñado con estar en una habitación acolchada, como aparece en las películas de "locos"...pasarme un día entero tumbada en el suelo,mirando al techo...sin escuchar nada.
    Además tengo la mala suerte de tener un oído refino. Oigo el zumbido del ventilador, el motor de la nevera, el pavimento que cruje por los autos, los perros que ladran, el vecino...todo...lo oigo todo...
    Hay veces que no sé cómo escapar de todo ese bullicio. El que más me agobia es el de la gente...vivimos en un mundo de ruido constante Dorotea. Y lo malo es que la gente no se da cuenta, no lo perciben.
    Cuando estoy en casa, no enciendo el televisor, ni si quiera pongo música. Necesito estar en silencio después de trabajar. Eso da paz a mi mente loca. Jejeje!
    Me encanta tu espacio!!!!
    ah! estás demasiado entretenida con esos personajes que tienes en el trabajo...XD!
    Un besazo!!

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    1. Muchas gracias, Maman Bohème. De verdad que siento que tengas esa sensibilidad porque es cierto que todo es ruido, una locura y un estrés. Y si quieres taparlo, más ruido. Y bueno, el silencio ayuda a la creatividad, no sé por qué a la gente no le gusta :)
      Un abrazo y gracias por pasarte.
      PD Sí, estoy demasiado entretenida jajaja.

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  5. sos hermosa e inteligente
    estoy conmigo y feliz de estarlo
    me encantan como siempre tus escritos

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    1. Gracias, Recomenzar. Yo aspiro a eso mismo a estar conmigo, pero creo que me queda un buen trecho todavía.
      Un abrazo enorme.

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