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jueves, 4 de noviembre de 2021

La Niña Amargada se queda el fin de semana

Tantrum, de Lovelorn Poets
La hija de una amiga lectora de este blog tiene una capacidad extraordinaria para tratar con niños pequeños. Siempre la he admirado por eso. Ahora es una adolescente, pero ya con siete u ocho años, cuando la conocí, tenía una sensibilidad especial con los bebés. Nunca olvidaré cómo trataba al hijo de otra amiga, cómo le cogía las manitas y le hablaba con tanto cariño y tanta dulzura. Verlos era una preciosidad. Sé una pequeña parte de la educación que le da su madre, es parecida a la que me daba la mía y yo no tengo para nada esas capacidades. Así que supongo que una parte de cómo nos comportamos con los bebés lo llevamos dentro. Pero una cosa es no tener afinidad con las personas en sus primeros años de vida y otra lo que pasa en casa de mi vecina de al lado.

El fin de semana de difuntos fue movido en el edificio. Mi vecina tuvo visita. Vino su hija, la que está fuera, pero como viene a ver a su madre se largó todo el fin de semana de juerga y la dejó con su niño, un bebé de apenas dos años. Por supuesto, la Niña Amargada se apuntó al grupo. Su madre la deja en casa de la abuela siempre que puede, pero la Amargada tampoco puede permitir que su primito se lleve en exclusiva todas las atenciones de la abu, aunque sea dos veces al año y ellas estén juntas siempre.

lunes, 4 de julio de 2016

Juego de celos

Bitches love tricks. Ilustración de Cersei Lannister con fuego valirio en la mano y Melisandre (la mujer roja) con el demonio que parió
They love tricks~ Cersei & Melisandre, de Giovana Milanezi
Ha terminado la sexta temporada de Juego de tronos y siento que me he quedado huérfana. Espero retomar pronto Mr. Robot, pero después de una semana desde el final todavía… cómo decirlo para no dar pistas, todavía estoy saboreando el picante explosivo del cóctel servido por Cersei. La serie ha sido el centro de la mayoría de las conversaciones en los ratos de descanso con Esther y Grace. Durante diez semanas hemos reído, sufrido, teorizado, vapuleado o admirado teorías ajenas y hemos deseado ser tan buenas anfitrionas como Cersei en este capítulo, aunque sea nada más en sueños. Casi nadie más de mi entorno ve la serie. Nunca he sido de las que braseo a los profanos en un tema, así que en el neozulo no hablo nunca de esto con Sandra. Sin embargo, Ana también la sigue. Es muy sencillo atar cabos y darse cuenta de que Sandra, una vez más, está atacada por los celos.

Escribí sobre los celos de Sandra en uno de mis primeros posts. En aquel momento estaba loquita por Mr. Lolas y me veía como una amenaza. Incoherencias propias del ser humano las que la hacían sentirse amenazada por mi presencia entre ella y “su” hombre, al mismo tiempo que me despreciaba por no tener tipo de top model y me consideraba indigna de tener pareja por sufrir sobrepeso (a mí y a todos los gordos, no penséis que era nada personal). Una vez más pequé de inocente y pensé que sin un machote en la sala no habría problema. No recordé que los celosos no solo tienen ese sentimiento horrible por el objeto de sus desvelos, también lo tienen por sus padres, sus hijos, sus amigos o, simplemente, porque no son el centro de atención de una situación cualquiera.

viernes, 24 de enero de 2014

Peligro: celosa en el zulo

Al final de mi última entrada, comenté que La Otra está empezando a tener problemas con sus celos. No lo entiendo, Mr. Lolas tiene mujer y seguro que alguna amante a la que ve nada más salir de aquí. Pero claro, a mí me ve la cara y mi presencia le impide arrojarse a sus brazos en el despacho. Porque tirarse a alguien en la mesa de trabajo pone.

Not so happy lioness, de Tambako de Jaguar
Not so happy lioness, de Tambako de Jaguar
En cuanto le digo hola a Mr. Lolas se convierte en una leona que defiende un territorio que no es el suyo. A mí este tipo ni siquiera me gusta y aunque me gustara,  pensar que ha tenido relaciones con La Lolas me da repelús (eso y que se sorbe los mocos demasiado a menudo para mi gusto). No sé por qué, pero me provoca un rechazo que puede ser tan enfermizo como los celos de La Otra, no voy a negarlo. Además, yo prefiero los espaguetis a las arepas.