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lunes, 4 de febrero de 2019

Diario de Jekyll (3): Los berrinches de la Pestes

Miércoles 23 de enero de 2019

9:50h

Entra la Pestes quejándose de que dar clases le absorbe mucho tiempo. Ni hola, directa al grano. El idilio le ha durado poco. No la escucho, sus cosas personales me importan menos que cero. Sandra aguanta estoica. No sé qué puede sacar de esto, pero ahí está como una roca. BLA BLA BLA BLA. Un tema más para añadir a la lista de quejas.

11:30h

Me voy al descanso. Antes comía algo en mi mesa, ahora intento salir siempre porque desconectar de la oficina, de la gente, es vital para continuar. Aunque ahora está “tranquila”. La Pestes se ha largado hace ya un buen rato. En unos días tiene una visita guiada con sus estudiantes y ha ido a la galería a hacer esa visita para prepararla. Nuestra jefa no sabe nada, de hecho, invitó a Sandra y finalmente acordaron que mejor no. Sandra tendría que pedir permiso y se descubriría el pastel. Con la conflictiva fuera, se respira de otra manera.

viernes, 23 de febrero de 2018

Diario de un "Ascenso" (7): los resultados de la vacuna

Jueves 15 de febrero de 2018

18:20h

Pulga. Dibujo.
Pulga, de Lady Orlando
Suena el teléfono. Todas las entradas del diario de Ascensión, la Rotten, comienzan de manera parecida, con una llamada o una visita. Suena y suena, estoy a punto de no cogerlo, pero estoy pendiente de una llamada. Como siempre, tengo el teléfono tapado por la CPU, no veo quién llama, vivo confiada. El caso es que lo cojo sin mirar el nombre y ahí está, con su vocecita de niñita-vieja, medio susurrada. Soy idiota a más no poder. ¿Por qué porras he descolgado?

Hola, Dorotea, ¿no has cogido la gripe? Así de sopetón. Una pena que no la tenga, por fin me tomaría ese café con ella para pasársela tosiendo sin taparme la boca. A continuación sigue preguntando por mi estado, que si llevo mejor el trabajo. El control, ahí está. Le digo que sí, pero es solo parte de mi estrategia. Si cree que voy a ir a tomar café con ella solo porque puedo respirar, y dormir, e irme a mi casa a la hora que me corresponde, está muy equivocada. No me conoce. La próxima vez que llame estaré alerta, miraré esa maldita pantalla y no cogeré. Y le devolveré la llamada dos días después diciéndole que estoy otra vez hasta el cogote, ahogada y con tal estrés que no tengo ni vida, como ella. Bueno, me ahorraré el como ella.

jueves, 22 de diciembre de 2016

Diario de Sandra (3): comida de Navidad

Lunes 12 de diciembre de 2016

15:52h

Salimos de la comida de Navidad. Sandra ha estado callada prácticamente todo el tiempo, incluso antes del gran anuncio en los postres. Nunca la había visto fuera del zulo, con otra gente que no fueran Ana y la Rotten. Parecía metida en su cascarón. No es que yo hablara mucho, no tenía nada que decir en la mayoría de conversaciones que sobrevolaban la mesa, pero ella no solo estaba callada sino que podía ver cómo se encogía a mi lado.

La calle. Nuestras compañeras hablando. Ella y yo en silencio, incómodas. Incómodas porque sé que ella está a punto de manchar las bragas del susto. Se lo noté sin verle la cara. Quiere ocultar la verdad, fingir que todo va bien, pero a mí hay poco que pueda ocultarme. Su actitud forzada para tapar lo que realmente le pasa por dentro me ha enseñado a leerla como un libro abierto. Si se comportara de manera sincera, probablemente no sabría qué pasa por su cabeza, habría un pequeño espacio para la improvisación y los imprevistos. Tendremos un comienzo de año movido. Sí, bueno, por decir algo. Silencio otra vez.

viernes, 16 de diciembre de 2016

Diario de Jekyll (2): Comida de Navidad

Miércoles 7 de diciembre de 2016

12:20h

Luces de árbol de navidad
Office CHRISTmas Tree, de Daniel Go
Me llama mi jefa. Ha pensado que el lunes que viene podríamos comer, con Sandra y Sara Pestes. Es decir, las cuatro del departamento, sin contar al super jefe y a Violeta. Qué raro. En nueve años nunca hemos tenido comida, ni cena de Navidad. Cada edificio o departamento (depende de dónde estemos ubicados) celebra su fiesta particular y siempre a cargo de los empleados. En mi primera Navidad mi jefa organizó unos pinchos para los del edificio, como hacía siempre. En la segunda, ella no pudo y nos encargamos Inés miradas indiscretas y yo. En la tercera pensamos que deberían tomarnos el relevo. Nadie lo hizo. Así que es algo de lo que me he librado todo este tiempo, porque esa tercera Navidad coincidió con la llegada de gente nueva y el enrarecimiento del ambiente.

viernes, 3 de junio de 2016

Diario de un "Ascenso" (6): vuelta a las andadas

Jueves 2 de junio de 2016

11:30h

Suena el teléfono. Está en una esquina de la mesa, la pantalla tapada por la cpu en vertical, así que cojo ignorando quién llama. Un diga sale despreocupadamente de mi boca. Error. Es ella. Abrí la puerta el otro día y no ha dudado en cruzarla, lo que me extraña es que haya tardado tanto. No he sido sincera. No he mentido pero sí he ocultado información. Cuando me llamó el otro día, me dio tantísima pena que me ofrecí a traerle jabón casero. ¡MEC! Sí, lo sé, fue un error que ya estoy pagando. Cuando se lo llevé (sí, encima se lo llevé, alimentando aún más su fantasía de pulgas en la moqueta) tenía para mí una trampa para hormigas, para combatir a las que entran cada año en mi casa. No, no. No es que yo no sepa comprar exterminadores de hormigas, es que su trampa es muchíiiiiisimo mejor que cualquier otra que pueda comprar. Salí de allí con una mezcla entre cabreo y pena que me gustaría no sentir más, sobre todo lo relativo a la pena.

Vuelvo a la realidad tras los recuerdos. Me cuenta que hay una conjura contra ella en la empresa. Es la única secretaria a la que no le cancelan las guardias. Es cierto, en parte, pero es lo que pasa si te metes con la persona que organiza los turnos. No solo me llevó a mí al borde de la locura y, cuando vences a personas que son superiores a ti en la empresa pero no mueren, puedes tener por seguro que habrá consecuencias. La clave de esto es que ellas (la jefa de las guardias y su secretaria) la están martirizando, pero cuando la Rotten las machacó era por una buena causa porque ella es perfecta y no comete pecados.

Voy a desconectar un rato.

martes, 19 de abril de 2016

Diario de Sandra (2): El ascensor

Lunes 18 de abril de 2016

15:37h

La mañana ha sido tranquila. Sandra estuvo seria, sin hablar nada. La única vez que lo intentó quería pagar conmigo sus problemas y eso sí que no. No sé qué cara debí de ponerle porque cerró el pico hasta ahora. Fui yo la que rompí el silencio, en el fondo me da pena y sabía que la historia que iba contarle la iba a hacer reír un poco porque nada más abrir la puerta vi que había estado llorando en mi ausencia.

La historia es que el ascensor está estropeado, el noveno motivo para subir por las escaleras. Lo gracioso no es eso sino que la semana pasada Pura, la vieja de la limpieza, se quedó encerrada una hora nada más llegar al edificio, sobre las siete y media de la mañana. Ais, qué pena que nuestro ascensor no sea como la cabina. A ella le hizo aun más gracia saber que Mari Pili también sufrió encierro hoy. Y una hora más tarde, tres estudiantes, aunque como eran desconocidos no nos hizo gracia a ninguna de las dos. Lo han clausurado. Me imagino nuestras escaleras como las de The Big Ban Theory, solo que con gente menos interesante y mucho más sosa.

lunes, 18 de abril de 2016

Diario de Sandra (1): viernes de lágrimas


Viernes 15 de abril de 2016

9:45h

Estoy hablando por teléfono con mi padre. El pobre siempre me llama nada más llegar a la oficina para cerciorarse de que he llegado entera y, sobre todo, de que el tridente esté sin rasguños y pegado a mi mesa, por si las moscas cojoneras. Entra Sandra. Como estoy a punto de despedirme de él no salgo para hablar. Sandra deja sus cosas y se va con el teléfono en la mano.

10.10h

Vuelve llorando. Si es que son tan predecibles, las pobres. Siempre las mismas pautas de actuación. Sabía que lo del miércoles era solo el principio. Como ya no estoy hablando, y debe de pensar que no tengo nada que hacer, me empieza a dar la brasa con un marrón que le ha encasquetado nuestra jefa. No habría problema si no me consultara sobre qué debería haber hecho: darle un corte a nuestra jefa o no. ¡Lo que me faltaba! Esta tía tiene un problema y gordo. Si eres borde con tu jefa, atente a las consecuencias, pero no impliques a nadie. Que encima será capaz de decirle después de meter la pata me lo dijo Dorotea, con voz de zorrita.

viernes, 6 de marzo de 2015

Diario de un "Ascenso" (5): empiezan los cambios

Jueves 5 de marzo de 2014

9:20h

Abro el correo y veo un email de la Rotten.

De: Ascensión
Enviado el: miércoles, 04 de marzo de 2015 20:21
Para: Dorotea; Sandra
Asunto: Mañana empiezo otro trabajo

Hola guapas, no he querido molestar más estos últimos días porque bastante lata he dado ya.
Quiero daros las gracias por escucharme y por ser mis amigas.
De todas formas he de ir a llevar justificantes y os iré a visitar.
Estoy limpiando para llevar todo limpito al otro sitio.
Un beso muy fuerte.

miércoles, 25 de febrero de 2015

Diario de un "Ascenso" (4): a punto de tocar fondo

Lunes 23 de febrero de 2015

12:30h

Llega la Rotten. La oigo venir, no me da tiempo a huir, ya está en el pasillo. Me fastidia porque me vaya o me quede interrumpe lo que estaba haciendo, ella que tanto se queja de los que la interrumpen.

Hoy viene con novedades, tenemos para rato. Le han ofrecido sitios para cambiarse, ninguno le gusta, claro. Estoy cansada de oír siempre lo mismo. Historias con la aspiradora, huevos y larvas bajo la moqueta, bichos y huevos en las medias, bichos y huevos que caen en la ducha, bichos y huevos en las mantas. Está francamente mal, lo de la ducha me ha superado.

Sandra, Ana y yo escuchamos en silencio. Ya no le contestamos, ¿para qué? No entra en razón porque la razón la abandonó hace tiempo. Jura que nunca volverá a esa planta, ni para llevarle papeles al súper jefe. Tendrá que buscar otra secretaria. Necesita a alguien que esté en la misma planta que él para controlar quién llega y quién se va, si  está hablando por teléfono o le puede pasar la llamada. Si buscan una nueva secretaria para el súper, se quedaría colgando, sin jefe directo. Y, a no ser que la coloquen en una centralita, sin tareas específicas. Los cabos sueltos no son buenos ni en las historias, ni en las empresas. También perdería el estatus que le otorga ser la secretaria del súper jefe, no tendría ese “poder” ni nadie para protegerla. Lo bueno, para mí, sería que no dependería de ella y la vería menos. Todos queremos verla menos.  A algunas nos da la impresión de que su jefe y mi jefa quieren deshacerse de ella. El problema es que es muy conocida, nadie la aguanta y, desde el asunto de las pulgas, menos. No tienen donde meterla.

miércoles, 21 de enero de 2015

Diario de Jekyll (1): All I want is you

Martes 20 de enero de 2015

8:24h

Hoy es el cumpleaños de una de mis mejores amigas del colegio. La chica guapa, la que les gustó a todos los chicos de clase en algún momento u otro hasta que se dieron cuenta de que no tenían posibilidades con ella y se buscaron a otras cuando tuvimos edad. A pesar de llevárselos a todos de calle, sé que a un par de ellos les gustaba yo. Uno hablaba tanto de mí en casa que su madre se dio cuenta, se lo contó a la mía y la mía a mí. Teníamos unos cinco años. Nunca me dijo nada ni yo a él. Otro era mi mejor amigo. Se declaró de sopetón. Un jarro de agua helada en una tarde (fresca, la verdad) de finales de junio. En ese momento creí que no es posible la amistad entre hombres y mujeres. Tenía once. Al tercero lo pillé. Estábamos en séptimo de EGB y con trece años empiezas a cazar miradas. Una pista por aquí, una señal por allá. Tampoco me gustaba. Los tres me caían genial, eran monos pero a mí me gustaba otro, tanto, que no me acuerdo quién era.

Han pasado muchos años y los recuerdos se agolpan solo por recordar el cumpleaños de una niña que fue muy importante en mi infancia, pero con la que no tengo contacto. Y no me habría acordado de ella si no hubiera puesto la fecha de hoy para hablar de otras cosas, historias que pasan en el presente, pero que en el fondo no están tan alejadas de aquellas miradas furtivas de un adolescente. Las emociones no cambian, cuando alguien te gusta se siente el mismo cosquilleo tengas la edad que tengas y se utilizan las mismas artimañas.

martes, 30 de septiembre de 2014

Diario de un "Ascenso" (3): la mujer que les susurra a los perros

Lunes 29 de septiembre de 2014

11.45h:

Termino de comer un poco de fruta y voy al baño a lavarme las manos. Mientras me las seco oigo una voz chillona demasiado conocida. Al abrir la puerta se confirman mis sospechas: la Rotten está en el despacho de mi jefa. Bajo corriendo, cojo el móvil, las gafas de sol y salgo a toda prisa y sin despedirme de Mr. Lolas. En la calle doblo la esquina. Hace un poquito de curva. Avanzo para ponerme en un sitio desde el que la veré atravesar hacia su edificio pero es muy difícil que ella me vea. Puede mirar, pero haré como que hablo por teléfono. Espero.

Aparece de pronto. Cruza la primera calle, en el segundo semáforo se encuentra a una señora paseando a dos perros y no puede evitar atacarles a los tres. Sin más ni más se agacha a acariciar a los perros, ¿por qué no le muerden? A ver si alguna vez se encuentra a unos de esos con mala leche y le lanzan un bocado. Está ansiosa por hablar. Sandra estaba con mi jefa cuando ella estuvo allí, pero no se puede explayar, está lo justo para resolver los trámites. Luego no me encontró aquí. Necesita hablar como el agua. No, prefiere pasar sed pero no se puede callar.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Diario de un "Ascenso" (2): el corte de digestión


Martes 9 de septiembre de 2014

14.45h:

Estoy en la mitad del capítulo diez de Mad Men (primera temporada). Sufro con cada capítulo de esta serie por la situación de las mujeres. Hoy no es una excepción. En mi estado de concentración me pilla por sorpresa que la cabezota de Ascensión asome por la puerta, como jugando al escondite. Tiene sesenta y parece que tiene seis. Y además olvida que la que aparenta cuatro en este despacho es Sandra y hoy no está. En esos momentos de infantilismo parece más Heidi que la señorita Rottenmeier. Ojo con eso que engaña a cualquiera.

Si normalmente me fastidia que se pase por aquí, que venga en mi tiempo libre me fastidia aún más. Este capítulo no es el mejor capítulo de los que llevo vistos (la cosa cambiará cuando pueda terminarlo). Me incomoda un poco ese rollo de Don y Roger con las gemelas, pero quiero saber si al final resulta que tienen dieciséis y los denuncian a los dos. El caso es que queda en suspenso porque la Rotten empieza a contarme sus problemas. Esta vez son las guardias.

miércoles, 16 de julio de 2014

Diario de un "Ascenso": el día a día con Fräulein Rottenmeier

Martes 15 de julio de 2014

18:35h

Mi amiga Esther y yo estamos en la cocina tomando algo. Quiero salir cinco minutos antes para ir al médico. Esther me dice que mi jefa ya se fue, así que decido adelantar la salida diez minutos para no tener que correr y llegar sudando. De pronto, escuchamos a alguien que saluda. Nos miramos. Esther no ha podido ver quién entraba. ¿Es la Rotten? La voz parecía un poco más grave, ella la tiene de pito. Y no se escucharon sus pasitos rápidos, tiqui tiqui tiqui. Silencio.

Seguimos merendando y hablamos bajito. Nos interrumpe el sonido del ascensor. Así que la persona que entró sigue ahí. Es extraño que la Rotten no entre cotillear en la cocina. Le gusta tener todo bajo control. Aunque desde hace tiempo meriendo más tarde y ella lo sabe. Cuenta con verme en el zulo.