Mostrando entradas con la etiqueta Escritura. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Escritura. Mostrar todas las entradas

lunes, 21 de noviembre de 2022

Adiós a Dorotea en Twitter

Dorotea Hyde nació el 13 de julio de 2012. Fue ese día cuando empezó a tuitear sobre las conversaciones telefónicas de mi compañera de zulo, la Lolas. Aquello se me quedó pequeño y por eso, un año y un poquito después, el 19 de noviembre de 2013, se estrenó en este blog con una entrada titulada Pastelitos y agua. Nueve años justos desde entonces. Nueve años de entradas más o menos continuadas, momentos en los que llegué a pensar que el blog ya no tenía sentido, como cuando Mr. Lolas dejó de trabajar; también algunas crisis del papel en blanco; amores, desamores y calabazas; algún que otro cuento, incluida una incursión en el género erótico; una pandemia (madre mía, ¡una pandemia!) que me llevó al encierro y casi a la locura; una jefa maltratadora y una crisis personal que me empujó a un periodo sin escribir y a pensar que quizás ya no volvería; incluso un par de trolls.

viernes, 17 de febrero de 2017

Ayudemos a nuestros dedos a guiar a las mentes entusiastas

Policías antidisturbios
Retour en briques, de doubichlou14
Las últimas semanas han sido de locos. Encuentros, desencuentros, guerras civiles oficinescas, conato de una ruptura, lágrimas, violencia solapada, tortura psicológica, un robo (realizado por mí), nueva compañera y, si empiezo con lo que ha pasado fuera del zulo, la lista se lleva todo el post. Ha sido tan movido que no he podido escribirlo porque mi mente estaba a punto de explotar. Durante un tiempo intenté buscar el modo pero no conseguía distanciarme lo suficiente. Algunos de los sucesos me han tocado de cerca, así que el desgaste emocional ha sido importante. Ni meditación, ni colorear mandalas. Mi mente iba a mil por hora, las contracturas en pie de guerra, incluso me salió una úlcera en la boca. Así es imposible concentrarse y pensar. Quizás todo esto son simples excusas para no escribir, para no enfrentarme a la realidad si sale un bodrio, o peor, para no enfrentarme a la realidad si consigo escribir algo bueno.