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lunes, 11 de marzo de 2024

Vigésimo aniversario

Interior del Monumento a las víctimas del 11M en Madrid
Monumento Victimas del 11M, de Fermín R.F.
Hace veinte años.

Veinte.

20

Miro atrás y parece que fue ayer, aunque por suerte ese día está cada vez más borroso en mi memoria. Sí recuerdo a la perfección cuando una de mis compañeras de piso vino corriendo a la cocina, donde yo preparaba el desayuno, y me dio la noticia con espanto. Cómo corrimos al salón y no despegamos el culo del sofá en toda la mañana y buena parte del día. Puede que los detalles ya no sean tan nítidos, pero sí lo son las sensaciones de dolor, de espanto y miedo.

Una buena parte de quienes vivíamos en Madrid en aquel momento (e incluso muchas personas que no vivían allí) conocíamos a alguien entre las víctimas o los supervivientes de aquel día (192 y unas 2000), si no directamente, sí en el segundo eslabón de la cadena. Este es mi caso. Una de mis mejores amigas del instituto perdió a una de sus primas. Lo pienso, pienso en cómo acabó esa chica de poco más de veinte años, y se me revuelven las tripas. Igual que se me revolvieron cuando trabajaba en la televisión y me tocó minutar los vídeos del juicio, allá por el 2007.

Un horror.

EL HORROR

viernes, 9 de enero de 2015

Miedo

Tengo miedo. Tanto, que esta mañana justo antes de que el tren entrara en Atocha e hiciera su parada habitual, se me encogió el estómago y empezó a revolverse dentro de mí intentando salir. Ayer en el camino de regreso, tenía unas ganas de llorar terribles. No lo hice por vergüenza. Otros reían a carcajadas. Quizás sólo necesitaba a alguien con el que compartir angustias y crear un poco de humor negro.

Tengo tanto miedo que me niego a escribir más sobre la causa. De hecho, tenía casi terminado el post de hoy, compartiendo mis temores, mis sentimientos, como en el post que escribí hace ya casi un año sobre el aniversario del 11M. Escribiéndolo me he desahogado, pero no voy a publicarlo. Probablemente esta tarde, al entrar en la estación, se me ponga de nuevo un nudo en la garganta. Quizás la sensación dure en los próximos días, pero me niego a vivir siempre así. En el post que escribió Babilonia sobre sus propósitos de año nuevo, comenté que no iba a hacer lista de propósitos. Ahora debo cambiar de opinión. Mi propósito será ser valiente y vivir sin miedo, dentro de mis posibilidades, claro está, porque hay cosas que acojonan por mucho que una se lo proponga (y perdón por el taco).