Baja corriendo las escaleras del trabajo para no llegar
tarde a la reunión. La acompaña una canción que desde el fin de semana no sale
de su cabeza. Corre, corre…
Llega tarde. Tener clase de gimnasia justo después de comer es
lo peor, ¿a quién se le ocurrió esa idea? Pero hoy es distinto: el profesor en
prácticas está buenísimo y, sobre todo, es mucho mejor que su profesora de
siempre. Así que corre, corre para no entrar cuando los demás ya estén dando
vueltas al gimnasio. Atraviesa lo más veloz que puede el ala derecha del
edificio. Al fondo del pasillo oscuridad. ¡Bien! La gente todavía está en la
puerta y no deja pasar la luz.
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