viernes, 22 de diciembre de 2023

Dorotea se vuelve sociable

Coffee break, de montillon.a

He contado más de una vez que los eventos sociales no son lo mío. Me abruman. Sin embargo, no sé qué pasa últimamente que no hago más que organizar reuniones entre los miembros del equipo (jefa no incluida, por si hace falta decirlo).

Si estoy en el edificio donde trabajo, les propongo cafés a mis compañeras cada pocos días. Si voy al nuevo edificio, siempre lío a los que trabajan allí para ir desayunar y/o comer juntos (sea fuera o con tupper). Y ya la última es que he organizado una comida de Navidad. ¡Yo organizando una comida de Navidad! Insólito. Me he convertido en otra persona sin darme cuenta.

jueves, 23 de noviembre de 2023

Los test y la pashmina

La pashmina de la Rotten, de Dorotea Hyde

Hace unas semanas la directora de recursos humanos dejó un mensaje en la intranet avisándonos de que tendríamos que hacer dos minicursos y pasar los correspondientes test, que nos enviarían el aviso por email. O eso entendí yo. Porque el aviso que recibí hace unos días me recordaba que ni siquiera había hecho login y el mes estaba a punto de terminar.

Esa misma tarde, después de que Sandra me dejara sola, me puse con el primero. No era difícil, pero llevaba su tiempo. Pensé que al día siguiente, viernes, haría el otro y todo quedaría resuelto. Pero las cosas nunca suelen salir como queremos y esa mañana apareció la Rotten para decirme que a ver si le ayudaba, que ella no se apañaba. Lo que en realidad quería decir era que pasaba del tema (como yo, no te jodx) y que quería las respuestas. Y como soy idiota y ella más, le ayudé. Hice el maldito test dos veces, perdí más del doble de tiempo porque a ella le lleva más que a mí aun con las respuestas dadas, no pude hacer el segundo test, ni pude dedicarme a mis cosas.

viernes, 3 de noviembre de 2023

Declaración de intenciones

Poker, de maorix

Una vez al año sufrimos una evaluación que en parte es autoevaluación ya que el punto de partida es un texto escrito por nosotras mismas. Esto, que puede parecer cruel (lo es), no lo es tanto si pensamos que en ese texto puedes ponerte por las nubes, como una diosa del trabajo bien hecho y disfrazar que no se han conseguido los objetivos. Porque no es lo mismo decir "tuve una evaluación" que "sufrí una evaluación". Imagino que veis por dónde voy.

Este año tuve la reunión de evaluación en junio. La primera con Carmina, la jefa nueva. Fue muy duro escribir mi texto, acabé llorando porque Diana me la había jugado tantas veces, puso tantos obstáculos en mi camino, que era muy difícil hacer bien mi trabajo y conseguir los objetivos imposibles que ella había marcado. Calculé el tiempo que necesito para cada una de mis tareas principales y según eso hice una propuesta nueva de objetivos, realista y objetiva. Si pelar una manzana me lleva una hora, necesitaré diez horas para pelar diez. Y no habrá manera posible de pelar quince en esas diez, quizás once si me hago ampollas en los dedos, pero quince ni de coña. Carmina pareció entenderlo y la reunión, en ese aspecto, no fue del todo mal.

martes, 24 de octubre de 2023

El misterio de los carros de la compra

Los vi por primera vez el día 5 de octubre. Estaban en una de las zonas más elitistas de Madrid, un lugar con máxima seguridad, cerca de un cuartel, donde la revisión y precintado del alcantarillado son periódicos. Casi cada día te cruzas con escoltas que comprueban los bajos de los coches con espejos o a la unidad canina olfateando esto y aquello. En mi esquinita de procedencia, no viví de cerca las acciones de ETA, pero esas tareas rutinarias para los escoltas me dan escalofríos, me acercan a ese pasado de terror que nadie quisiera haber vivido.

Iba de vuelta a casa y allí estaban, en medio y medio de la Castellana, llenos hasta arriba de algo que de lejos parecía una mezcla de mantas y maletas. Lo primero que pensé fue que eran restos de una mudanza, aunque en estos años he sido testigo de decenas de ellas en la zona y no han dejado ni una mísera caja con libros.

viernes, 13 de octubre de 2023

Categorías

Hay personas de diferentes categorías, aunque nos digan que todos somos iguales. A gran escala, no le hacemos caso a todas las guerras por igual, ni a todos los refugiados, ni a todos los hambrientos, ni siquiera a todos los niños.

En una escala más pequeña y cercana, como la plantilla de una empresa, tampoco tienen todos los mismos derechos y sobre todo, los mismos privilegios. Hay a quienes les regalan el cheque gourmet mientras a otros les descuentan el importe de la nómina. A algunos les permiten viajar en clase vip mientras el resto viaja en clase turista. A una pequeña parte le pagan el kilometraje o el billete en tren cuando van a trabajar a otra ciudad, mientras que la mayoría se tiene que pagar el trayecto por su cuenta. Y está el grupo al que le pagan un máster de varios miles de euros y las que se tienen que conformar con talleres de autoayuda porque así aprenderán a valorar su propio trabajo… y a sí mismas.

No tengo una venda en los ojos, pero reconozco que intento no pensar en esto demasiado porque si no, no me levantaría para ir a trabajar. Pero no todos los días nos despertamos de la misma manera, con el mismo ánimo, ni con las mismas fuerzas. De pronto la maldita realidad está ahí, dándote de hostias, abriendo un abismo a tus pies que no podrás cruzar jamás porque el puente no está abierto para ti. ¿Qué queda, entonces? Llorar de la impotencia y quizás escribir. Aunque todavía no ha llegado el momento para más, al menos para lo segundo.

viernes, 29 de septiembre de 2023

Lo que me inspira la música (13): Tanteando el terreno

 


Coincide con ella en la estación desde hace dos años. Después de unos cuantos días sus miradas, por encima de la mascarilla, parecían decir aquí estamos otro día. Ella nunca respondió a esas miradas, no le interesa hacer amigos en un andén. Las mascarillas desaparecieron y él siguió insistiendo, poniendo ojitos, a veces de perro lastimero, otras de cordero degollado, pero siempre queriendo lanzar un mensaje, ella no siempre sabía cuál. Ella siguió ignorándolo y, si en algún momento se cruzaban, su cara seria, casi malhumorada, lo decía todo: no me interesa, get off my back.

miércoles, 20 de septiembre de 2023

Obsesión a la tinta

Malditos bolígrafos, de Dorotea Hyde
Creo que hasta ahora no he escrito sobre bolígrafos. Los he mencionado de pasada, pero nunca les había dedicado un texto. Y es que los bolis, aunque casi obligados en cualquier oficina, son un objeto un tanto anodino, no suelen llamar la atención y, al menos a mí, hace años que no se me descarga uno, al contrario, tienden a secarse. Pero cojo otro y andando. No es algo que me preocupe. En cambio a María… ay, María y sus pu**s bolígrafos.

Todo empezó hace dos meses, cuando los de mantenimiento aparecieron para desmantelar un par de despachos. Entraron sin decir nada, vaciaron armarios y cajones, dejaron su contenido de cualquier manera en una de las zonas comunes y se llevaron los muebles viejos. Antes de tirar nada, la señora de la limpieza preguntó si queríamos rescatar algo. El asunto es que ese día sólo yo estaba para rescatar. En la sala de control no hay demasiado espacio, así que cogí poco, casi todo tonterías, tanto de valor como de tamaño:

viernes, 28 de julio de 2023

La despedida (8): Parece que ahora sí: ADIÓS

En el título está el spoiler. Aunque no creo que sea la última vez que sepamos de la jefa saliente, así que en vez de adiós (que es lo que deseamos todas), un hasta luego describiría mejor la situación real.

Llamó a Mike y le dijo que iba a pasarse un día por la empresa para repartir unos regalos entre los jefes de grupo porque el cheque regalo que les dio no era suficiente. Quienes habéis seguido este culebrón probablemente estaréis pensando que traerles un regalo siete meses (casi ocho) después de su marcha no viene a cuento. Es lo que pensamos todas. La teoría de algunas (entre las que me incluyo) es que tiene que seguir dejando su meada de perro. Y como no hay un motivo, se lo inventa, como cuando llamó a Sandra hace unos días para que la informara de ciertos cursos de formación para las manzanas el próximo año académico. Palabras textuales: “porque quiero dejarlo cerrado”, aunque ella ya no tiene nada que cerrar. Control más allá del final, su huella debe seguir estando en lo que no ha gestionado ni ha metido baza, con la ayuda de Sandra, cómo no.

viernes, 14 de julio de 2023

No pasó nada

THE dress, de dollyhaul
Hace un par de semanas comenzó a circular el rumor de que Carmina, la jefa, quería organizar una cena de fin de curso, pero no una copa y unos pinchos para nosotros como hacía Diana, sino un evento en toda regla con el departamento de investigación.

Íbamos hablando entre nosotras sobre el tema, por parejas. La Rotten me comentaba a algo. Luego yo le comentaba algo a Mike. Luego hablaban la Rotten y él por otro lado mientras Sandra me preguntaba algo a mí. Y a continuación Mike cuchicheaba con Pablo y el ciclo volvía a empezar.

Una de las cosas que nos molestaba más era que fuera una cena. La Rotten dijo que no iba a ir de manera rotunda, que ella tenía el pie mal y ni hablar del peluquín. Yo también dije que no. Ese día, fuera el que fuera, tenía sesión de fisio. Sandra dijo que no podía, pero que a eso había que ir sí o sí. A Mike no le importaba siempre que pudiera sentarse con Pablo para estar los dos a su bola y Pablo tenía que ir obligado porque le habían mandado organizarlo.

lunes, 3 de julio de 2023

La despedida (7): El reguero de estiércol

Radioactive Minifig, de mob mob
Seis meses después del fin de su vida laboral y aquí sigo escribiendo sobre Diana, esa tipeja que no se larga, que sigue trabajando a las once de la noche e influyendo (o al menos intentándolo) en las vidas de personas a las que se resiste a dejar atrás. Esto es lo que ha pasado desde la sexta entrega de su adiós.

- Ordenador estropeado. A mediados de junio se le estropeó el ordenador. De pronto no se podía conectar a algunas aplicaciones y servicios corporativos. Tenía que haberlo entregado el treinta y uno de mayo y, para mí, fue un toque de atención que le dieron. Por supuesto no se dio por aludida y tuvo el morro de acudir a una de las delegaciones a que se lo arreglaran. Es obvio que el técnico no se lo iba a reclamar, probablemente ni siquiera estaba enterado del asunto, así que le activó los servicios de nuevo y ahí sigue, trabajando a medianoche y dando el coñazo.

 

- Las carpetas. Si de algo sirve que todavía tenga activo su perfil y el ordenador en su poder es que al fin le está explicando a Sandra cómo están organizadas las carpetas compartidas. Se ha hecho de rogar. Eso no es una duda que surja tiempo después, es algo que debería haber quedado listo en diciembre, pero es una artista en racionar las explicaciones claras para seguir siendo necesaria.

 

- La jubilación de la Rotten. El año pasado por estas fechas la Rotten tuvo una conversación privada con Diana en la que le dijo que iba a seguir trabajando un tiempo después de su momento “oficial” de jubilación (en marzo de 2023). Diana fue un poco falsa porque le preguntó si eso era posible y le dijo que esa información le venía muy bien a ella porque quería quedarse también un poco más. Dos meses después nos enteramos de su jubilación y de que a esas alturas ya estaba planeando todo para marcharse. No tenía que decir nada, pero no decir nada significa callarse la verdad… y las mentiras.

Aquí tengo que hacer un parón en la historia. Se acercan momentos delicados para el departamento porque Violeta está a punto de cogerse la baja por maternidad y Marisol Marinube va a jubilarse en septiembre. Nos quedamos bajo mínimos, con gente novata a la que formar en un principio de curso que suele ser el peor momento del año para mis compañeras.

El caso es que Diana le está diciendo a todo el que la quiere escuchar que la Rotten se jubila este verano. Una de esas personas fue Carmina, la jefa entrante, que montó en cólera porque no sabía nada de una baja más justo cuando van a faltar dos personas. No creo que la Rotten tenga obligación de avisar antes de lo que le marca la ley. Avisar en una situación como ésta sería cortés, sí, pero ni le debe nada a la empresa ni tiene por qué saber cuándo va a jubilarse. A veces se hacen los cálculos de la pensión día a día y cuando por fin dan, te vas. Pero es que además es una mentira. Tengo que decir que quizás Diana confundió la situación de la Rotten con la de Marisol Marinube, aunque lo dudo. Primero, la conversación del año pasado. Segundo porque sabe que Marisol se jubila. Tercero porque no pierde detalle de estas cosas. Me parece más otro movimiento en la campaña de acoso laboral que la Rotten sufre, curiosamente, desde que tuvo esa conversación con ella. Precisamente por esa fatal coincidencia, esa campaña da para una entrada que no sé si llegaré a escribir.

 

- El cheque regalo de despedida. Aquí también hay antecedentes. A finales del año pasado, nos concedieron un bono extra a algunos miembros del departamento. Sandra se quedó sin él. Unas semanas después, cuando Diana se despidió y pensamos que era para siempre, nos fue llamando una a una a su oficina y nos dio un cheque regalo para unos grandes almacenes. A todas menos a Sandra. La Rotten y yo supusimos siempre que a ella no le había tocado porque yo no la vi salir de la Sala de control y tampoco vino Diana a verla, pero no teníamos pruebas de su mezquindad con quien le dio su energía y una parte de su vida. Hasta hace unos días.

Sandra daba rienda suelta a su envidia mientras se desahogaba por su falta de dinero y de pronto ahí estaba, la confesión inocente, sin saber que hay algo más detrás. Me dijo que Diana se había portado muy mal con nosotras porque a los jefes de grupo, a pesar de que ganan una pasta, les dio un cheque regalo de esos fantásticos grandes almacenes y a nosotras nada. A nosotras nada.

Esta confirmación fue un mazazo. Que la trataran como basura dejándola sin bono de Navidad, me afectó muchísimo. Saber que Diana también la dejó sin tarjeta de regalo, fue el remate para una historia de esas que te quitan de raíz la esperanza en el género humano. Por mi parte, sólo se enterará si quiero vengarme de algo. No sé si protegerla de la verdad es lo correcto, pero es lo que ahora mismo me pide el cuerpo.

Se acercan las vacaciones y hay otros temas por ahí de los que hablar, así que de verdad espero que la próxima entrega de esta serie sea la despedida real de este ser infecto que va dejando tras de sí un reguero de estiércol radiactivo.

miércoles, 14 de junio de 2023

La despedida (6): La pregunta equivocada

Devoted Employee, de Patrick Dirden
La jefa saliente sigue aquí.

Esta es la oración con la que empecé la tercera entrada de La despedida. En la cuarta utilicé una variación un poco más larga, pero para qué complicarme si la situación es la misma: no se va. Sinceramente, ahora mismo la culpable de su presencia es Sandra, la Otra, la porculera. Lo peor es que después de meses resistiendo sus embates para que le consultara cosas, al fin caí en la trampa y me convertí en su cómplice.

Acabamos de empezar un proceso de acreditación. En esos procesos las tareas suelen estar muy divididas. Yo tengo las mías y no sé absolutamente nada de las de los demás. Carmina, la jefa entrante, no conoce las suyas porque la saliente se guardó para sí toda la información, aunque tampoco se ha ocupado de averiguar, ni de aprender, ni siquiera se molestó en abrir el documento con los requerimientos para saber de qué porras va el asunto. Lo que sí hizo fue ignorarme cuando le dije varias veces que esa era su parte porque hacerme caso no le convenía.

Cuando empecé a rellenar las tablas con la información que me pedían vi que había un dato que tendría que consultar. ¿Pero a quién? Es obvio que mi jefa debería estar al día de todo lo relativo al personal de nuestro departamento. La realidad es que no lo está. A pesar de eso, iba a preguntarle, a ver si se da por aludida de que se tiene que poner las pilas. Si acudimos a otras personas en busca de ayuda, si Sandra le sigue preguntando a Diana porque ella lo sabe todo, la nueva va a vivir muy cómoda pensando que su trabajo es sencillísimo, para qué va a hacer más. Pero entonces Sandra se metió por el medio y me convenció para preguntarle a Diana, porque de verdad Carmina no tiene ni idea.

viernes, 26 de mayo de 2023

La Otra cae en la trampa

Venus Fly Trap, de Peter Miller
Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, soltero/a es alguien “que no se ha casado”. Sin embargo, como ahora mucha gente convive sin pasar por el registro civil, es frecuente oír a alguien decir que fulanito o menganita están solteros refiriéndose a que no viven con nadie o no tienen una relación estable. Algunas de mis amigas lo utilizan para indicar que esa persona vuelve a estar libre.

Hace un tiempo supe que don Voz Sensual tenía pareja. En otras circunstancias lo dejaría ahí, pero por cómo va a seguir la historia necesito especificar que esa pareja es otro hombre. Él habló del tema de manera natural, si acaso lo que fue forzado fue decirme que no estaba libre para dejarme claro qué tipo de relación sería la nuestra. Estoy segura de que entre sus colegas de departamento ha salido del armario, también lo estoy de que en el resto de la empresa poca gente sabe algo de su vida privada.

No suelo ir por ahí diciendo las preferencias de nadie. A veces ni siquiera digo si alguien tiene pareja o no porque hay quien, como yo, prefiere mantener separado ese tema de lo laboral, al menos con la mayoría. Me lo cuentan porque les caigo simpática, porque saben que no lo divulgo (excepto aquí, claro) y porque por algún motivo se crea entre nosotros algo cercano a la confianza. Sé perfectamente por qué don Voz Sensual me lo dijo, al tiempo que estoy segura de que no menciona el tema delante de otras compañeras, por ejemplo Sandra, así como así.

viernes, 12 de mayo de 2023

Covid-19, Diario de un encierro (25): La emergencia llega a su fin

Virus sarscov-2. Illustration
Autores: Alissa Eckert, MSMI; Dan Higgins, MAMS

El 30 de enero de 2020 la OMS declaró que la situación provocada por la covid-19 era una emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII). Hace justo una semana, el 5 de mayo de 2023, la OMS declaró finalizada esa emergencia. Algo más de tres años después de que nuestras vidas se pusieran patas arriba, esto es poco más que un gesto simbólico pues la presencia del virus es mínima en todo el mundo, aunque todavía se considera pandemia.

Soy de ese grupo de personas a las que les han quedado secuelas tanto físicas como psicológicas, resultado de las restricciones. A veces no puedo evitar echar la vista atrás para ver lo que he cambiado y también lo que sigue igual, al tiempo no dejo de dar pasos adelante para superar mis problemas, en acercarme un poco más a la persona que era y que sé que no volveré a ser. Y eso que no he pasado la enfermedad.

viernes, 28 de abril de 2023

Yo controlo

Papel triturado
Contraption HMM, de Harry McGregor

Yo controlo (o lo dejo cuando quiera) es la típica frase de yonqui cuando alguien dice que tiene un problema de adicción. Titulé así la entrada porque iba a ir de La Rotten y de una faena que nos hizo porque siempre dice que controla muy bien el estrés, aunque sea mentira y ande todo el día desquiciada y desquiciando a los demás. Y si tiene un poco de trabajo más de lo normal insiste aun más en que ella controla, que lo controla todo, aunque esté pendiente del email fuera de horario o no pegue ojo en toda la noche.

Si hablamos de gente que controla todos los detalles y a los demás, pero de verdad, la verdadera reina es Diana, la jefa saliente. Adicta al trabajo, a la perfección, a mandar. El problema, ya lo sabéis si habéis leído entradas anteriores, es que tampoco controlaba su situación para nada porque en cuanto no podía controlar algo o a alguien, se desquiciaba. También en volverse loca era la reina. Nos monitorizaba, enviaba emails a horas inapropiadas pidiendo tareas absurdas, hacía seguimiento en todas las fases de nuestro trabajo, desde qué emails escribíamos, a quién y cuándo, en qué carpetas guardábamos los archivos o el tiempo que manteníamos esa documentación. Aun ahora, en su supuesta jubilación, cuando contacta con nosotras, lo hace con segundas intenciones. La primera es pedirnos (mandarnos) la tarea, la segunda es saber si estamos ahí.

viernes, 24 de marzo de 2023

La despedida (5): Trabajamos en Manderley

Going, Going, Almost Gone... (meg_nicol)
No sé si hace falta que explique quién es Rebecca de Winter, pero por si acaso, allá voy, solo las líneas justas para que mi referencia en el título se entienda. La protagonista de la historia, una mujer joven e inocente, se casa con un viudo, el marido de la difunta Rebecca. Cuando llega a la casa, Manderley, se encuentra con la presencia fantasmal y permanente de la primera señora De Winter que la asfixia durante toda la película (no he leído el libro, así que desconozco las diferencias que pueda haber respecto a esa situación).

En la oficina tenemos a nuestra propia Rebecca, aunque como es una persona viva no necesita ayuda para ejercer el acoso. Mantuvo un perfil bajo durante el último mes y medio, pero la jefa saliente ha vuelto por los fueros. No está, pero su presencia, como la de Rebecca, lo invade todo. Sigue gestionando a escondidas, en secreto y en silencio. Apenas contacta con nosotras, pero sí contacta con otras que luego nos lo chivan, siempre por casualidad. Claramente está en plan manipulador y quiere seguir influyendo en su antiguo entorno sin estar.

martes, 14 de marzo de 2023

El spoofing pasó el filtro

Foto con licencia Pixabay

Hace unos meses comenzaron a llegarme emails spoofing a la cuenta del trabajo. La novedad esta vez era que la remitente era una vieja amiga con la que hace años que no tengo contacto. Su apellido escrito con símbolos raros porque contiene esa letra peculiar del castellano llamada eñe traía problemas.

Aunque el nombre del remite se repite, la dirección de correo nunca es la misma. A veces el ID está formado por un nombre que podría ser real, otras veces se trata de una serie de letras y números. En el dominio me encuentro de todo, desde gmail a una universidad brasileña. Al principio era la única destinataria, en los últimos hay varios remitentes en copia. Son nombres normales, de hecho, si los busco en Google poniendo el nombre de mi ciudad, sale gente real, probablemente contactos de mi amiga, igual que yo.

viernes, 3 de marzo de 2023

Las obras interminables

Scaffold, de Matthew Buchanan

Llevamos algo más de un año con obras en el edificio y como me ha tocado cambiarme de sitio me da la impresión de que las he aguantado todas.

Cuando estaba en la cuarta planta empezó la obra radical del quinto. Abajo tabiques, fuera baños, adiós suelos… Hola taladros, radiales y martillos. Unos seis meses. Seguían con ella cuando me mudé a la Sala de Control. Y lo hice por otra obra. Esta la aguanté menos porque estaba en los bajos fondos del edificio, pero sufrí las consecuencias del cierre de esas dos plantas. No había cocina donde fregar, ni microondas donde calentar, ni impresora.

Después de eso tuvimos un par de meses bastante tranquilos, aunque con obras menores en algunas plantas, como cambios de puertas y de aire acondicionado. Sin embargo, llegó el año nuevo y todo se intensificó otra vez. Primero con una obra en la primera planta, justo sobre nosotras. Luego con el lavado de cara del edificio.

viernes, 3 de febrero de 2023

La despedida (4): La reunión

Si esta entrada se titula la despedida y se subtitula la reunión es porque Diana, la jefa saliente, aún sigue aquí.

La situación se ha torcido aun más desde la última entrada que escribí sobre ella. En aquel momento solo molestaba a Sandra, ahora también incordia a Mike y a Violeta. De hecho, ha empezado a organizar con ella un evento para septiembre. WTF! Sí, eso.

Pasaba el tiempo y a alguien de fuera podría parecerle que me libraba de sus garras. Yo sabía que no, las tiene extensibles al estilo de Elastic Girl. Y me atrapó. Me escribió para convocarme a una reunión de un día para otro. Me preguntó la hora de mi clase de inglés para parecer amable (nunca le han importado mis clases), pero la puso justo antes de manera que si se alargaba un poco llegaría tarde o no podría ir, de hecho, llegué tarde. Pero ya no soy yo, a la que nunca ha tenido en cuenta, sino las otras dos personas a las que convocó. Siempre dice que no podemos molestar a las manzanas, pero ella no les tiene ningún respeto porque no se convoca a nadie a una reunión de este tipo sin dar opción a escoger fecha. No sé por qué lo menciono si no es novedad.

Ella iba a usar esta reunión con dos propósitos. El primero, enseñarle a Carmina, la jefa entrante, el funcionamiento de esas reuniones, la información que se da y lo que se pide, también los emails que se mandan al terminar. El segundo, dejarlo todo organizado a su manera. De enseñar nada, por supuesto, como si quisiera que su sustituta la cague por no tener ni idea de cómo hacer las cosas para ella quedar bien. 

Antes de entrar tenía que haber hecho con la nueva lo que yo hice con ella: decirle qué datos proporcionar, explicar el proceso, no hacer promesas, ni dar información que no esté en la presentación y, por supuesto, no inventar nada. Siempre inventa, pero lo de esta última reunión fue especial, debió de querer despedirse a lo grande. Lo malo es que normalmente cuando inventa, de alguna manera hace falsas promesas porque la gente cree que va a sacar más beneficios de los que realmente va a obtener. Y luego me veo en la delicada posición de corregirla cuando empiezo a trabajar con la gente. Ayer me dieron ganas de abandonar. Si no puse la excusa de la mala conexión fue por la jefa nueva.

Se suponía que después de ese encuentro, íbamos a quedarnos ella y yo con Carmina para mostrarle lo que le tenía que haber enseñado antes, también la lista de gente que está involucrada en proyectos abiertos y cómo podemos organizarnos. No hubo tal reunión. Quisiera decir que ojalá lo hubieran hecho, aunque fuera sin mí, para que haya quedado ya finiquitado. Me gustaría enseñarle yo misma cómo funciona todo, cómo me organizado, cómo es mi día a día. Y probablemente tenga que hacerlo, pero también es probable que esta señora nos vuelva a convocar en vez de quedarse en su casa a plantar margaritas. Sinceramente: pobre jardín.

miércoles, 25 de enero de 2023

El (audio)libro

Spare Barnes & Noble, de Phillip Pessar

Hace unos días salió a la venta el libro biográfico del príncipe Enrique de Inglaterra. Todo lo que rodea a este libro es polémico. Desde que Harry pidió su salida de la familia real (creo que fue esto lo que sucedió, pero para más fiabilidad, mejor acudid a otras fuentes), haciendo ruido y despotricando, cada paso que dio salió a la palestra: que si las denuncias de racismo, que si la entrevista con Oprah, que si el puesto asignado en el funeral de la reina Isabel… Salió pataleando, pero queriendo quedarse con los privilegios. Y con los privilegios a lo grande que tiene su familia, todo lo demás se hace a lo grande también, ya sean discusiones o airear los trapos sucios en público.

No me va mucho estar pendiente de cotilleos y prensa rosa, ni siquiera de la gente que me gusta por su trabajo. Pero hay ciertas noticias que llegan sin buscarlas y sin quererlas, están en todas partes: en las noticias serias, en redes sociales, en la boca de las personas a mi alrededor. Este tema de Harry y Megan está hasta en la sopa desde que se anunció su compromiso, pero además, desde que estoy en la sala de control, tengo una fuente que me informa aunque no quiera, aunque le ponga cara de asco, aunque la deje colgada con la palabra en la boca: Sandra. ¡Cómo no!

miércoles, 11 de enero de 2023

La despedida (3): el adiós que no llega

Señoras, señores:

La jefa saliente sigue aquí.

Queen Victoria wearing headset
wr nt lol, de Danny Ayers

No es que esté disponible por si tenemos alguna pregunta que hacerle, para atar cabos sueltos o para dar apoyo moral. No. Está conectada activamente en horario de oficina gestionando de manera independiente a espaldas de la jefa nueva, tomando decisiones que ya no son suyas, ocultando información y monopolizando a Sandra. Suponemos, aunque no sabemos con certeza, que lo hace con el beneplácito del superjefe, que si para mí ya estaba caído del pedestal, ahora está hundiéndose en el subsuelo por permitirle que siga amargándonos la vida.

El día antes de irnos de vacaciones me llamó para que subiera a su despacho prestado. Me dio una tarjeta regalo para unos grandes almacenes españoles de cierto renombre. La verdad es que siempre fue generosa. Que yo sepa, también les dio una a la Rotten, a Mike y a Pablo. Me pareció raro que Sandra no me comentara nada al respecto. Como no la vi salir en ningún momento de nuestra sala de control, preferí ser discreta y no mencionarle nada. Ya está bastante mosqueada porque no le han dado la gratificación de fin de año que nos han dado a los demás en el equipo como para que le diga que esta mujer, con lo que la exprime, la ha dejado sin regalo de despedida. Por mi parte, no sé qué haré con ese dinero. Sabéis que no sería la primera vez que tiro un regalo suyo, pero es que es pasta, así que algo me compraré… o algo le compraré a alguien.