viernes, 19 de noviembre de 2021

Seis grados de separación

Six Degrees Could Change The World, de Tang Yau Hoong

La teoría de los seis grados de separación afirma que cualquier persona del planeta puede conectarse con otra a través de cinco intermediarios, la sexta es la persona final. A mí me parece un poco chorrada, lo suficiente como para haber pasado bastante tiempo con amigas estableciendo esas cadenas y habernos echado unas risas. Era carne de blog y al fin tengo una excusa para escribir sobre ello... gracias a la Rotten, porras.

La teoría fue propuesta por un escritor húngaro, Frigyes Karinthy, en su relato Cadenas (Láncszemek), publicado en 1929. Lo que parecía impensable en una época donde la gente no viajaba tanto y no estaba intercomunicada por redes sociales, ha pasado a ser dedicación de alguna gente, con la realización de proyectos de investigación, o una página donde se muestran las conexiones de Kevin Bacon con los actores y actrices incluidos en IMDB, después de que él mismo declarara que había trabajado en tantas películas que conocía de primera o segunda mano a todo Hollywood.

jueves, 4 de noviembre de 2021

La Niña Amargada se queda el fin de semana

Tantrum, de Lovelorn Poets
La hija de una amiga lectora de este blog tiene una capacidad extraordinaria para tratar con niños pequeños. Siempre la he admirado por eso. Ahora es una adolescente, pero ya con siete u ocho años, cuando la conocí, tenía una sensibilidad especial con los bebés. Nunca olvidaré cómo trataba al hijo de otra amiga, cómo le cogía las manitas y le hablaba con tanto cariño y tanta dulzura. Verlos era una preciosidad. Sé una pequeña parte de la educación que le da su madre, es parecida a la que me daba la mía y yo no tengo para nada esas capacidades. Así que supongo que una parte de cómo nos comportamos con los bebés lo llevamos dentro. Pero una cosa es no tener afinidad con las personas en sus primeros años de vida y otra lo que pasa en casa de mi vecina de al lado.

El fin de semana de difuntos fue movido en el edificio. Mi vecina tuvo visita. Vino su hija, la que está fuera, pero como viene a ver a su madre se largó todo el fin de semana de juerga y la dejó con su niño, un bebé de apenas dos años. Por supuesto, la Niña Amargada se apuntó al grupo. Su madre la deja en casa de la abuela siempre que puede, pero la Amargada tampoco puede permitir que su primito se lleve en exclusiva todas las atenciones de la abu, aunque sea dos veces al año y ellas estén juntas siempre.