Girl and grief, de x1klima |
Hace un tiempo, Rita defendía en su post Consejos vendo y para mí también tengo el
derecho a ser feliz y que no te miren mal. Porque es verdad, molesta ver felices
a los demás. Ay, las envidias y los celos (y probablemente algún que otro
desorden) cuánto daño hacen. Sin embargo, también molesta lo contrario y no por
empatía precisamente. Si la persona que ve la tristeza está viviendo un momento
de su vida extraordinario, ya ni cuento cuánto le jode. Casi casi me ha salido
un trabalenguas. Mi conclusión, la misma que para otras muchas situaciones: nos
molesta todo. ¿Acaso cuesta tanto compartir la felicidad ajena y ser empáticos
con el que está pasándolo mal? Este blog no recibe muchas visitas, pero igual
algún avispado se le ocurre pensar que por qué vengo ahora con estas historias
si hace poco escribía sobre lo molesto que es aguantar los llantos en los zulos y neozulos. Pues sí, esos
llantos son molestos porque son un exceso fingido. Y también es molesto el
egoísmo que esconden esas lágrimas, pero no voy a adelantarme.