Quizás me tomo las cosas muy a pecho o quizás es que hay temas que me tocan de cerca y me superan, pero no soporto el trato que Sandra y Sara Pestes les dan a los gordos. No es que sea yo una obesa, pero siempre he tenido sobrepeso. Tengo hipotiroidismo virtual y ansiedad real, y eso hace que me cueste mucho, mucho mantenerme en forma. Cada día nado entre aguas. Las mías, en las que me veo inmensa, como si pesara cien kilos más y fuera la candidata ideal para ser la mujer de Roose Bolton, y las de los demás, en las que me ven estupenda. No sé cuál de las dos visiones distorsiona más la realidad, pero es frustrante vivir así. Sin embargo, no empiezo estas líneas para hablar de mi gordura ni de mis sufrimientos, así que giraré un poco la rueda en la otra dirección.