Rain man, de Bjørn Giesenbauer |
Sandra tiene un problemilla con su trabajo. La entiendo. Aunque
no hacemos lo mismo, no nos dedicamos a nada entretenido, estimulante o
enriquecedor. A veces tengo la sensación de estar en una especie de cadena de
montaje oficinesca de la que es difícil salir. Por eso busco cosas para hacer
fuera. Ella tiene a sus hijos, su vida fuera de aquí son ellos, pero ¿es
suficiente eso para llenar a una persona?
Es viernes. Estamos en la nueva oficina desde el martes por
la tarde. Fuera está nublado y gris, dentro debería estar blanco, pero las
nubes del exterior se pelean por entrar y soltar su carga aquí dentro. Sandra está
enfadada de nuevo con nuestra jefa por las tareas que le asigna. Cuando la
hicieron fija no se planteó si era bueno o malo, dio por hecho que cambiar un
contrato de becaria por un contrato indefinido implicaba cambios de tareas,
responsabilidades y sueldo. La estabilidad con el tiempo puede convertirse en
una caja con barrotes de la que es difícil salir. Ahora mismo no tiene la llave
para liberarse, lo que no quiere decir que no se dé golpes contra ellos. Por eso
desde hace unos meses nos empezaron a rondar unos oscuros nubarrones en el
zulo. Llegué a pensar que no llovía en Madrid porque todas las nubes del mundo
estaban metidas en aquella pequeña habitación.
A grito pelado, de marta ... maduixaaaa |
Salir de la zona de confort es muy complicado. Me pasó
simplemente por tener que mudarme del zulo. Con los cambios siempre se pierde
algo, aunque lo que se gane sea mayor. En el caso de Sandra claramente no está
preparada para dar el paso, así que mientras no se decida, tendré que tener un
paraguas de emergencia en el cajón y un saco de discreción. Y seguiré con lo
mío: cumplir aquí y desbordar mi imaginación en mis proyectos no laborales.
Quizás algún día sea eso lo que me dé de comer y si no, al menos habré
disfrutado, aunque por lo que escribo aquí parezca que estoy amargada.
Pero es que la mayoría de la gente se instala en la zona de confort. Yo he salido algunas veces y me ha ido de manera irregular. Algunas veces me he arrepentido y otras no. Casi al cincuenta por ciento. Pero en perspectiva incluso aquello de lo que me arrepiento deja de agobiarme cuando las cosas vuelven a ir bien. Actualmente ya me estoy reciclando pero esta vez con cinturón de seguridad. Ahora sólo dejaré el trabajo si tengo uno mejor asegurado. Aún así entiendo a tu compañera. Si en un mes o dos ya no quieres cambiar lo que haces en años es peor. Es pesado empezar de cero y ser la nueva o el nuevo dónde sea. Eso es casi lo peor. Lo peor es languidecer en el mismo lugar que ya sabes que odias. Con el tiempo lo odiarás más o te odiarás tu mismo-a.
ResponderEliminarP.D. A pesar de la Rotten y otras cosillas no transmites amargura, don,t worry. El humor te redime.
Es un alivio saber que no transmito amargura. Porque a pesar de lo que pueda escribir aquí o decir en persona, intento disfrutar del lado positivo.
EliminarYo también la entiendo, estoy muy acomodada aquí y sólo cambiaría para algo muy muy bueno. Dejar mis super vacaciones supondría un trauma. El problema de Sandra viene por haberse creado falsas espectativas, así que lo pasa peor y no es capaz de ver las cosas positivas de su trabajo. Y eso es terrible.
Me gusta como cuentas
ResponderEliminarLa realidad de tus letras me encanta
un abrazo grande
Gracias, Recomenzar. Me encanta leer tus comentarios siempre positivos cuando pienso que lo que escribo no vale para nada. Un abrazo enorme.
Eliminar