No
sé muy bien cómo empezar ni lo que realmente quiero contar, pero necesito sacar
esto de dentro. Anteayer (lunes diecisiete de febrero) hubo un accidente en la
estación de Cercanías de Nuevos Ministerios. Hay noticia difundida por agencias, así que
puede suponerse que la versión de los testigos afirmando que la caída de la chica
fue accidental, es fiable. Hay un pacto con la prensa para que no se difundan
los casos de intento de suicidio en las vías.
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Entrada a Nuevos Ministerios, de Dorotea Hyde |
Iba
en un tren posterior y cuando llegamos a Atocha estuvimos esperando un rato. No
anunciaron nada por megafonía, así que imaginas muchas cosas: acumulación de
trenes, autoboicots, averías reales… ¡Quién sabe si pocas veces nos informan!
Llegamos a Nuevos Ministerios con quince minutos de retraso y lo primero que vi
al bajar al andén fue un montón de policía. Estaba claro que había pasado algo,
algo que te imaginas gordo cuando ves a los servicios de limpieza fregando y
más todavía cuando una de las limpiadoras le dice a un compañero: “yo lo siento
por la chica”. Un poco más adelante, la rampa de evacuación abierta. Ya no hay
duda. No quedan rastros físicos en el andén, pero el aire te transmite las
sensaciones de toda esa gente que ha estado trabajando para que los viajeros no
veamos nada.
En
ese momento pensé en lo que vi el viernes y mis piernas comenzaron a temblar.
Eran casi las once cuando llegué a mi estación, cansada, muy cansada después de
una jornada de trabajo y tres horas intensivas de curso. La cabeza ya casi no
me funcionaba, sólo pensaba en pillar la cama. En Atocha, el tren tardó un
pelín en salir, pero lo achaqué a la hora. Nada raro hasta que no me bajé del
tren y tras dar unos pasos vi algo en el suelo que atrajo mi atención. Miré a
mi alrededor y a la gente le pasaba lo mismo, todos mirando para comprobar que
aquello era real (y quizás también por el morbo, para qué negarlo). De cerca,
vi que eran restos de material sanitario ensangrentado. En ese momento no
quería pensar en lo peor, sólo que ya le vale a alguna gente tirar sus cosas
guarras por ahí. ¡Cómo si fuera una compresa! Seguí hacia los tornos y me
encontré con la segunda pista: unos guantes azules de los que usan los
servicios de emergencia. Y mi cabeza comenzó a funcionar a mil… bueno, a cien,
que a esas horas ya no da para mucho más.
El
sábado hice una búsqueda de noticias y nada, ni rastro de lo que pudo haber
pasado. En estos casos te pones en lo peor, porque la falta de información a
veces dice más que un comunicado. Todo son suposiciones, claro, pero tras
encontrarme con dos sucesos en tres días, las emociones pudieron conmigo. Pensé
también en la gente que lo vive en directo, en los que a pesar del horror acuden
sin dudarlo a socorrer a la persona (¿haría yo lo mismo o me desmayaría?), en
el maquinista que puede culparse aunque no pueda evitarlo, en la cara de mi
jefa si llego a encontrármela en la puerta, incrédula como siempre de todo lo
que le cuento y quitando importancia a las desgracias ajenas. Puedo oírla: “eso
no es nada” y veo sus ojos diciendo: “no sé por qué te pones así” y “si en
realidad estás mintiendo”. Y también en los que se lanzan voluntariamente
marcando para siempre la vida de los demás.
No
puedo dejar de coger el tren de la misma forma que no dejamos de ir en coche
aunque nos encontremos accidentes terribles. Pero impacta y durante unos días,
al llegar a la estación, es lo primero que se me viene a la cabeza.
Impacta, sí... y hace plantearse muchas cosas como te ha pasado a ti.
ResponderEliminarY muchas más, pero no quería alargarme :( Gracias por pasarte! :)
EliminarSiempre... ¿estamos locos? Y además tengo que decirte que esta entrada es de las que mejor te ha quedado ;-)
ResponderEliminarGracias!! Se ve que le voy cogiendo el punto :)
ResponderEliminarMe acabo de tropezar con tu blog #YaMeVale XD y no puedo dejar de poner 1 comentario en esta entrada porque hay cierto guión cinematográfico que empieza con "no miren a la vía" y cuando lo leas fijo que tu mente recordará este post...
ResponderEliminarNo te preocupes, no le doy mucha publicidad :D Ya te contaré cuando lea el guion. Aunque eso de "no miren a la vía" es como el "no mires abajo" :)
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