Neo Wang: loves > money |
Por una vez,
y sin sentar precedente, voy a meter un poco de política en mi blog. Detesto la
política, al menos la que se hace ahora mismo en España, pero hoy ha pasado
algo que me ha afectado más que normalmente porque conozco a uno de los
detenidos. Mientras escribo, unas horas después de conocer la noticia, todavía
tengo cierto revoltijo en el estómago y no son mariposas del amor.
Esta mañana
fueron arrestadas cincuenta y una personas dentro de la operación Púnica, por estar
implicadas, presuntamente, en el cobro de comisiones. Una de esas personas, en
el pasado, formó parte de mi vida cotidiana. Fue alguien especial, le gustaba,
pero aquella época fue muy difícil para mí y no pude corresponderle. Nunca me
lo dijo abiertamente y es algo que le agradezco porque así no me vi en la
situación de decir que no. Sí, lo sé, soy una cobarde, pero rechazar a alguien
no es agradable. Cuando lo conocí ya estaba metido en política. Además de todos
mis problemas particulares, ese fue un punto más a tener en cuenta.
Aunque él me caía muy bien, me producía un verdadero rechazo su condición
de político. A algunas personas ese poder les atrae, a mí me alejó más.
Y hoy saltó la noticia. Leí que detuvieron a varios alcaldes de Madrid y miré la lista con atención, por si estaba el del pueblo donde vivo. En lugar de eso, vi un nombre conocido y, a pesar de no saber de él desde hace más de cinco años, algo me golpeó. Algo más fuerte que el conocer que la corrupción pudre el país. Fue el saber que alguien que conozco, alguien al que creía honrado y diferente, puede estar tan podrido como los demás. Si somos un poco sensibles, sufriremos con cada mala noticia, con los niños que pasan hambre, con los ancianos desahuciados, con los fallecidos en las carreteras y nos implicaremos con una pobre mujer enferma de ébola. Sin embargo, esas cosas normalmente están fuera de nuestra vida y las olvidamos para seguir adelante. ¿Y cuando alguien conocido, aunque sea lejano, está implicado? Todo cambia. No puedo pensar en otra cosa desde que lo supe y me siento mal, decepcionada. Parece que todo el que entra en ese mundo se vuelve igual que el que ya está dentro aunque sea por supervivencia (algo que para mí no es excusa).
Todo esto me ha hecho pensar. Dos de mis amigas siempre me dijeron que me iba a arrepentir. Nunca lo hice, ahora menos, aunque sea inocente (y prefiero creer que lo es).
Eso no es política, es delincuencia, inmoralidad, falta de ética, desprecio. La política es algo más noble que ya está desprestigiada, en el fondo de un cubo de basura podrida y apestosa.
ResponderEliminarSi además se mezclan los sentimientos y los recuerdos personales, uff, vaya trago. Siempre queda el consuelo de pensar que las personas son buenas y el sistema o las presiones son las malas.
Muy bueno tu blog.
Saludos!
Gracias por pasarte, José. No sé si el sistema tiene toda la culpa, pero indudablemente nos influye. Y la revolución de sentimientos ha sido importante esta vez.
EliminarSaludos para ti también.
Yo también detesto la política pero la política insiste en no pasar de nosotros. Hay temas tan graves que a veces nos salpican. En tu caso te moja bastante. Pero las personas no son la idea que tenemos de ellas. Yo no me veo robándole a la gente a manos llenas como esta gente. Ocasionalmente he tenido problemas morales con llevarme un bolígrafo que no fuera mío de una oficina(y eso que no soy creyente ni religioso). Pero es cierto que algo les ocurre a estos hombres que entran en el gobierno. No sé si tu amigo y ex-candidato fracasado a tu cuerpo será inocente. Hasta que no se demuestre lo contrario solo es presunto culpable o así. Pero no pongas la mano en el fuego por nadie. Y no se imputa alegremente. Debe haber muchos indicios. En fín. Interesante post el tuyo.
ResponderEliminarA mí me pasa igual. Lo más que hago es llevarme un boli e imprimir algunas cosas en el trabajo. ¡Si hasta voy a hacer gestiones del curro con mi abono transporte! Creo que sí, que cuando se entra en ese mundo se cambia, pero como le decía a José, no sé si toda la culpa es del sistema.
EliminarY no, desde luego no hay que poner la mano en el fuego por nadie porque puedes encontrarte vendido.
Gracias por pasarte :)
Hiciste bien en rechazarlo. Espero que sea inocente. Pero no por él, sino por quienes lo votaron y depositaron su confianza en él.
ResponderEliminar¿Por qué no dirigen nuestras madres el gobierno? Cada año una o así. Ya veríais cómo nos iba mejor. Bromas aparte, sé que es fácil decirte "no dejes que te afecte". Te afecta y es normal. Es una mierda que las personas tengan la manía de ser como son, no como desearíamos que fueran. Sería un mundo tan bonito…
Anímate, muchacha.
A mí me cuesta que no me afecte. De algunas cosas me recupero antes y con otras voy más lenta. Sin embargo, se lo comenté a algunos compañeros con los que sigo en contacto, y pasan de todo. No sé si es que estamos tan escaldados que algunos se han quedado sin terminaciones nerviosas, que les da igual que la persona sea conocida o no o que se deshicieron del vínculo. El caso es que me sentí como la tonta que sufre por todo. Pero ya es agua pasada :)
EliminarQué fuerte! Y al final como quedó la cosa, era inocente? Ay que podrías haber sido como la Pantoja o la Infanta.
ResponderEliminarNo me lo quiero ni imaginar. Prefiero lucir mis zapatos rojos en otros escenarios XDD No sé cómo quedó, creo que aún no se ha celebrado el juicio. Todas mis amigas: "pues sí que te afectó el asunto", jajaja. Porque nunca confesé que estaba coladita por él.
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