martes, 8 de marzo de 2016

La lucha del día a día


Hoy es el Día Internacional de la Mujer. Nunca me ha gustado este día. Primero porque se hace referencia a él como Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Yo aún era estudiante cuando me preguntaba por qué las mujeres lo necesitamos si hay ya un día del trabajador/a. ¿Y qué pasa con las que no trabajan pero están en la lucha? Segundo, porque si es necesario que haya un día para la mujer es por algo y ese algo da auténtico asco. Lo siento, últimamente estoy un poco negativa y muchas cosas me dan asco. It’s beyond my control.
R.C. Beadle, A.H. Brown, and suffragettes
R.C. Beadle, A.H. Brown, and suffragettes
Lucho en mi día a día contra la discriminación que sufrimos. Lucho contra las diferencias generacionales con mis padres (¡y lo que luché con mis abuelos!); lucho contra algunas de mis compañeras de trabajo, que parece mentira que sean mujeres y madres en el siglo XXI; lucho día a día viniendo a trabajar como mujer joven contra algunos de mis compañeros hombres, viejos y jóvenes; lucho contra mi prima cuando dice que una tía es una puta porque grita cuando folla con su novio; lucho contra mi familia y sus prejuicios; en realidad lucho contra los prejuicios en general. Y a veces no lucho y simplemente vivo y hago lo que me da la real gana como un hombre y me da igual lo que digan. Pero no todos somos iguales, nuestras personalidades están teñidas de todos los colores imaginables. Por eso, por nuestra educación (con educación me refiero a nuestras influencias, a lo que aprendemos a lo largo de la vida, no sólo lo que nos enseñan en casa o en la escuela) y por factores externos, a veces, no somos capaces de luchar.

Hace unas semanas empecé a escribir sobre la tormenta que estalló al fin en el zulo. No llegué a publicar el texto porque no conseguí llegar a dónde quería ni darle el tono adecuado. En él narraba el ataque de histeria sin sentido que Sandra nos ofreció a Ana y a mí. El desencadenante era una tontería, se veía claramente que había mucho más detrás. Ese mucho se ha venido mostrando entre líneas desde el día que la conocí: exageración continua de felicidad, su actitud con Mr. Lolas o su comentario de desprecio por la celebración de su último aniversario son solo una muestra de los detalles del día a día. Sin embargo, desde la tormenta se va abriendo más y más y sus palabras ya no hay que interpretarlas. Según lo que sé, su matrimonio es una auténtica mierda. Es muy probable que su marido le ponga los cuernos, pasa más tiempo con sus colegas que con su familia pero se cabrea porque ella se va unos días con sus amigas (la primera vez que lo hace desde que compartimos oficina), decir que es celoso es quedarme corta y por sus historias y su actitud estoy pensando que puede ser un maltratador, psicológico al menos (que no me parece poco).

Mujer de espaldas en un bosque
Echoes of last night, de Pixelmädchen6
Sé que lo está pasando mal. Brotes de histeria irracional, sesiones con el psicólogo, insomnio, un par de copazas de vino imprescindibles para dormir, pastillas para aliviar el estrés, el decir que “si me divorciara me moriría”. Mis suposiciones en La guerra de las cien rosas son reales, por eso deja las flores en la oficina en vez de llevarlas a casa. Me preocupa. No solo porque es triste ver sufrir a alguien que está a tu lado, sino también porque no busca una solución porque no puede buscarla. No hace nada sin consultarle a ese hombre que yo ya veo como un ogro, incluso es posible que su falta de autoestima sea en parte producida por él. Ojalá algún día se libre. Ojalá algún día aprenda que vivir sola puede ser bueno, sobre todo vivir sin alguien que te machaque. Ojalá llegue un día en el que nadie tenga que vivir así.

Por casos como el de Sandra y por muchos otros existe el día de hoy, aunque la lucha sea todos los días y sin repercusión mediática. 

5 comentarios:

  1. Si no es por algunos bloggers o Tú con tu maravilloso texto
    .. Nadie festeja aqui en USA Ese dia
    gracias y abrazos

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    1. Gracias, Recomenzar. En España tiene mucha visibilidad, quizás porque tenemos muchos problemas con este tema, empezando con la violencia de género. Espero de verdad que llegue un momento en que todo sea igualitario y no tengamos que celebrar nada. Solo que no sé si yo lo veré. Un abrazo enorme ^^

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    2. Aqui no se siente la diferencia en cuanto a salarios ni posiciones es por eso que es muy interesante tu texto para mi

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  2. No sé si el día de la mujer es necesario. La lucha por la igualdad ha de seguir, eso sí es cierto, aún hay brecha y se nota principalmente en el trabajo. Por lo demás yo defiendo a cualquier amiga o familiar que se vea sometida a un macho maltratador psicológico o de los otros. Pero no es menos cierto que me he encontrado algún caso a la inversa y no es menos grave(conozco a una mujer policía que me dijo que en las puertas de los juzgados le gustaría matar a ciertas mujeres que obligan a sus hijos a decir que sus padres las maltratan para quedarse con la custodia y eso, ojo, lo dice una mujer, mi buena amiga police). Como hombre que nunca ha visto a una mujer peor que un hombre no tengo problemas con el sexismo. Pero eso también me ha hecho entender que si las mujeres no sois peores que los hombres tampoco sois mejores. Al final prefiero hacer valoración de los casos individualmente y apreciar a las personas por sus actos uno por una. En cuanto al día de ayer... bueno, tampoco es una celebración o petición molesta. Y si las empresas dejan de tratar a las mujeres como ciudadanos de segunda pues tampoco estaría mal. Supongo que ciertas personas sí necesitan recordatorios señalados. Está claro que en ciertos niveles culturales como el tuyo estás de vuelta de eso y no los necesitas porque ya los llevas a cabo. Para ti es cada día el día de la mujer, o el tuyo.

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    1. Sé que las denuncias infundadas son minoría, pero las hay. Y también de casos al revés, de mujeres que maltratan a sus parejas hombres (y no creo que las parejas homosexuales se libren de esta lacra), aunque sean minoría y la víctima tenga una vergüenza terrible a denunciarlo porque va en contra de "lo que supone ser hombre".

      Y te doy la razón. Quizás yo luche día a día, pero hay mujeres (y hombres) que no pueden hacerlo. Ellos sí necesitan el día ocho y también que otros luchen por ellos.

      Un abrazo.

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