miércoles, 8 de marzo de 2017

Lo que me inspira la música (8): Día internacional de la mujer


Odio las injusticias y las desigualdades. Odio las malas noticias y que el mundo sea una mierda, odio que me atragante el desayuno y que me cueste tanto desconectar para no hundirme y poder seguir con mi vida.

Odio a la gente que vive en una burbuja, aunque en cierto modo los envidio por poder aislarse y vivir en su propio mundo happy flower. Pero odiaría vivir sin hacer nada, sin poner mi granito de arena para solucionarlo. Odio a los pasotas, a los que van por la vida dándoles igual si pisan una flor o una cagada de perro. Odio a los que protestan por “todo” siendo mentira. Protestan por joder, por hacer daño, por molestar, porque están llenos de mezquindad y les gusta ver el sufrimiento que causan con sus protestas idiotas y sin sentido, pero luego no protestan por problemas importantes y se escudan tras un “no tengo opinión sobre eso” para no tomar partido. Porque tomar partido es difícil, a veces estás solo/a ante los demás para y por defender tus ideas.

Odio a la gente a la que no le importan las injusticias y odio todavía más a los que las fomentan. Odio a los intolerantes.  Odio a los racistas, a los misóginos, a los machistas, a los antisemitas, odio a todos aquellos que discriminan a otros por su raza, sexo, ideas o religión.

Odio a las mujeres que dicen no ser feministas porque fomentan dos cosas que odio: el machismo y la desigualdad. Odio que las mujeres digan yo no soy feminista y a continuación se quejen de que en su trabajo no pueden ascender por ser mujeres, por ser treintañeras y estar en una franja de edad en la que quisieran ser madres. Las odio porque no saben qué es feminismo en realidad y no quieren saberlo.

Odio a los hombres que dicen no ser feministas porque fomentan dos cosas que odio: el machismo y la desigualdad. Odio que los hombres digan yo no soy feminista y tengan una hija y un hijo y no los traten igual porque ella es más frágil, está más indefensa y no es tan inteligente como su hermano.

Odio a la gente que dice no estar de acuerdo con que se celebre el día internacional de la mujer. Odio a las mujeres que dicen que no vale de nada, que no luchan, aunque ganen menos que sus iguales masculinos. Odio a la gente que se ríe cuando digo que si ese día está ahí es por algo, que está ahí por un problema de violencia de género, por un problema de desigualdad económica, social y cultural, odio que me escuchen como si lo sintieran lejano. En realidad es así, pero nada les garantiza no conocer a una pareja que les pegue, o que sus hijas sean maltratadas única y exclusivamente porque durante años se nos ha considerado el sexo débil. Y odio a los que se ríen cuando les digo que este día se celebra porque miles de mujeres viven esclavizadas. ¿Qué más da lo que pase en el tercer mundo o en el prostíbulo de ahí al lado? No vemos, no escuchamos, no existe. Odio que me digan que hay mujeres que no trabajan. También hay hombres que no trabajan, los hay incluso que machacan y esclavizan a los que trabajan y, sin embargo, (de hecho esa es la razón) tenemos el uno de mayo.

Odio el egoísmo, odio a los que no son capaces de bajar sus defensas y posar los ojos por un momento en los demás. Los odio, no puedo evitarlo. Y odio sentirme así, con esta sensación desagradable por dentro de soledad e impotencia. Por este motivo, feliz día de la mujer trabajadora a todas. A todos. Y a todes.

4 comentarios:

  1. Llego tarde a tu blog aunque en el día de la mujer, más o menos, estuve.Incluso tenía una manifestación cerca de casa en la que me informaron ya de buena mañana del tema del día que era sacudirse el estupor y la inactividad de la que hablas y pedir igualdad de sueldos entre hombres y mujeres, iba contra la violencia de género, etc.
    No sé de dónde sale lo de no hacer nada cuando crees que no te afecta. Lo de esperar a que te suceda a ti para quejarte y entonces ya sí, indignarte porque hay gente que no te secunda. Creo que sale de algún lugar muy infantil del ser humano, profundamente egoísta. Ese egoísmo nocivo que al final causa daños colaterales y acaba salpicando al que lo ejerce.
    Hay que explicar en el colegio que las injusticias que sufre el prójimo, más tarde o más temprano, te afectarán a ti. Que la injusticia es contagiosa y si no la frenas se extiende. En fin, espero que fuera un buen día para ti. Pero que continúe siéndolo hoy también.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No llegas tarde, S. Quizás el 8 de marzo sirve para visibilizar el problema, pero las injusticias suceden todos los días. Quizás el día de ayer fue una excusa para escribirlo, pero el detonante, por ejemplo, fue el día anterior, al hablar con un grupo de seis personas totalmente apáticas y pasotas. Ellos son parte del problema, por eso no lo ven. Me cabrearon tanto que no pude ni dormir, y de ahí salió esto.
      Un abrazo y gracias por pasarte :)

      Eliminar
  2. seria bueno que siempre fuera el dia de alguien
    me ha encantado tu escrito

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En realidad lo es! :) No porque lo indique ningún calendario oficial, sino porque siempre hay alguien que lucha por algo cada día y día a día, haciendo que a los demás nos importe... O eso quiero pensar, porque está claro que a algunos no les importa nada :(

      Un abrazo

      Eliminar