La magia de los números

Foto de Laura Adai. Licencia Unsplash

Desde hace unos meses mi jefa recibe bastante presión para obtener ciertos resultados por mi parte. Y no los consigue, por si hacía falta aclaración. Hay varios motivos, como que me asignan otras tareas que devoran mi tiempo o que los resultados se contabilizan en porcentaje. Si el personal del departamento crece, pero sigo siendo la única que me ocupo de una determinada tarea, aunque consiga siempre el mismo número de objetivos, porcentualmente mi rendimiento será cada vez más bajo.

¿Un ejemplo? Volvamos a las manzanas.

Imaginad que soy la encargada de pulir las manzanas para que estén brillantes. En el almacén había 200.000 manzanas en enero de 2019. Si no me asignan otras tareas, soy capaz de pulir 20.000 manzanas al año, es decir, un 10% del total. Como me asignan otras tareas, sólo llego a 10.000 manzanas pulidas, es decir, un 5%.

Resulta que cada año, el número de manzanas en el almacén aumenta en 10.000 unidades, es decir, que en enero de 2024 había 250.000. Todos estos años, he seguido puliendo 10.000 manazas al año, así que podría decirse que soy constante a pesar de los incidentes complementarios a los que tengo que hacer frente. Pero veamos cómo de bonito es el porcentaje para los últimos cinco años. La primera cifra es el total de manzanas en el almacén a uno de enero del año indicado; la segunda es el porcentaje de lo que pulo al año:

2020: 210.000 / 4,76%

2021: 220.000 / 4,55%

2022: 230.000 / 4,35%

2023: 240.000 / 4,17%

2024: 250.000 / 4%

Y así, señoras y señores, es cómo se usan los números para hacer magia.

La realidad es que trabajo más cada año, aunque pula menos de 10.000 manzanas porque hago cada vez más tareas, pero estos porcentajes son lo que se ve y lo que importa. Lo que tienen en cuenta mis jefes es ese punto porcentual de menos y no me resulta fácil luchar contra eso. Mis otras tareas no son cuantificables ni relevantes porque todo el mundo pasa de contabilizar cosas como número de dudas resueltas por email, número de campos corregidos en la base de datos del departamento o el número de certificados expedidos a solicitantes externos y que son verdaderos ladrones de tiempo.

Si la empresa sigue el mismo ritmo de crecimiento, en los próximos cinco años habré bajado otro punto porcentual. A medida que ese porcentaje decrece, aumentarán las broncas de mi jefa y es bastante agotador. Es más, cuantas más broncas irracionales me echa, más quemada estoy y menos rindo, pero qué sabré yo si solo me dedico a pulir manzanas.