RTVE (Barcelona), de albertizeme |
Desde antes de terminar mis
estudios universitarios yo tuve muy claro que no quería hacer oposiciones,
aunque todo el mundo me lo preguntaba. ¿Y ahora qué? ¿A preparar oposiciones? Siempre
dije que las únicas que prepararía, sobre todo trabajando, serían las de Radio
Televisión Española (RTVE).
Siempre me gustó escribir, pero al llegar a Madrid comencé a asistir a talleres y cursos que me acercaron a la escritura y al mundo audiovisual, de ahí mi preferencia por esas plazas. El problema es que las últimas que se convocaron (hasta ahora) fueron las de 2007.
Por supuesto, me presenté. Me
enteré nada más acabar la carrera y eso jugó a mi favor porque tenía los
conocimientos muy frescos. También me ayudó el hecho de que estaba trabajando
en una televisión y estaba puestísima en actualidad. Pero no me dio tiempo a
estudiar apenas, incluso el día anterior me fui de excursión con unas amigas.
Al fin y al cabo iba a probar, no a aprobar.
Y pasó lo que esperaba. Por un par de décimas, pero suspendí.
Era joven, ya tenía la
experiencia, sabía qué tipo de preguntas hacían y conservé la esperanza de
poder repetir pronto y la siguiente sería la mía. Sólo que la vida nunca sale
con las cuentas que echamos y pasaron los años y pasaron y las oposiciones no
salían. Entonces, hace un par de años comenzó a surgir el rumor de que se
estaba cociendo una nueva convocatoria y me propuse ponerme a estudiar, pero
había dos problemas en mi vida.
El primero, mi situación en el
trabajo. A principio del año 2021 yo estaba casi destruida. No hablé del tema
abiertamente en el blog porque me hacía mucho daño. Una entrada con
cinco líneas incompletas cuando llegué a uno de mis puntos más bajos es
casi el único testimonio que hay de aquello. Tardé muchos meses en recuperarme.
Aún no estaba bien del todo cuando retomé las entradas en el blog unos meses
después. Cuando leí que la convocatoria se acercaba, era incapaz de estudiar,
de concentrarme, de dormir y a veces hasta de respirar.
El segundo, que tras quince años
sin convocar oposiciones, no había temario. Decían que esperáramos a que
salieran las de los procesos internos. Ya. Que estudiáramos los apuntes de la
carrera. Claro, como si la hubiera terminado anteayer, como la vez anterior.
Mis apuntes serían una reliquia si todavía los tuviera. Por supuesto, podía ir
revisando la legislación y empaparme de actualidad, pero con mi estado anímico
la tarea fue imposible.
Lo di por perdido.
Hasta mayo de este año. Entonces,
la ilusión opositora volvió a mí.
[Continuará...]
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