viernes, 21 de febrero de 2025

Oposiciones RTVE 2024 (y 3)

¿Sabéis cuántos años hacía que no hacía un examen?

Diecisiete.

17.

La última vez fue aquella última convocatoria de oposicióndel 2007. Y presentarme a uno de nuevo ya no era una gran motivación por todo lo que había pasado las semanas anteriores.

Ese día por la mañana aún me sentía bastante mal del resfriado que tenía, pero así y todo decidí ir. Salí pronto a hacer la compra y un par de recados pendientes, picoteé algo temprano y busqué la mejor ruta para llegar evitando el tren de cercanías, por si el destino ponía retrasos debajo de las ruedas. Y menos mal que se me ocurrió buscar una alternativa porque hubo problemas tanto a la ida como a la vuelta y no sé si habría llegado a tiempo. Mi subconsciente al final se puso en modo llegar.

Facultad de Económicas y Empresariales de la Universidad Complutense de Madrid. Campus de Somosaguas
Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales.
Universidad Complutense (Campus de Somosaguas)
El campus de Somosaguas de la Complutense me pareció rarísimo. Había edificios en obras, pero obras que parecían abandonadas. Facultades divididas en varios edificios. Es una universidad tan grande que no es extraño, sólo que me costaba orientarme, como si la universidad donde yo estudié no estuviera organizada de una manera parecida.

Al fin llegué al edificio donde nos habían convocado. El día estaba buenísimo. Ya había gente por los alrededores, casi todos en grupos y casi todos repasando. Yo me tiré en el césped para llamar a mis padres y luego leer un rato. El tiempo no pasaba y decidí dar un paseo. Me recorrí sendas vacías que normalmente estarán concurridas. Llegué a la zona de paradas del bus, que ese día estaba muerta. Y vi cómo poco a poco la gente iba llegando al edificio.

Grabé un vídeo para contarles la historia a dos amigos blogueros en primicia y, al terminar, regresé al lugar de la convocatoria. Y cuál no fue mi sorpresa que me encontré a una amiga de los tiempos de la universidad. Allí estábamos las dos para pasar por lo mismo. Al menos el último tramo de espera se hizo más agradable mientras nos poníamos al día. Y gracias a eso el tiempo se pasó más rápido y casi ni noté que nos llamaron más tarde de la hora.

Al fin nos tocó entrar. Teníamos que ir a plantas diferentes, así que me despedí de ella y busqué mi aula. Fui al baño porque no tenía prisa por entrar y entré casi de las últimas. Me tocó en la penúltima fila ocupada, pero faltaba mucha gente.

Para controlar el examen había dos pipiolines que de lejos parecía que ni siquiera tenían barba. Me pareció curioso que, el menos en el aula donde estaba yo, la media de edad era bastante alta. Y ver a esos dos niñitos jugando a tener autoridad tenía su gracia. Nos dieron las instrucciones, nos pasaron un sobre para guardar nuestros objetos electrónicos y repitieron hasta el aburrimiento que los aparatos tenían que estar apagados, aunque estuvieran en el sobre. Y el inicio del examen se retrasó un buen cuarto de hora porque había varias personas que no sabían cómo apagarlos.

Cuando abrí el cuadernillo de las preguntas se me calló el cielo encima. ¿Pero sabéis qué? No me pareció tan difícil. No aprobé porque no estudié. No aprobé porque no tenía nada que ganar y me la jugué, y en estos exámenes te quitan un tercio de punto por cada fallo. Arriesgué como si estuviera en un casino jugando dinero que no era mío.

Terminé lo antes que pude y ni siquiera fui la primera en salir. Si soy sincera, el camino de vuelta fue un poco desalentador. Ya estaba anocheciendo, el campus estaba completamente vacío, los edificios en obras tenían una pinta fantasmal y el bajón cayó sobre mí con toda la fuerza. Porque me quiero ir de este trabajo, estoy en una edad malísima y veo que la única opción que tengo para cambiar es emprender y qué coño sé yo de emprender. Porque esto, que era un sueño, ya no lo es y los cambios, aunque sean los de nuestra propia mentalidad, quizás sobre todo esos, siempre son duros.

Pero sigo adelante. Y no pierdo la esperanza de poder irme de aquí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario