Primera hora del viernes. No es dolor exactamente lo que
siento en la cabeza, es algo parecido a una presión. No llega al nivel de una
resaca, es como la sensación que me produce una noche de insomnio, pero sé que
es el exceso de alcohol el que la causa. Tampoco imaginéis que bebí tantísimo
(no pongo cantidad porque más de uno se reiría de mí, echadle imaginación).
Alcohol
+ fuego = combustión
A glass of fire, de Hugo Martins |