Para este post había elegido un tema serio a la
vez que loco, iba a darle un toque divertido y era picante por sí solo. Me
llamó tanto la atención la
noticia en la que me iba a inspirar que se lo comenté a todo el mundo y
tanto va el cántaro a la fuente…, al final se la casqué a quien no debía, a
alguien que no quiero que aparque por aquí sus posaderas. Hablar del tema
significaba que podría buscarme y localizarme. Y me vi de nuevo en una crisis
de ideas, con la presión adicional de contar algo interesante porque me di
cuenta de que este es mi post número cien.