The panic
key, de Phil Romans
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Llamada de la Rotten.
De nuevo aparece el inicio de entrada más recurrente en mi
blog. No puedo evitar sentir pánico cada vez que veo su nombre en la pantalla.
Aun así, levanté el auricular, hola, porque está menos intensa, hola, en un
susurro misterioso. ¿Eh? ¿Y ahora qué le pasa? El caso es que tanto secretismo
me enganchó como en una película.
¡Por fin! Por fin va a cortar conmigo. Ay, no. No era eso. Era
sobre alguien de aquí. Yo escamada, preocupada. Bajó aún más el volumen ¿Te
viene bien a las dos? Necesito tu ayuda para ayudarle. ¿Mi ayuda? A pesar de
ser mi hora de la comida le dije que viniera. En los días que tengo inglés como
mientras trabajo para recuperar algo del tiempo. Mejor así que a las seis.