viernes, 17 de mayo de 2019

De versión en versión (1): El perfil de Mike

Compañeros de trabajo cotilleando
Advice, de Eric Molinsky para CALI Lesson
Dorotea:

Mike es calvo, flaco, tiene los ojos marrones y usa gafas de metal gris. Nos conocimos cuando vino a su entrevista, supongo que no se acordará. Diría que se acerca a los cuarenta, aunque probablemente la calvicie lo haga parecer mayor. Es callado pero simpático, tiene una voz suave y su risa es contagiosa. Habla inglés con acento americano porque su padre es de Estados Unidos, su madre española. Tiene su puesto de trabajo en la última planta y las dos veces que subí desde que llegó, vi un libro sobre su mesa. De vez en cuando nos encontramos en la cocina y charlamos un rato.

Cuando supimos de su llegada, a mis compañeras les alegró muchísimo. Creo que eran sinceras porque escondían un pensamiento malévolo: lo imaginaban como su secretario y no el de nuestra jefa y eso hacía que echaran las cuentas de la lechera y los números les cuadraran. Sin embargo, mi jefa les paró los pies, lo acaparó y se les rompió el cántaro. Sandra pudo pegar los añicos, Sara Pestes, más bruta, no pudo hacer nada con el suyo. Y Mike, aunque colabora con ellas en algunas cosas, se dedica sobre todo a proyectos de Diana. Lo que a mí me parece lógico, a la Pestes la enerva y Sandra lo va llevando porque de vez en cuando le pide ayuda delicadamente con alguna tarea, pero está a la defensiva y aún no sé por qué (en realidad sí, pero no tengo pruebas).


Sandra:

Mike es… está bien. No sé qué mandarle. Está continuamente sin nada que hacer, ¿qué le mando? Me siento responsable. Qué feíto es. Pero es que no sé qué mandarle. Le pregunto a Doroty continuamente qué puedo mandarle, pero la muy… me enferma, no me ayuda, y Mike sigue arriba sin hacer nada. Ayyyyyyyyy-Y. Continuamente me pregunta en qué puede ayudarme y no sé qué decirle. Es muy ordenado.


Sara Pestes:

¿El becario? Un jeta.


La Rotten:

Mira, Doroty, yo no entiendo por qué este chico estudia alemán. Es una pérdida de tiempo, no sirve para nada, ¿qué puertas le va a abrir? Estudiar como un negro para nada, para nada.

[Unos días después]

Doroty, yo gracias a hablar alemán encontré un trabajo buenísimo haciendo traducciones del alemán al inglés. Vaya si conozco yo a los alemanes después de tantos años trabajando con ellos. Pero eso, por hablar alemán.


Sandra:

Umm, Mike no me da buena vibra. Es un mentiroso. Dijo que estaba ocupado con una tarea urgente de Sara para no ir al acto de bienvenida a los nuevos, pero no es verdad. Bueno, Sara le mandó algo, un peñazo que además había hecho en parte para mí, pero no tenía por qué haberlo puesto como excusa diciendo que era urgente y no debió haber descubierto a Sara… aunque en realidad no sabe que Diana nos advirtió de que no le pidiéramos ayuda sin que ella lo supiera. Y puede, no estoy segura, que fuera a la presentación nada más entrar… sí, puede que sea cierto. ¡Pero le dijo a alguien que yo no quería enviarle la lista de puestos para conferenciantes que tenemos asignados y nunca me la pidió!


Sara Pestes:

Me parece fatal que Mike me haya puesto como excusa, yo nunca, ¡nunca!, pongo excusas, y nunca, JAMÁS, menciono a los demás, ¿me oyes?, ¡JAMÁS! Además, me ha creado un problema con Diana, que me da igual, pero vamos, que no sé por qué dijo que yo le había mandado algo.

Y mira el email que me ha enviado, me dice que si me parece bien, cuando tenga algo para él lo va a consultar antes con Diana, para estar seguro de que ella no va a pedirle nada. Que si me parece bien, ¿qué me va a parecer? Si está absolutamente dirigido por ella. ¡Maldito becario!


Dorotea:

No conozco a Mike. Los detalles que he puesto en mi primera intervención es información que es evidente y la que no, pienso que se nota que es supuesta. A mis compañeras las conozco muy bien, por eso tengo mis dudas sobre el asunto de las tareas. No pondría la mano en el fuego por él, pero ellas son lo suficientemente mentirosas como para manipular la información y convertirla en otra cosa. Así que no sé si el adjetivo urgente a la tarea de Sara se lo otorgó él, o fue Sandra cuando entró contando la historia en silencio, misteriosa y de puntillas, para que yo no la oyera.

Sobre las direcciones, la frase exacta de Sandra fue: “Mike dijo que yo no le había enviado nada”. Pero ¿cuál fue la pregunta a la que respondía con eso? Son muchos años conviviendo en la misma oficina. Paso más tiempo con ella que con mis amigos y mi familia y, de la misma manera que sé perfectamente cómo modifica las cosas, cómo las cambia y también la entonación que usa cuando inventa, creo que ella menosprecia mis facultades. Por supuesto, nunca la he sacado de su error y he seguido haciéndome la tonta.

Desde el principio han visto a Mike como un enemigo. Primero a la Pestes le pareció fatal que nuestra jefa estuviera buscando un asistente y no la avisara ni le pidiera estar en las entrevistas. Luego le cabreó que no sea su asistente. Como secretario de mi jefa nos da apoyo a todas en ciertas tareas, pero no es suficiente, ella querría endosarle sus tareas más ingratas, machacarlo. Lo de Sandra es por solidaridad con Sara y porque cada vez que empieza a trabajar un chico con nosotras se pone en su contra, aunque luego es la primera (y la única) en tirarle los tejos. Yo, de momento, soy amable con él manteniendo las distancias, como siempre con la gente nueva desde la Rotten. No sé si algún día descubriré quién es en realidad, si las historias de Sandra que desencadenaron un pequeño incendio son reales o no, pero me cuesta mucho creer cualquier cosa que cuenta porque a ella sí la conozco bien.

4 comentarios:

  1. Misivas de oficina sobre el nuevo y rarito. Que no tenga un cometido fijo permite esa situación. Muy divertidos los comentarios

    Un abrazo y feliz finde

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    1. Has dado en el clavo, Albada. Mi jefa lo tenía que haber guiado desde el primer momento, darle la lista de tareas y decirle claramente lo que le dijo a las otras dos: que antes de hacer algo para otros, lo consultara con ella. Se iban a enfadar igual, pero al menos se habrían ahorrado algunos malentendidos. Aunque sin eso, no hay historia que contar aquí. :D
      Un abrazo y buena semana.

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  2. Me parece una explicación perfecta de lo que hacen las habladurías. Mejor todavía, no es una explicación. Das voz a las personajes y cada uno que entienda lo que pueda o quiera. Yo me quedo con tus hechos objetivos. Y después de tantas historias relacionadas con esas criaturas, especialmente la pestes, tampoco me fiaría mucho. Sólo me consuela saber que el pobre trabajador con motivos más que sobrados para la timidez no sabe nada. Aunque a veces se intuye si la gente disimula mal. En fin, feliz y original regreso el tuyo. Un abrazo

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    1. No sé cómo resultará él, pero de verdad es muy difícil fiarse de ellas, S. Con la obsesión que tengo yo de contar las cosas de manera fiable, y he visto cómo ellas contaban cosas que habíamos vivido juntas de una manera muy alejada de la realidad. Y además de mentirosas, indiscretas. Mucho. Lo tienen todo, XDD.
      Un abrazo.

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