Sin título, de Odwalker |
Un zulo con ventana. Un pedazo de cristal que a algunos les
sirve para alegrarse
la vista y dejar volar la imaginación y a otras les provoca asfixia, como
si estuvieran en una jaula de cristal que se hace más pequeña cada día. El aire
cargado de negatividad emocional, charlas imbéciles. Los auriculares en los oídos,
bien apretados, para aislarse de ese ambiente de malas vibraciones y
comentarios venenosos. Imposible. El zulo facilita las imposiciones sociales y
el asco.
Un edificio enorme, un hormiguero. Encuentros fortuitos con
sus compañeros, charlas triviales, frívolas, que no alimentan. A su alrededor
las visitas, llenándolo todo de ruido, malos olores y basura mientras ella intenta
buscar su hueco, retorciéndose para encajar. O quizás solo se retuerce porque
el lugar que tiene asignado no se adapta a ella y busca un poco de comodidad.
No la encuentra ni en el zulo, ni en los pasillos, ni durante el rato en el
baño cuando se encierra a meditar. Toc toc toc. Toc toc toc. TOC. TOC. TOC.
El edificio se vacía de pronto. Nada de visitas. Solo
compañeros que la buscan para charlar mientras ella recorre los pasillos atenta
a los ruidos y a las voces, a veces susurrantes, para escaquearse. Gente maja
que necesita ser escuchada. Gente agradable que cuenta cosas que no le
interesan, que buscan ser sus amigos porque se encuentran a gusto con su
compañía. Pero, ¿qué pasa con ella? ¿La escuchan o la interrumpen? ¿Le importa
a alguien lo que necesita?
Días que pasan lentamente. Reuniones infumables a las que no
debería acudir porque no pinta nada. Montones de papeles que sacar adelante con
falta de concentración. Llamadas
indeseadas e innecesarias. Compañeras que acuden a ella justo cuando va a
salir. Mira el reloj. Repasa la jornada. Más gente que nunca. El hueco interior
agrandándose. Finalmente sale atrapada en soledad.
Muy buena esa sensación de alienación dentro de la pecera de una oficinas inmensas. Tanta gente y cada uno en su cuadrado.
ResponderEliminarMagnífico texto. Un abrazo y feliz día
Muchas gracias, Albada. Era lo que quería transmitir, aunque siempre dudo de si lo he conseguido o no.
EliminarUn abrazo.
He leído prácticamente un relato kafkiano. Pero es que esa sensación de estar atrapados en una vida gris por culpa del trabajo, suele ser el que más horas nos roba y del peor modo, la he sentido yo también. Me imaginaba tu zulo así por otros textos tuyos pero ahora lo he sentido casi en carne viva. Te imagino ahí agobiada y solo redimida por tu poderosa imaginación. Aunque hay días, lo sé, que ni eso nos salva. A pesar de todo ánimo y buena semana.
ResponderEliminarHay temporadas mejores que otras y ya sabes, por mis entradas, que mis últimos meses aquí no son para tirar cohetes. Me alegra haber podido transmitir todo eso, aunque no sea el relato más bonito. :)
EliminarGracias por los ánimos y buena semana para ti también.
segues creciendo mietras haces bellas a tus letras
ResponderEliminarGracias, Recomenzar. Escribir ayuda a reflexionar y, a mí al menos, me hace plantearme muchas cosas y evolucionar.
EliminarUn beso enorme.
Tu texto transmite ansiedad, agobio, justo lo que tu protagonista siente en esa soledad en medio de un gentío, que es la peor de las soledades. Muy bueno.
ResponderEliminarSAludos.
Me alegra mucho que lo hayas percibido, Manuela. Quizás está clarísimo, pero siempre tengo mis dudas de que vaya a funcionar. :)
EliminarUn saludo y gracias por pasarte.
Como dice Sergio, en el trabajo es donde pasamos más horas y debería estar prohibido trabajar en un lugar que nos resta y no nos suma algo bueno cada día de nuestra vida...Pero por desgracia la sensación de no estar bien, de estar solos rodeados de gente y sobre todo de no estar a gusto es el pan de cada día en muchas personas.
ResponderEliminarNo sé que es lo que debería cambiar, pero creo que desperdiciamos muchas horas en los puestos de trabajo. Y si te paras a pensar, productivas, productivas hay pocas horas. Porque se desperdicia mucho tiempo en estupideces y porque es obligatorio trabajar las ocho horas. Quizás con menos seríamos más productivos. También lo seríamos si la gente fuera menos chismosa, si fueran más amables, en resumen si hubiera un buen ambiente de trabajo, que en la gran mayoría no existe porque siempre hay gente chunga.
La verdad, puedo empatizar con esa sensación y se me retuerce el estómago...es algo que me preocupa, tener que volver a trabajar con gente y que sea así como lo describes y encima tener que "estar agradecida" por tener una mierda de trabajo...
Sinceramente...no sé cómo mejorar esta situación ni cómo alegrar ni que fuera un poquito el ir a trabajar en un lugar así de "guay"...me faltan los iconos de wattssap porque te llenaría de caras llorosas y rojas de ira...
Pero te mando fuerza bruta para aguantar todo lo que venga, para que la imaginación siga ahí, para que escribas y escribas hasta sacarte toda la mala energía y nosotros estaremos aquí para leerte y apoyarte!!
besos gigantescos transoceánicos!!!!
MUUUUUUAAAAAAAAA
Muchas gracias, Maman, por todo tu apoyo. Intentaré seguir escribiendo siempre que pueda, aunque a veces la energía negativa me bloquea. Abrí el blog por dos motivos. El primero, escribir y desahogarme. Escribir es algo que necesito pero a veces por agotamiento mental, lo voy dejando. Y tener esta "obligación" me ayuda a no dejarlo y a sentirme mejor. El segundo motivo, que igual aterriza por aquí alguien en la misma situación a quien le ayuda saber que no está solo o sola.
EliminarCon menos horas rendimos mejor. Tengo más que comprobado que en el horario de verano, que es todo seguido y con siete horas en vez de ocho, trabajo igual o más.
Así que seguiré escribiendo, porque no hay cambios a la vista. Y si los hubiera, serían capaces de bajarnos el suelto acorde a la reducción de horario sin tener en cuenta los resultados.
Un beso enorme.
Me hizo recordar un video sobre la vida de los astronautas en la Estación Espacial Internacional donde el comandante decía que había un rincón (Cúpula) con ventanas que dan hacia la tierra al que él gusta de ir cuando quiere meditar o estar solo un poco. Igual a veces da lo mismo lo grande o pequeño del espacio donde estemos, parece no haber ese espacio para estar solos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí, a veces da igual el tamaño del lugar porque es un sentimiento interno. Claro que tener un rincón donde poder esconderse es vital, incluso en el espacio... o quizás más en el espacio. :)
EliminarUn abrazo.