miércoles, 15 de julio de 2020

Batallando por email


Email 1


Me escribió Sara Pestes poniendo en copia a Nick, un compañero al que llevo dos años pidiéndole unos documentos que debió entregar cuando empezó a trabajar. Ahora le han entrado las prisas, pero en vez de contactar conmigo directamente, le escribió a ella con intenciones retorcidas pensando que es mi superior. Entre otras dudas, preguntaba si la empresa le pagaría un servicio privado para hacerle la gestión en su nombre en Estados Unidos, gestión que él puede tramitar por email. Como pasaron los días de la semana sin tener una respuesta de mi jefa, que es quien tenía que aceptar o no, decidí que si el viernes por la mañana no la tenía, le escribiría igualmente para responderle lo que pudiera. Nick es imbécil. Retrasándome unos días lo fastidié y fastidié a la Pestes, que tuvo que aguantar su bombardeo de correos, pero no quiero pasar la raya que me convierta en alguien igual a ellos.




Email 2


Betty email en viernes está desatada. Se supone que el miércoles no es mal día, solo que después de la reputación que se ha creado, todo lo que llegue de su parte, sea cuando sea, no es bienvenido. En ese email pedía que mi jefa o yo confirmáramos unas cifras. Me mantuve en silencio porque esos datos eran, hasta ahora, un asunto de Sara Pestes.





Email 3


Parece que últimamente muchos de mis días empiezan de manera similar: con nuevos emails o llamadas perdidas de mi jefa a horas intempestivas. Enviado a las cuatro y veinte de la madrugada para pedirme una tarea que normalmente hace Sandra. Si para ella es un marrón, para mí más, ya que no me corresponde hacerlo. Una lista de nombres e emails en Word, todo seguido, como si fueran unos y ceros. Tenía que pasarlo a Excel y compararlo con nuestra lista completa. Un peñazo porque yo no manejo muy bien Excel y el formato de los nombres en cada lista es diferente, así que siempre va a haber elementos que hay que localizar manualmente. Es obvio que lo fácil y eficiente es utilizar nuestra lista de referencia, pero Diana siempre quiere esas comprobaciones inútiles que no utiliza para nada, solo para molestarnos. Además, cerraba ese email con un “cuando me envíes esto llámame y hablamos de lo de Nick”, que quería decir hasta que no hagas esto no te respondo a lo otro, como si lo otro fuera un tema personal, incluso un regalo que me tuviera que ganar.

Aprovechando que aún no le había escrito a Nick, comencé a pergeñar mi venganza en un email en el que le resolví todas las dudas que pude y le dije que para la última teníamos que esperar a que Diana respondiera, que de hecho ese era el motivo para no haberle escrito antes. Retrasarme con la entrega del marrón significaba que ella se cabrearía, no me daría la respuesta y cuanto más tardara en dármela, más en evidencia quedaría con Nick. Me avergüenza decir que era una perfecta venganza de colegio. Tengo muy claro que no voy a quedar mal por culpa de Diana y para protegerme y proteger mi reputación laboral no me queda otra que utilizar las mismas artimañas que utiliza esta gente que se llama profesional pero que parece seguir en el instituto.

Por la tarde, pero no tan tarde como para que me fastidiara la hora de salida, le envié la lista. Quizás lo debería haber retrasado más, aunque el lunes comprobé que los efectos de haberla entregado por la tarde en lugar de por la mañana, eran bastante satisfactorios. En cualquier caso, visto lo visto, la próxima vez haré que tenga que esperar todo el fin de semana. Porque igual que a Betty, a mi jefa le encanta fastidiar en viernes.

En cuanto a la consulta de Nick, primero me dijo que no podía darle una respuesta sin saber lo que costaba, luego empezó a dorarme la píldora, quién mejor que yo, la experta en ese trámite, para decirle que no había precedentes de nada igual, que escribiera un borrador para revisarlo ella y pasárselo a Mike para traducirlo al inglés. Soy experta o inepta según le convenga. Experta cuando quiere usarme para tirar balones fuera, aunque no estoy autorizada ni para conceder ni para denegar y menos en un email que queda como prueba para siempre. Pero una experta con mis años de experiencia no necesita que le supervisen lo que escribe como si fuera una becaria que lleva un mes. Tampoco valen para nada mis clases de inglés (nivel C1), así que alguien tiene que traducirme los textos, no corregir, traducirlos completamente. Todo por su falta absoluta de confianza en sí misma y en mí (y en las demás).

Rótulo: I hate my job!, lápiz y cuaderno, figura caca emoji
Debería usarla como imagen de avatar.
Ich hasse meine Arbeit. Symbolbild, de Marco Verch

Para rematar la tarde, me encasquetó la tarea para Betty, enviándome tropecientas tablas en Excel para que sacara los cálculos, que tampoco podían hacerse automáticamente porque había que calcular un número de horas que estaban expresadas con texto. “Mira, ya tienes entretenimiento para un rato. Creo que Betty las necesita para el lunes”, me lo dijo convencida de que iba a ponerme con la tarea en ese mismo momento para enviarla ipso facto. Aún quedaba una hora para terminar, pero cerré mi jornada laboral en cuanto terminamos la llamada.

Me menospreció, infravaloró lo que hago, se rio de mí y además pensaba que iba a terminar la tarea esa misma tarde. Claramente no me conoce.

El lunes envié los datos a tiempo para quedar bien, pero lo suficientemente tarde como para ponerla nerviosa (lo sé porque me lo dijo en la dichosa reunión de los lunes). No puedo acabar con ella, solo puedo hacer que le entre cagalera. Y en el momento en que estoy escribiendo esto y también cuando lo publique, aún no habré entregado el borrador del email para Nick que, conociéndolo, le estará echando pestes por no tener una respuesta. Yo sí la conozco. Sé qué modificará mi email, supongo que de arriba abajo. Tened por seguro que cuando me llegue la traducción, haré lo mismo. Lo he hecho antes y lo haré las veces que haga falta para no quedar mal con mis propios emails. Si quiere tirarme encima un cubo de mierda tendrá que ensuciarse las manos y hacerlo ella misma. Con esta situación y sin poder cambiar de trabajo, tengo que tragar algunas cosas, pero jamás tiraré piedras sobre mi propio tejado.


Créditos: la hoja del planificador es una creación de Mariene Da Silva Jardim, bajo esta licencia.

17 comentarios:

  1. Pero no dejan de ser peleas de mails, el tema va a ser cuando estén todos juntos en la oficina ja. Ahí te quiero ver!

    Igual hay que tomarlo con calma y el lo posible con humor. Saludos

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    1. En cambio yo no quiere verme en esa situación. :D Esta vez me ha resultado imposible lo del humor, mi jefa está demasiado porculera desde que trabajamos en casa y no parece que vaya a cambiar pronto.
      Un saludo

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  2. Que lindo consejo de un hombre brillante!!!!!
    Saludos desde una Miami choreada de agua . Felicidades
    abrazo

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  3. Sara Pestes, jaja. Me encantó.

    P.S. También batallo con el Excel y es un fastidio para mi el tener que usarlo.

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  4. Chiquilla, después de leerte creo que lo único que te puedo decir y que suene «menos mal» es que estoy empezando a odiar los emails.

    Ánimo, besos y todo lo que te haga falta para soportar a esa panda.

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    1. Lo siento. :( Estos escritos son terapia para mí y necesitaba soltar todo el cabreo que tenía encima. Y piensa que las llamadas telefónicas son peores. :)
      Un abrazo y gracias!

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  5. Oye, si te quieres desahogar me puedes escribir a mí un correo electrónico también, ¿eh?, así te calmas y me pasas el estrés, grrr

    Menos mal que yo no me desahogo en un blog, no me leería nadie de la cantidad de signos que pondría para tapar mis insultos y tacos.

    Mucho ánimo y un besote desde la fresquita parte norte de Galicia :-)

    ¡¡...!!

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    1. Jajajaja, no se me ocurriría pasarle el estrés a nadie. Espero que tampoco nadie se estrese leyendo esto. ^^ Reconozco que a veces tengo que autocensurar mis tacos.

      Un abrazo enorme.

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  6. He podido ver todo un episodio de "The office" donde se genera una batalla de mails. Todo eso demuestra que las guerras frías también se pueden calentar. O por lo menos resultar agobiantes. Pero bueno, piensa que algún día y con tu experiencia y si la cosa mejora, no es una utopía lo de conseguir otro trabajo. Sin Sara Pestes. Por más que tengo la teoría que cada puesto de trabajo incluye un compañero al que matarías con gusto. Buen fin de semana.

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    1. Qué ganas de ver esa serie, Sergio. Estoy segura de que me voy a sentir identificada lo que vea.

      Sí, sí, eso de que en cada lugar encontrarías a alguien con quien no congenias, seguro. Es más, probablemente sería una especie de doble. Me pasó cuando empecé el instituto. En la clase había alguien que se comportaba exactamente igual a alguien de mi clase de colegio.

      Un abrazo y buen fin de semana para ti también.

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  7. Jaja re buena la crónica, aunque algo más calamitosa para ti. Parece que tienes harta carga laboral y solucionar problemas via email es siempre más lento. Lo bueno es que tienes también tus recursos y estrategias, serías una buena jugadora de ajedrez!
    Nivel C1 de inglés, muy bien! Entonces diste el examen CAE?
    Un abrazo,

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    1. Tengo que dedicarle un poco de tiempo al ajedrez. A ver si me vuelvo a pasar por tu canal para ir empezando. :)
      Espero prepararme para el examen el curso que viene, que empieza en septiembre. Estoy un poco insegura por el speaking, pero mi profesor de este año me ha animado, así que creo que me voy a lanzar.
      Un abrazo.

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    2. El speaking es el más corto, a menos que lo hayan cambiado desde que yo lo di (2009) me tocó hacer un curso de capacitación para gente que debía dar el TOEIC (examen gringo) así que mi jefa de ese entonces nos pidió dar el CAE, tuvimos dos semanas de preparación, pero ya éramos profes de ingles todos así que me apliqué y me fue bien, pero también tuve colegas que no cuentan la misma historia jeje.
      Busca en Youtube speking del CAE, las preguntas tienden a repetirse y otro tip: usa el humor en tus respuestas si puedes, eso nos hace pensar a los examinadores que esta persona está tan confiada con su manejo del inglés que hasta tira su broma, aprobada... jhajaja
      Un abrazo,

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    3. Gracias por los consejos. Tengo un año por delante y previsiblemente menos salir, así que espero estar a punto incluso para contar alguna broma. :)
      Un abrazo.

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  8. Cada uno una hace lo que se le viene en ganas cuando escribe y larga si tiene mierdas tambien
    Me alegra que te sientas libre y feliz de ser vos misma saludos desde un Miami cruel

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