miércoles, 25 de enero de 2023

El (audio)libro

Spare Barnes & Noble, de Phillip Pessar

Hace unos días salió a la venta el libro biográfico del príncipe Enrique de Inglaterra. Todo lo que rodea a este libro es polémico. Desde que Harry pidió su salida de la familia real (creo que fue esto lo que sucedió, pero para más fiabilidad, mejor acudid a otras fuentes), haciendo ruido y despotricando, cada paso que dio salió a la palestra: que si las denuncias de racismo, que si la entrevista con Oprah, que si el puesto asignado en el funeral de la reina Isabel… Salió pataleando, pero queriendo quedarse con los privilegios. Y con los privilegios a lo grande que tiene su familia, todo lo demás se hace a lo grande también, ya sean discusiones o airear los trapos sucios en público.

No me va mucho estar pendiente de cotilleos y prensa rosa, ni siquiera de la gente que me gusta por su trabajo. Pero hay ciertas noticias que llegan sin buscarlas y sin quererlas, están en todas partes: en las noticias serias, en redes sociales, en la boca de las personas a mi alrededor. Este tema de Harry y Megan está hasta en la sopa desde que se anunció su compromiso, pero además, desde que estoy en la sala de control, tengo una fuente que me informa aunque no quiera, aunque le ponga cara de asco, aunque la deje colgada con la palabra en la boca: Sandra. ¡Cómo no!

Sandra siempre ha sido mi fuente de cotilleos, sobre todo de los indeseados, que son casi todos. Este tema del príncipe es uno de sus favoritos, quizás porque viene de una cultura en la que les fascinan las princesas, no hay más que ver un episodio de Say Yes to the Dress. Nunca deja de sorprenderme esta fijación suya viniendo de un país que es república y habiendo crecido en otro que también lo es. Así que desde que estoy aquí ha mencionado a este personaje y a su mujer unas cuantas veces, pero desde hace unas semanas, desde unos días antes de la publicación del libro, casi no salen otras palabras de su boca. Y, por supuesto, quiere leer esa obra maestra.

Que La Otra sepa leer es algo que me sorprende. No el hecho de decodificar las letras, sino la comprensión de los textos. Hace unas interpretaciones de la realidad muy sui generis, así que siempre me deja un poco fuera de juego que lea y entienda el verdadero mensaje del texto y no una historia alternativa. Es probable que este libro principesco no tenga grandes dificultades, al fin y al cabo, lo que pretende es que todo el mundo —todo el mundo— comprenda el mensaje como él quiere y que lo vean como víctima. Así que cuando recibió una copia pirata por whatsapp y dijo que iba a empezar a leerlo, no lo puse (mucho) en duda.

Entonces empezaron los remoloneos: que si era en español, que si lo prefería en audiolibro para escucharlo en el coche, que si no quería pedirle a su marido que se lo consiguiera porque se reiría de ella... Tanto dio la brasa, que le dije que se lo conseguiría. Y, aprovechando mi red de contactos, contacté con un amigo que tiene un amigo que tiene otro amigo que me pasó el dichoso audiolibro en inglés. Y fue la mujer más feliz del mundo, no solo por conseguirlo sino por obtenerlo a espaldas de su marido.

Llegados a este punto supongo que veis el problema, ¿verdad? Pues sí, comenta conmigo cada línea que lee y, si cuando lo termine no sé dónde tiene su tatuaje secreto es porque no lo ha puesto en esas páginas. Me dio pena, pero cavé mi propia tumba.

14 comentarios:

  1. La familia real inglesa es una fuente inagotable de cotilleo y atrae hasta a republicanos. Un abrazo.

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    1. ¡A todo el mundo! Es increíble la fascinación que provocan.
      Un abrazo.

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  2. Tengo que probar eso de los audiolibros...

    Besos.

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    1. Hay gente a la que le funcionan muy bien. Yo si son muy largos me desconcentro. Pero sí, es cuestión de probar.
      Bss

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  3. Sin cotilleos, pero hay historias interesantes.

    Un abrazo, y feliz jueves

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    1. Y tanto! Además, hay mucho cotilleo, pero una gran parte no deja de ser Historia.
      Un abrazo para ti también.

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  4. Esa fascinación por la familia real inglesa no me llega. supongo que debería ponerme con la serie de la reina. Aunque primero miraré las calificaciones en filmaffinity que suelen ser muy rígidos y tienen un filtro muy estrecho, así solo pasa con nota alta lo muy bueno. Creo que todo este interés viene de esa serie. Aunque podría estar equivocado.
    Si encuentras alguna buena anécdota en ese libro que no voy a leer siempre puedes compartirla por aquí. A lo mejor hasta me estoy perdiendo algo buenísimo.
    Mientras tanto disfruta del placer de los compañeros complicados de trabajo. De eso te puedo explicar algunas cosillas. Bueno, no, ya lo he hecho. Mucho. Saludos

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    1. The Crown es fantástica. Y puede que haya aumentado aun más esa fascinación, pero venía de lejos. ¿No te acuerdas de los revuelos un poco antes y después del divorcio de Carlos y Diana? Aquello fue tremendo.

      De momento no me ha contado nada interesante, que se victimiza mucho y todo el mundo es malísimo y son los demás los culpables de sus propios actos (los de Harry).

      Te lo seo siempre, pero esas historias tuyas laborales, no me las pierdo por nada. XD

      Un abrazo.

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  5. Eso de los audio libros creo que no podría acostumbrarme...es raro. Lo bonito es leer no? pero bueno, también hay la parte que escuchas y le das a la imaginación. No es como mirar una serie que todo está masticado. Ahí es como leer, te imaginas a los personajes, cómo van vestidos que gesticulan. Bueno...no está mal.
    Sobre el señor Harry, yo tampoco me entero de nada y lo poco que sé es como tú porque están hasta en la sopa. No me suelen gustar las biografías y menos de realezas que tendrían que estar todas acompañando a Maria Antonietta...jejeje

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    1. Los audiolibros sin están bien narrados podrían ser atrapantes, es como cuando nos contaban cuentos de pequeñas. Pero ni están todos bien narrados ni todas las historias nacieron para ser narradas.

      La biografía de este no la querría ni masticada. :D Por suerte se ha tranquilizado un poco. No sé si es que no ha escuchado más o es que no hay nada interesante que contar.

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    2. Maman! No te contesté cuando escribiste. Que te cuenten también es bonito. Para mí el problema es que después de un rato pierdo la concentración. O si voy en el transporte. Me pasó esta mañana. No podía leer y puse un cuento, pero la situación no propiciaba que yo atendiera. No sé cuántas veces repetí los tres primeros minutos sin enterarme de nada. Acabé desistiendo.

      Jajajaja. No sé si lo mandaría al mismo lugar de María Antonieta, pero me dan bastante igual.
      Un abrazo enorme.

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  6. A veces pongo podcasts mientras hago tareas rutinarias como lavar mucha loza o planchar etc. Me gusta, aunque no es lo mismo que un audio libro, algo se parece.
    El algoritmo de Internet me sugiere contenido de la familia real británica también, a veces me interiorizo en los cotilleos, pero ese libro creo que no lo leería. Eso sí, me ha parecido fascinante ver el canal de unos expertos en lenguaje corporal haciendo analisis de los micro gestos (y otros no tanto) en la parejita cuando los entrevistó Oprah, más o menos concluían que en muchos aspectos era Megan la que quedaba en evidencia en algunas mentiras y él, bueno está enamorado. jeje,
    un abrazo!

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    1. Ves? Eso del lenguaje corporal me llama más, sean ellos u otros. Pero claro, sale el de ellos porque están presentes en todas partes.

      Hago lo mismo que tú con los podcasts. No sé si es que tienen otra cadencia, que llevo mejor el tema de la concentración.
      Un abrazo.

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