viernes, 22 de marzo de 2024

Me quedo con mi cara

Autor: geralt
Hace unos años se abrieron un par de edificios en la empresa en los que implantaron un sistema de reconocimiento facial para el acceso. Por supuesto, no nos pidieron permiso para aprovecharse de nuestros caretos. Simplemente cogieron la foto que habíamos dado para la tarjeta de identificación y la incluyeron en el sistema.
 
Todo el mundo estaba encantado. Yo eché sapos y culebras por la boca, pero no pude hacer nada. Ni siquiera cuando entró en vigor el RGPD (Reglamento General de Protección de Datos) y firmé que no autorizaba el uso de mi fotografía pude conseguir que la retiraran. Cinco años y medio desde que no les firmé la autorización, cinco desde que recibí las amenazas veladas para que rectificara mi decisión.
 
Como curiosidad, cuando se abrió el edificio nuevo en el 2021, no incluyeron a los empleados antiguos en el sistema de identificación, pero tampoco teníamos acceso con la tarjeta. Todo está conectado, todo es un único sistema, pero al tiempo, ese edificio estaba aislado. Para entrar allí tenía que sacarme una foto y subirla a una app. El tema no me molaba y pasé olímpicamente hasta que al final sucumbí en noviembre pasado. Tuve que ayudar en la organización de un evento y me tocaba entrar y salir continuamente, así que me saqué la dichosa foto (encima salí genial, por una vez) para poder hacer el trabajo.
 
Los empleados raramente valemos algo, sobre todo si estamos de la mitad de la jerarquía para abajo. Da igual que tengamos unas ideas sensatas, o grandiosas, o que queramos ejercer nuestros derechos. Pasan de nosotros por completo. Sólo cuando la ley obliga o los clientes lo exigen, se producen ciertos cambios. En el caso de la empresa donde trabajo suele ser más por lo segundo que por lo primero.
 
Desde hace unos meses hay medidas de seguridad extras para el acceso a las instalaciones debido a los conflictos internacionales. Vienen clientes y visitantes de todas partes del mundo, personas que quizás, sólo quizás, no quieren que su cara se utilice como punto de acceso.
 
El problema de los parámetros biométricos es que son únicos. Podemos cambiar una contraseña, un patrón, pero no nuestra cara (como norma general) ni nuestra huella dactilar. A algunas personas nos preocupa el robo de estos indicadores por mucha ciberseguridad que haya y de ese grupo, una parte tiene la capacidad de hacer presión para que, al menos, haya opciones donde elegir.
 
Hace una semana nos enviaron un enlace para aceptar o no el uso de nuestra cara en el sistema de reconocimiento facial. Me confirmaron que si lo rechazaba me darían acceso por tarjeta y cliqué el no. Al fin, después de diez años de estar usando mi cara sin permiso, dejé de estar en el sistema.
 
Ayer me dieron la nueva tarjeta. No sin antes avisar a todo el mundo de que Dorotea Hyde va a usar ese método y no su jeta para entrar, para que no se extrañen. Pero de qué porras se van a extrañar si la opción al fin existe. No sin tener que aguantar a una de las recepcionistas mirarme con cara de suficiencia mientras me soltaba el rollo de que podía subir una foto… Sí, nena, sí, déjalo, que puedo ser tu madre. Sé que me dices todo eso porque puedo ser tu madre, pero he visto naves arder más allá de Orión, así que ahorra saliva.
 
Y ahora paso la tarjeta y cierro sesión.

Actualización [04-04-2024]: hoy encontré una noticia en redes sobre la actualización de la normativa para el uso de marcadores biométricos. Supongo que al final esa fue la razón del cambio en mi empresa. Lo dicho: o la ley o los clientes, y esta vez fue la ley.

12 comentarios:

  1. Las jerarquías de mando... Sobre todo de la mitad para arriba... Pobres hartos de pan.

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    1. Y cuanto de ese pan son raciones robadas... mejor me callo.

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  2. Es que tema de las identificiones es muy peliagudo en depende qué sectores industriales y comerciales.

    Qué bien que al menos en esa foto salieras bien :-). Un abrazo

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    1. En la mía últimamente se lo están tomando muy en serio. Entiendo que haya controles de acceso, pero creo que lo motivos... bueno, se creen más de lo que son. Ya está dicho. Parece que hoy tengo la lengua suelta. :D
      Salí genial! Manda eggs. :D

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  3. Vaya, me ha interesado por motivos personales lo de la cara. Yo también estoy sometido a diario a ese control de mi jeta sin permiso. En mi caso ni se me había ocurrido.
    Lo peor es ver cómo los mismos trabajadores a veces son un obstáculo para que ejerzas ese derecho. Hay gente de ti que parece peor que los mismos jefes. Más controladores si cabe. Esa recepcionista no recibe bien. En mi caso sé lo que le diría y donde puede meterse sus indicaciones pero no lo digo porque no sería un buen consejo. En fin, su tontería desaparecerá algún día como... lágrimas en la lluvia, ja,ja Saludos

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    1. Yo estoy rodeada de gente que es más papista que el papa. Sé que hay de todo en todas partes, pero el índice de personas corporativistas es bastante alto y me hace sospechar que reciben bonos que yo ni huelo (Probablemente no, pero me parece menos preocupante creerme la mentira).
      Esa recepcionista me da pena porque está subcontratada, así que cada mañana debería pedir que se acercara a recepción más gente como yo.
      Jajajaja, si coincido con ella otro día le diré que vea la película.
      Un abrazo.

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  4. Y en eso del reconocimiento facial, ¿no hay que actualizar la foto cada cierto tiempo? No sé, pero creo que podemos cambiar bastante, según en qué casos y el tiempo que pase.

    Besos.

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    1. Hasta noviembre que subí la foto nueva, la antigua seguía funcionando quince años después. Supongo que analiza facciones. De hecho a mí me confunde con una compañera. Aparentemente no nos parecemos, pero seguramente tenemos tamaño y separación de rasgos similares.
      Un abrazo.

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  5. Te felicito por defender tu punto de vista, tenés toda la razón para negarte.
    Me gusta la cita dee Blade Runner.

    Besos.

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    1. No creas, Demihurgo, he podido defenderla ahora que me han dejado, pero en todos estos años fue una batalla perdida en la que ni siquiera pude participar. :(
      Ese monólogo de Blade Runner es lo más. :)
      Un abrazo.

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  6. Este futuro al que estamos sometidos ya me indigna. Un control absoluto sobre las personas...veremos dónde termina todo esto...pero a mi me da un poco de miedo.

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    1. A mí me aterra. No quiero darle mi cara a nadie, a ver si se enteran de una vez. Ni que fuera molesto pasar la tarjeta. Creo que sólo ha sido una batalla ganada,, pero no la guerra.
      Un abrazo.

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