Telephone Box London, de Sacha Fernandez |
Martes 27 de febrero
de 2018
18:42h.
Suena el teléfono. Recordaba en mi entrada
anterior que todas las del diario de la Rotten comienzan con una llamada de
teléfono suya o directamente con su persona apareciendo en la puerta. Dando el
coñazo, vamos. Ésta no es una excepción, solo que esta vez tengo el teléfono a
la vista y me acuerdo de mirar la pantalla. Sí, la miro y veo su nombre:
Ascensión. Y no cojo.
No lo cojo solo porque esté hasta el culo de ella, porque me
amarga, por la desgraciada historia que tenemos en común, sino porque ella cree
que salgo a las seis y media (18:30h), así que ¿qué porras hace llamándome doce
minutos después? No se limita a que suene un par de veces para que quede el
registro y yo le conteste al día siguiente. No, ella no admite un no por
respuesta así que lo deja sonar a ver si por un casual tengo telepatía y puedo
darme la vuelta para atenderla.
He quitado el sonido, me duele muchísimo la cabeza. Ver esa
pantalla iluminada cuando debería estar apagada me cabrea, me intensifica el
dolor. Miro para otro lado e intento ignorarlo. Solo pienso en recoger.
Miércoles 28 de
febrero de 2018
9:30h.
Lo primero que veo al entrar es la pantalla del teléfono: 2
llamadas perdidas. Imagino que nada más entrar, la Rotten ha vuelto a insistir.
Despliego la lista y salgo de mi error. El registro es de la llamada de las
siete menos veinte y la otra a las siete y veinticinco (19:25h). Esta mujer ha
perdido la cabeza definitivamente. ¿De verdad piensa que voy a estar en el
trabajo a esa hora y encima voy a coger llamadas? Porque cuando tengo que quedarme
más horas, no le cojo a nadie. No es bueno acostumbrar a la peña a ciertas
cosas. El caso es que ver esa segunda llamada me saca de mis casillas, me
agobio, me siento acosada. No voy a responderle antes por mucho que llame. Sé
que no es urgente, no lo era ni cuando trabajábamos en el mismo departamento. No
tengo tiempo para pulgas. Intentaré desconectar y ponerme a lo mío.
10:15h.
¡¡¡¡Ring, RIng, RINg, RING!!!!
Con la tercera se convierte en acoso. Silencio el teléfono y
sigo lo que estaba haciendo. Si cumple el patrón de siempre, llamará a Sandra.
10:17h.
Ahí está. La
llama para preguntarle si estoy. Antes esto me daba pavor por las
represalias. Ahora que no es la secretaria del súper jefe ya no tiene nada con
qué presionarme, amenazarme, ni fastidiarme.
10:40h.
Veinte minutos de palique de la Rotten después, Sandra me
habla con mala leche. Le cabrea que no le coja el teléfono a la vieja porque
luego la llama a ella. Se siente. Si no me hubieran incluido en su relación,
nada de esto pasaría. Que claro, como no le QUIERO coger a Ascensión aunque me está llamando desde ayer... Paso
de darle explicaciones, solo le digo que no PUEDO cogérselo. Quiero volver a mis cosas, pero a Sandra tampoco
se le da bien callarse, además, quiere hacerme partícipe para fastidiar, al fin
y al cabo me llamaba a mí. Así que aquí viene la historia, el tema importante.
Hay un grupo de personas, entre ellos la Rotten, preocupadas
por el súper jefe. Últimamente está faltando a citas, cancelando reuniones y se
le ve desmejorado. Me encontré con él esta mañana y su cara era normal, pero
está claro que cada uno ve lo que le conviene. Estas personas piensan que puede
estar pachucho o que sean su padres (“¡que aún viven!”) los que lo están, pero
no hay certezas, así que la señora pulgas quiere que Sandra le pregunte a
Violeta “discretamente” si está enfermo o qué le pasa. Y ahora el tema puede
subdividirse en varios puntos clave:
1) La Rotten pretendía que yo le preguntara a Violeta, a
pesar de que sabe que nuestra
relación no es buena.
2) La Rotten dice que es amiguísima de mi jefa. Si de verdad
lo es, que lo dudo, solo tiene que preguntarle abiertamente por el súper y no
andar mariconeando con secretismos para convertir un tema serio en un puto
cotilleo (lo siento, estoy muy cabreada).
3) El súper jefe no tiene que rendirle cuentas a nadie. Está
lo suficientemente alto en la jerarquía como para faltar y no decir por qué. Y
si no lo ha contado será porque quiere mantener su PRIVACIDAD. Y tiene todo el derecho. La Rotten bien que intentó ocultar
su problema con las pulgas diciendo que era una alergia al polvo.
Aquí mis humos están ya bastante oscuros y le suelto a
Sandra que ni de coñas voy a preguntarle a nadie por este tema. Me pongo los
cascos y, ahora sí, la dejo con la palabra en la boca.
11:39h.
Esta mierda de teléfono suena otra vez. Lo silencio directamente
sin molestarme en mirar quién es. De la frase de Sandra: “Sí, está (por mí),
pero está muy liada”, no sé cuál es la palabra exacta que no entiende. Evidentemente
se queda con el “está” y pasa de “muy liada”. Aún así, a pesar de haber llamado
cuatro veces en poco tiempo, ella jamás reconocerá que es acoso, es
preocupación o cualquier otra mierda inventada.
11:41h.
Me entra un email.
De: Ascensión
Enviado el: miércoles,
28 de febrero de 2018 11:41
Para: Dorotea
Asunto: Ofrezco
ayuda
Dorotea,
ya sé que estás muy atareada, ¿ te puedo ayudar en algo ?.
Un
abrazo
Ascensión.
Los errores ortográficos son suyos, ella, tan perfecta. Por
lo demás, PASO.
13:49h.
No puedo tener ese email sin contestar. Le escribo zanjando
el asunto: no necesito ayuda. Con el acoso sufrido ayer y hoy se adelantó tres
días a mi última predicción, espero que ahora tarde más de quince días en
volver a llamar. ¿Llama a Sandra? Pues eso.
😫😫😫😫😭😭😭
ResponderEliminarXD! Me entra angustia con esta mujer...es insufrible.
Hay personas que no saben dónde está el tope de ser chusmas. Y aunque vayan con la careta de "preocupación"es una burda mentira. Solo quieren ver al otro desangrarse, sufrir...
Es maldad. Vuelvo a repetirlo,besa señora es mala. Y nadie le para los pies.
Contratar un asesino a sueldo sería lo mejor para la oficina 🤑
Fuera bromas...trabajar así debe ser un agobio Dorotea...grrr
Un gran besazo!😘😘😘
Insufrible es poco, Maman! Hubo una época en que casi acaba conmigo. Y sí, es unan falsa, ella solo "ayuda" para chuparle la sangre y la energía a los demás. Es su manera de cobrarse el favor. Pero lo malos son los demás.
EliminarDoy gracias cada vez que llama de que la cambiaran de departamento y de que ya no vaya de paseo por el tema de las pulgas. No me olvida, pero lo que tengo que aguantarla ahora no es nada comparado a lo de antes.
Un beso enorme.
Has empezado el camino correcto. Es como el adiestramiento con animales, poco a poco pero con firmeza, que dirijas la situación. Si se acostumbra a que no le respondas el teléfono solo puedes ganar tu. De hecho no deberías responderle nunca no vaya a ser que vea una brecha de debilidad en el muro y se cuele. Ya le sonreirás y le dirás que no pasa nada si te la cruzas. aunque fueras buena con ella y le cogieras todas sus llamadas no creas que va a hablar bien de ti o te lo va a agradecer. Hay gente que se comporta como un niño. Se habitúa a que los demás estén por ellos y cuando encuentran alguien así le exprimen. Cero tolerancia con ella y sus malas pulgas. Buen principio de semana.
ResponderEliminarGracias por tus palabras, S. Llegar a donde estoy ahora me ha costado tanto. Y aunque ya no tiene a su jefe para respaldarla, no creas, me cuesta muchísimo avanzar. Espero no retroceder y en realidad eso solo depende de mí.
EliminarUn abrazo y feliz semana!.
Fue leerte y recordar una secretaria que tuvimos donde yo trabajé, hasta nosotras que éramos las supuestas jefes le teníamos miedo por enredadora y fastidiosa y como siempre se echaba al bolsillo al gran jefe, nos ponía a todos contra las cuerdas.
ResponderEliminarLo que te dice Sergio es lo que corresponde, ignorarla con amabilidad pero firmemente, no dejes ningún resquicio por donde se te pueda colar otra vez.
Besos preciosa
Seguro que hay una de estas en todas las oficinas, es más, si se hiciera una historia sobre un sitio de trabajo, sería el típico personaje que no podría faltar para meter discordia entre los demás personajes. :D
EliminarGracias por tu comentario, Iris. Estoy trabajando en lo que me decís, y no es fácil.
Un abrazo.
Ignorar es lo mejor pero a veces querida no se puede...
ResponderEliminarMe encanta tu relato Es como casi si te viera.T e imagino muy joven..Dale poné una foto chiquita tuya
Joven sí, pero no muy joven, aunque tengo un complejo de Peter Pan bastante grande. :D No puedo poner foto Recomenzar, al menos no una en la que se me reconozca. :(
EliminarUn abrazo.
PD Pienso igual que tú. Yo paso de ella, pero ella de mí no.