viernes, 20 de abril de 2018

La voz


¡RING, RING, RING!

Hola, Érica, soy Fernando P. y te llamo…

Piernas con medias y liguero. Sofá rojo
Illustration Friday - Climb, de Gasbombgirl
Solo un par de segundos y ya está perdida. Esa voz la hace subir en una nube y volar, alejarse de la oficina y perder la noción del tiempo y el espacio. Grave, rebosante de masculinidad en cada decibelio, habla con formalidad al principio, pero se vuelve distendida después de la respuesta de Érica con un tono que indica cercanía. Tienen casi la misma edad y a ella no le gustan los formalismos porque levantan un muro que dificulta su trabajo. Para hacerlo, bucea entre los más oscuros secretos de los currículos de algunos de sus compañeros, puede descubrir carbón en lo que ellos hacen pasar como diamantes. Y lo saben. Es mejor que confíen en ella desde el principio y no se muestren con la máscara. Es el caso de Fernando. Claramente expone lo que tiene y lo que no, reconociendo sus puntos fuertes y sus carencias. Para reconocer ante ella que tenía que haber hecho más de eso o de aquello tiene que tener mucha confianza en sí mismo. Eso dice mucho de él y a Érica le encanta, ha encontrado muy pocos así. En eso piensa mientras Fernando P. habla. Luego intenta contestarle sin que se lee note que está temblando.

Malditos emails que tanto le gustan. No le sirven con él. Lo que quiere es escuchar de nuevo su voz, despertarse por las mañanas, que Fernando le diga buenos días con la voz ronca y que luego suceda lo que sea, cualquier cosa, todo, porque no piensa solo en sexo, sino también en todo, todo lo demás. Esa voz la pone a mil haciendo que desee un polvo como hacía tiempo que no le pasaba. Al mismo tiempo, la dulzura, la amabilidad, el respeto por su trabajo le hacen desear que esté siempre a su lado, por primera vez en mucho tiempo ve a alguien como un posible compañero. Definitivamente es lo más irracional que le ha pasado en años.  

¡RING, RING, RING!

Mira la pantalla del teléfono y lee su nombre: Fernando P. Su corazón empieza a latir al doble de velocidad, al triple, un cosquilleo en la tripa y otro bajo la ropa interior. ¿Es posible? ¿Es posible que una simple voz produzca eso? ¿Es posible que suceda eso por alguien con el que nunca se he encontrado, del que no sabe nada? En cuanto cuelga, alteradísima, sale a dar un paseo. Por su cabeza pasan imágenes eróticas que harán que en la próxima llamada esté nerviosa por los recuerdos que nunca han sucedido. Puede ver claramente, incluso sentir, cómo la mano de ese hombre, una mano inventada siguiendo su ideal, sube por una de sus piernas, la caricia se extiende al interior del muslo, la temperatura y la humedad aumentan de repente, él le baja las medias, desliza su mano bajo la braga... ¡Basta!

¡RING, RING, RING!

Érica tiene una mezcla extraña en el cerebro. En esa pócima de neuronas ha puesto una parte de sus fantasías sexuales y otra parte de un pequeño malentendido por email. Los dos quieren disculparse, aunque ninguno se atreve por miedo a que todo se estropee. Prefieren partir de un punto anterior y seguir adelante sin saber que no hay resentimiento por parte del otro. Es de nuevo el tono desenfadado de Érica el que los saca de la duda y los guía por el camino de la confianza hasta que, de pronto, el vacío. ¿Qué ha pasado? Silencio. No, no, no. Medio segundo de bloqueo, no sabe cómo salir. Todo iba tan bien. Un segundo, una eternidad y sigue en blanco. La mano entre sus piernas se cuela a través de las ranuras del esfuerzo y siente que se hunde un poco más. Entonces, Fernando recupera la compostura, la toma de la mano a través del cable telefónico y los dos escapan de ese momento extraño disimulando, como si nada hubiera pasado, como si la tensión sexual no pudiera producirse durante una llamada entre desconocidos. Esas cosas no pasan solo con oír, es necesario ver, oler, respirar el mismo aire. Si no hemos dicho nada, piensa Érica. El silencio lo ha dicho todo. La chispa ha surgido de manera natural, sin chocar piedras ni prender fuego, simplemente la química natural de los dos bien compenetrados haciendo su trabajo.

Descansa, dice él para despedirse, como si ella le importara. Y las vibraciones del tono suave y aterciopelado que él pone en esa palabra, hacen que Érica se muera por dentro por no tenerlo a su lado. Quizás algún día se conozcan, mientras tanto, ella esperará anhelante la llegada del lunes para seguir escuchando su voz.

12 comentarios:

  1. Este es un pedazo de relato, en serio, sin más detalles. Aunque también los puedo dar. Lo primero que he pensado es que es muy femenino en el buen sentido de la palabra porque habla de la vieja idea de que las mujeres son seducidas antes por el oído que por los ojos y los hombres al revés(el viejo "House" llegó a decir que como las mujeres se dejan seducir por el oído y los hombres por los ojos, los hombres mienten y las mujeres se maquillan). En beneficio de la pluralidad y de los matices recuerdo que en mi trabajo de la biblioteca la voz de una compañera cuando me llamaba por línea interna me gustaba tanto que esa seducción se contagió a toda ella. Pero vamos, ni de lejos experimenté la sensualidad que transmite este relato. Y ese final en el que queda en el aire eso que no sabía, que ese Fernando... ALERTA SPOILER, es sólo una voz y por tanto una fantasía en la mente de la receptora. Así funciona el amor. Sólo está en la cabeza de quién lo siente. La persona real siempre es otra cosa mucho más decepcionante al cabo del tiempo.
    Sea como sea, la historia consigue sacar tensión de una pequeña anécdota de oficina. Siempre sacas aventura de donde a otros se nos pasa desapercibida. Es tu estilo. Por más que este relato se sale un poco de los que te leo. Añade sensualidad. Buen inicio de semana.

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    1. S.: me has dejado sin palabras. Entre tu comentario y el de una amiga... bueno, no sé qué decir. Lo que me decís me anima a seguir escribiendo, a seguir probando, que es también el objetivo de este blog: practicar escritura y no solo descargar porquería mental, aunque la escritura en sí sea una terapia.
      Sí, la realidad acaba por ser decepcionante en la mayoría de los casos, por suerte a veces alguna voz sensual o una cara bonita consigue pasar la prueba y alguno de los ideales se queda a nuestro lado.
      Un abrazo enorme y buena semana para ti también.

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  2. Me has transportado con tu relato perfectamente a la mente de la protagonista con todos los detalles. Y yo sí que veo posible también que te seduzcan con una voz, ¿por qué no? La imaginación es tan poderosa que nos puede llevar hasta estados inimaginables, a pesar de que luego en el cara a cara no se cumplan nuestras expectativas, o quién sabe, siendo positiva, puede mejorar incluso ;) Yo te animo también a que sigas escribiendo, muy buen relato éste.

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    1. Muchas gracias, Ardid. Supongo que nos pueden seducir con cualquier cosa, dependiendo de cada uno de nosotros y nuestras filias. Y con la voz estoy convencida, si no, ¿qué sería de las canciones y las serenatas? Y eso da para otro tema.:D

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  3. Dorotea un relato BRUTAL!!! Me encantó y me siento plenamente identificada con Érica, de hecho me parece increíble que tú reproduzcas con total exactitud lo que me sucede con mi marciano, hasta el nombre es igual!!!

    Me encantó, me encantó, me encantó...

    Besos guapísima

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    1. ¿Qué me dices? pues, como casi todo lo que escribo aquí, está inspirado por cosas que me pasan en la ofi. Que me digas que es lo que te pasa a ti con tu marciano significa que voy por el buen camino. :) No sabes lo que me alegra saber que te ha gustado. Miles de gracias.

      Un beso enorme.

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  4. Me encanta esta entrada
    es mas corta algo muy importante para leer
    Recuerda los bloggers no tienen tiempo de leer un libro... Me gusta tu estilo claro al grano sin vueltas Un abrazo querida
    y un brindis para vos

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    1. Gracias por tus consejos Recomenzar. Tomo nota de todo lo que me sugerís, otra cosa es que con la emoción del tecleado me olvide de que debería ser breve. :) En realidad siempre me ha costado ser breve, es un ejercicio que practico a menudo y sigue sin salirme bien.
      Un abrazo enorme para ti también, y por supuesto, un brindis. MUAC.

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  5. Yo quería decirle que tenía miedo… Miedo de que él jamás me amara de la forma que yo deseaba ser amada. Yo temía que tal vez él no tuviera la capacidad de amar a nadie excepto a sí mismo. Yo temía que llegado el momento me rompiera el corazón de nuevo… Pero le mentí y sólo dije: “No me pasa nada”.

    SEX AND THE CITY pensamiento

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  6. Yo puedo decirte que sí, que es cierto de lo que hablas, que existe enamorarse de una voz, de alguien al "otro lado", de suspirar, de llorar, de quererlo todo e imaginar lo inimaginable...luego, como dice Sergio, la realidad es otra historia,jejejjee! Mucho menos sabrosa y menos de todo...
    En mi opinión, las personas no vivimos el presente, y ese es nuestro problema e idealizamos. Y eso es lo peor. Los cuentos que nos inventamos en nuestra cabeza.Creo que lo empeora internet, que siempre estamos observando la vida perfecta de los demás y nadie, absolutamente nadie tiene ningún tipo de vida perfecta. Tenemos lo que tenemos y punto. Y en las manos de cada uno está la llave para que sea mejor y vivir buenas historias. Pero siempre desde nosotros. No esperando nada de nadie. Ni esperando que los demás sean como uno imagina y no como son en realidad...
    Me encantó tu historia. Y me hizo recordar muchas cosas buenas.
    Un besazo gigante Dorotea.
    Escribes súper bien!!! Muaaaaa!

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    1. Mil gracias, Maman B. Me alegro de que te guste. Comentas unas cosas muy muy interesantes, dan para un par de entradas de las tuyas y de las mías. :) Creo que hasta los menos fantasiosos no pueden evitar montarse películas sobre las personas de sus desvelos en algún momento. Aunque sea preferible lo del aquí y ahora de la meditación, al menos para no llevarse chascos y simplemente disfrutar con lo que tenemos. Y si pasamos todo eso al mundo de internet, apaga y vámonos. :D
      Un beso enorme.

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