Diario de Jekyll (4): Al agua patos

Miércoles 19 de febrero de 2020

13:30h

Salgo apurada hacia clase de inglés. Me cruzo con una figura que me resulta vagamente familiar, pero estoy demasiado entretenida buscando un podcast corto para escuchar por el camino y tampoco quiero pensar que es él. [Ya, claro, por supuesto que no quieres] A veces creo verlo en cualquier parte y he aprendido a pasar de esos fantasmas. [Lo dudo, nena, lo dudo]

“Hola”.

Mierda, esa voz. Esta vez no es un fantasma. Sé que es él incluso antes de girarme y verlo sonriéndome. Me pregunta qué tal estoy e intercambiamos un par de preguntas. Pensé que lo había superado. Tuvimos contacto por email hace unos meses, cuando regresó, pero no lo había visto en persona, no había oído su voz. Ni siquiera es guapo, pero su voz… ¿Qué me pasa? Me derrito…

Mientras le hablo brevemente de mis clases de inglés me lanza una de esas miradas que provocan escalofríos cuando vienen de la persona que te gusta. Mierda, me tiemblan las piernas, ¿lo notará? He vuelto a caer.

Viernes 21 de febrero de 2020

17:30h

Llevo dos días sin dormir. No me concentro. Me fastidia estar de nuevo así. Ya tenía otro objetivo y de pronto esa persona ya no tiene cabida en mi cabeza. Tengo que zanjar esto definitivamente. Antes de lanzar cualquier ataque preferiría saber si tiene pareja, pero un café no mata a nadie. Voy a escribirle, ya no soporto esta lucha interna sobre lo que me apetece hacer y lo que no me atrevo a hacer. Programo el envío del email para el lunes. No puedo irme de fin de semana pensando en si contestará o no. Podría mirarlo en casa, pero si me dice que no, me arruina mis días libres. Y trabajando, teniendo la mente medianamente ocupada con otras cosas, todo se pasa mejor. [Qué asco de pensamiento, Jekyll. Lo sé, Hyde]

Martes 25 de febrero de 2020

09:00h

He dormido como un lirón en las últimas noches. Increíblemente bien. Enviar ese email ha sido una liberación. Independientemente del resultado, me siento genial. De momento no me ha respondido. Mentiría si dijera que me da igual [lo que faltaba, que ahora te pusieras en ese plan], por supuesto que no me da igual, pero tirarme a la piscina ha sido tal triunfo que me siento realizada y liberada. Tenía una losa encima desde hace año y medio, ¡año y medio!, un menhir como los que lleva Obelix que ha ido creciendo aun más desde octubre pasado.

Siempre responde muy rápido, ¿lo habré descolocado? Quizás está pensando cómo decir lo que quiere decir.

 

Miércoles 26 de febrero de 2020

13:09h

No, no, no. Quiero decir, sí, sí, sí.

Respira hondo, uno, dos, uno dos.

Nos vemos en una semana. En la mini ofi tengo que guardar las formas, pero por dentro estoy saltando, brincando, gritando. Estoy como si hubiera echado un polvo buenísimo, pero con los nervios previos. Al final, no estaba tan mal esto de tirarse a la piscina. Con lo que me gusta nadar. [Por favor, ya no sé qué hacer con esta mujer]

Me queda una semana para quitarme de encima este estrés y, bueno, solo es un café. Pase lo que pase el miércoles, he aprendido, he conseguido ser valiente y me he superado a mí misma. Si consigo algo más, sería estupendo, pero sobre todo, estoy contenta por haber ganado experiencia. [Tía, corta el rollo. Vale]

El desenlace aquí.