Miércoles 4
de marzo de 2020
9:30h
Tengo el
ordenador encendido, el cuaderno de trabajo sobre la mesa y una botella de agua
fresca a mano. Estoy lista para empezar la jornada, pero antes tengo que
confirmar el
lugar del café.
9:40h
Confirmado. Ya
no hay marcha atrás, pero no quiero ir. Tengo miedo a que salga bien [Qué cruz, QUÉ-CRUZ.
¿No puedes dejar los malditos autoboicots para otra ocasión?] y miedo a
que no sea majo.
Luego tengo
clase de inglés así que me he puesto ropa medio formal (no sé por
qué siento que tengo que ponerme un poco más formal para las clases en la
empresa), no demasiado , y de color rojo, mi favorito, aun así, me siento insegura.
10:55h
Tengo que salir.
No quiero. [Arrea o te doy un sopapo. Qué agresiva]
11:05h
Joder, la
primera en la frente. Empezamos hablando del coronavirus porque la empresa se
está preparando por si tiene que mandarnos a todos a casa, yo le cuento una
anécdota de mi prima y va él y suelta otra anécdota sobre la fiesta de su
cumpleaños que organizaba con su novio. [¡Ja! Lo
sabía. Qué ibas a saber]
Uf, esto creo
que no me lo esperaba ni después del flirteo
de hace año y medio ni después de la miradita de la semana pasada, pero
claro, entre el blanco y el negro hay todo un abanico
de posibilidades. Lo que realmente me fastidia es que tenga pareja y se
dedique a lanzar miradas escalofriantes (que sé de buena tinta que no soy la
única que cayó en sus redes), así que aguanto el chaparrón muy dignamente, al
fin y al cabo un tío como este no podía estar libre así como así. [Convéncete todo lo que quieras, pero te duele. ¡Capulla! Y me jode]
11:15h
No puede ser, he
encontrado a otra alma gemela apasionada por Pilates. Ya el trabajo pasó a la
historia, hemos encontrado nuestro punto en común [Seguro
que te imaginas yendo a clase con él. Detesto que estés ahí
dentro] y nos los estamos pasando genial. El tiempo vuela
11:45h
Y se acabó, al
menos por hoy, pero quizás volvamos a encontrarnos para hablar de nuestras
clases de Pilates. Lo importante de esto, dejando de lado la historia de su
pareja, es el paso adelante que conseguí dar y, sobre todo, que voy a poder
cerrar el asunto de una maldita vez. Unas queridas amigas me insistieron desde
siempre en que lo hiciera, lo del café para zanjar el tema, pero el miedo pudo conmigo. Sé
que tenía que haberles hecho caso. Lo siento. [Ahí
le has dado] En la entrada anterior comenté que tenía a alguien más en
el objetivo, pero no era suficiente para seguir adelante. Ahora, por fin, puedo
hacerlo. Por completo.
Esso diálogos internos son muy reales, amiga. Dile a alguna de tus voces de tu cabeza que alce el tono, y tú puedas escucharla más claramente. Y al café :-)
ResponderEliminarUn abrazo
Debería hacerle caso a Dorotea Hyde mucho más a menudo, aunque sea difícil. :(
EliminarUn abrazo enorme.
Pues bueno, asunto zanjado y vía libre para seguir adelante, eso es lo bueno.
ResponderEliminarNo me gusta la gente que teniendo pareja se dedica a lanzar miradas escalofriantes, como tú dices. Lleva a confusión por parte de los demás y a hacerte falsas esperanzas.
Besos y felicidades por haber superado el reto.
Muchas gracias, Devoradora. A mí me pasa igual que a ti, me lleva a equivocaciones. Sé que hay gente a la que le encanta porque se siente alagada, pero yo prefiero las cosas claras. Lo importante es que el asunto está cerrado y si aparece por el blog, será con otro tono y en otro plan. :)
EliminarBesos.
Me gusta este tipo de entradas, es como estar ahí contigo en tu ahora y venciendo o no tus miedos. Un gran abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Nocturno. También son muy gratificantes de escribir, solo que es más fácil hacerlo desde "mi otro yo", por eso solo hay cinco.
EliminarUn abrazo enorme para ti también. Y buena semana! :)