Lunes 20 de abril de
2020
Revisé mi bandeja de
entrada nada más empezar y tenía un email de la persona que provocó la avalancha
de emails en Semana Santa, una persona que depende del departamento de
Verduras, pero a la que tengo que orientar como favor hacia ellas (aunque ellas
nunca me lo devuelven). La información que le daré, cuando llegue el momento,
será sobre un proyecto que va a gestionar, solo un par de detalles sobre los
primeros pasos, los puntos en los que debe enfocarse y los que debe reforzar.
En el email que
tengo en mi bandeja de entrada me ha contado toda su vida: que si se ha mudado
de casa; que se equivocó en poner una dirección; que su DNI caduca en un mes…Ni
que yo trabajara en una comisaría. Termina diciéndome que tiene problemas con
la solicitud de su Cl@ve pin*, que si le puedo ayudar. Ni que yo trabajara en la
Agencia Tributaria. A continuación me envió un segundo email donde me pregunta
si tengo algún contacto en la institución que evaluará su proyecto, a ver si le
pueden solucionar lo de la Cl@ve pin. Le dije que no le puedo ayudar, que debe
ponerse en contacto con la Agencia Tributaria. No sé por qué cree que la Cl@ve
pin es una invitación para comenzar el proyecto. En serio, hay gente que está
en el mundo sin cabeza, sobre todo porque se suponía que perteneció a la
“élite” de la empresa donde trabajo hasta que se cambió de ciudad. Se puede no
saber nada sobre el tema de la Cl@ve antes de solicitarla, pero no hace falta más que leer un par de
líneas en la web donde se solicita para saber lo que es.
Por la tarde, para
no variar, tuvimos la reunión de equipo. No se conectaron ni Marga ni Sandra.
Marisol sí apareció, a contraluz, así que no le podíamos ver la cara pero si la
postura de espatarre en el sofá y también que se pasó el rato escribiendo
mensajes en el móvil.
*Cl@ve pin es uno de los códigos de identificación que
nos proporciona el Estado para hacer gestiones telemáticas con las
administraciones públicas.
Martes 21 de abril de
2020
He leído que están apareciendo nuevos síntomas de covid-19,
sobre todo en gente joven y niños, que hasta ahora no se habían relacionado con
la enfermedad como sabañones y urticarias. Así que parece que no somos
asintomáticos del todo, solo que presentamos síntomas que no se relacionaban
con la enfermedad. Los textos de divulgación científica que estoy leyendo estos
días me fascinan, el funcionamiento de nuestro organismo me parece alucinante.
Lo que no me parece tan fascinante es el dolor de cabeza horrible
que me fastidió la tarde. Me desperté con él. Era solo algo que sabía que
estaba ahí a la espera de lanzar su ataque y eso sucedió después de comer.
Sobre las cuatro y media me tomé una aspirina con un poco de leche y me acosté.
No pude hacer nada, ni trabajo, ni ejercicios de inglés, ni deporte… No son muy
frecuentes, pero pasar estas jaquecas en la oficina es
horrible, no solo por estar al pie del cañón sin poder descansar, que es lo que
pide el cuerpo, sino porque nadie se apiada, al contrario, basta que diga que
me encuentro mal, la Pestes es la primera que empieza a hablar más y más alto.
Y nunca, ninguna de las jefas que he tenido, me ha dicho vete a casa y nos
vemos mañana, así que por eso ahora las dos reuniones de equipo que tenemos a
la semana, las veo como hipócritas y para controlar.
Remordimientos por haber dejado la jornada laboral a medias:
cero.
Jueves 16 de abril de
2020
Llegué tarde a la reunión. Se me pasó por completo y me
acordé cinco minutos después de la hora. Además, tuve problemas con la conexión,
aun así, solo llegué ocho minutos tarde. Mike
nos dijo que tiene sabañones. Está en seguimiento
telefónico y le harán la prueba en tres semanas. Diana tose como si tuviera
tuberculosis… o covid-19. Ella dice que no la ha tenido, que lo consultó con su
hermano, que le hizo pruebas respiratorias (vía telefónica. Lo mínimo es un estetoscopio,
¿no?) y es otra cosa. Y eso se lo cree ella. Me pone enferma que nos tome por
tontas. Sin prueba no hay confirmación. Punto. De hecho, en las primeras
reuniones no activó la cámara y a mí eso me hizo sospechar. Creo que debió de
estar tan mal como para ocultarlo, lo contrario que haría yo, que se lo
ocultaría si solo tuviera sabañones.
Cosas de estos tiempos .Lo de la clave pin para hacienda lo he usado hace unos días, y sí, estos tiempos de reuniones, presenciales y virtuales, nos están demostrando lo mejor de mucha gente, y también lo peor :-)Muy amena tu semana, amiga.
ResponderEliminarUn abrazo y a por este sábado
Y menos mal, Albada, que aún no hemos tenido a ninguna hablando desde el baño... bueno de Sandra no digo nada que a veces se oyen ruidos muy raros desde su micrófono, pero si lo hizo, al menos apagó cámara y micro. :D
EliminarSí, la verdad que muy amena. Me están dando para comentar más que cuando estamos en la oficina. :D
Un abrazo y disfruta igualmente el fin de semana.
Je, es que ahora hay gente que no tenía sus cosas al día y nos toca solucionárselo. Lo curioso de este país es que te obligan a tener los equipos actualizados, pero para mandarte una invitación a Cl@ve lo hacen por correo postal los muy sinvergüenzas.
ResponderEliminarRespecto a las toses y otros síntomas, sólo lo veo como un reflejo de la “solidaridad” que tanto nos venden, pero no me hagas mucho caso, mi visión suele ser caótica, y con este virus hay millones de teorías, sólo falta multiplicar una por cada habitante. Pero lo que no tiene nombre es eso de las pruebas respiratorias por teléfono, hay que joderse, jajaja
Un saludo!
¡Lo de la carta me sorprendió a mí! Menos mal que al final lo arregló por otro lado porque a esta mujer la veo muy poco organizada y me esaba oliendo que mi jefa me mandara a mí ayudarle. :S
EliminarJajaja. Es verdad, lo de las teorías sobre el virus, me parece increíble que haya tanta variedad en tan poco tiempo y con el encierro nos estamos volviendo aun más creativos... y que hay que seguir el ritmo de Trump. :D
Un saludo.
no te preocupes que en todos los trabajos nos vigilan...
ResponderEliminarpobre tu compañera si está infectada... saludos
Es solo que me fastidia esa vigilancia disfrazada de preocupación. :( Aunque reconozco que mi jefa no es la peor, al contrario, solo que aquí traigo las quejas jajaja. Pero sí, cada vez más vigilados y con la excusa de la pandemia más.
EliminarUn abrazo, Jota.
Pues yo tuve una migraña normal cuando hago ciertos horarios y se lo dije a todo el mundo. Y que llamé al centro de salud y me dijeron que me quedase en casa. No me han hecho pruebas y yo sé que no he tenido nada. O que puedo haberlo tenido pero ese dolor de cabeza no pertenecía al Covid aunque me da igual. que piensen que lo he tenido o que no. Si lo has tenido eres inmune(en teoría), si no...
ResponderEliminarEs curioso como las enfermedades generan ciertos pudores en algunas personas. La enfermedad como debate moral o ético.
aparte de eso, como veo que se te puede preguntar de todo, cuando tenga que cambiarme el pasaporte te preguntaré alguna chorrada. Es broma pero te aseguro que a mí cierto compañero me enseña sus muelas para que vea su estado de salud, me pregunta si sé de algún buen notario o pretende que yo le haga de este o me usa como consultoría legal laboral. Somos chamanes de la sabiduría. Saludos
Jolín, S., es que la gente con la que trabajas se las trae también. Jajajaja.
EliminarSí, lo de las enfermedades en el trabajo es muy curioso. Avisé un par de veces para ir al médico por una cistitis, y por una gastroenteritis. Y sé de sobras que no son problemas graves (si los atiendes) pero mi jefa de aquel momento solo sabía recordármelo y no confortarme: bah, eso no es nada. Ya lo sé, pero me muero del dolor. Nunca es nada lo de los demás.
Un abrazo.