viernes, 14 de julio de 2023

No pasó nada

THE dress, de dollyhaul
Hace un par de semanas comenzó a circular el rumor de que Carmina, la jefa, quería organizar una cena de fin de curso, pero no una copa y unos pinchos para nosotros como hacía Diana, sino un evento en toda regla con el departamento de investigación.

Íbamos hablando entre nosotras sobre el tema, por parejas. La Rotten me comentaba a algo. Luego yo le comentaba algo a Mike. Luego hablaban la Rotten y él por otro lado mientras Sandra me preguntaba algo a mí. Y a continuación Mike cuchicheaba con Pablo y el ciclo volvía a empezar.

Una de las cosas que nos molestaba más era que fuera una cena. La Rotten dijo que no iba a ir de manera rotunda, que ella tenía el pie mal y ni hablar del peluquín. Yo también dije que no. Ese día, fuera el que fuera, tenía sesión de fisio. Sandra dijo que no podía, pero que a eso había que ir sí o sí. A Mike no le importaba siempre que pudiera sentarse con Pablo para estar los dos a su bola y Pablo tenía que ir obligado porque le habían mandado organizarlo.

Que la empresa organice algo en tu tiempo libre y que cuente con que vayas (¿alguien ha dicho presión?), no agrada, excepto a Sandra, que siempre necesita excusas para largarse de casa. Y así estábamos en un sinvivir esperando novedades para poder organizarnos o para inventar una excusa.

Y de pronto, hace más o menos una semana, todo dio un vuelco. Gracias a Pablo, supimos que lo habían cambiado para el mediodía y que también se uniría el departamento de verdudas. También nos enteramos de que quien lo estaba organizando era el jefe de investigación y eso a algunas nos resultó sospechoso. No me quiero desviar mucho del tema, pero el asunto es que al superjefe no le queda mucho para jubilarse y hay movimientos por toda la empresa que indican quién quiere postularse para el cargo. Ese movimiento del de investigación me sonó a hacer campaña.

Por fin recibimos la invitación, sólo tres días antes del acontecimiento, y con ella llegó un poquito más de información. Que no sólo íbamos las trabajadoras de base, sino todo el mundo. Y que también habían invitado al personal de los tres departamentos en la otra sede. Incluso convocaron a Violeta, que ya está de baja por maternidad. La cosa se ponía seria. Esto no eran los pinchos de Diana, parecía más la comida de Navidad extraordinaria de Ángela, pero a lo grande.

El nerviosismo estaba a la orden del día. Cuando supimos que iban a asistir ciertos cargos, Mike y yo nos dimos cuenta de que no podíamos ir en vaquero y zapatillas, quizás sí unas sandalias en mi caso. Yo, además, le iba ocultando a Sandra cualquier información conspiranoica, sobre todo la creada por mí, para que no se pusiera a darle aun más al coco y no pusiera el mío a punto de combustión.

Llegó el día.

Y no pasó nada.

Y ese no pasó nada podría ser un buen final. Tenemos que darnos cuenta de que vemos símbolos y señales donde no los hay; que no siempre las cosas tienen una segunda lectura.

Sin embargo, pasó algo que apenas nadie percibió. Hacia el final, el jefe de investigación se levantó, se acercó a mi jefa y le dijo que se iba, que si hablaban de eso un momento. Y se marcharon los dos. Cuando hablamos, no sólo las palabras tienen significado también el tono y nuestro lenguaje corporal y el suyo era misterioso, su forma de hablar críptica. Así que nos dejó pensando si no habrían cancelado el discurso porque la jefa de verduras no asistió y ahí o hablaban todos, o no hablaba nadie.

Total, que nos quedamos con la sensación de que todo es tan aburrido que es mejor inventar locuras absurdas que dan una imagen patética de nosotras, pero al tiempo nos quedamos con un pequeño cabo para seguir inventando porque hay que pasar el rato.

6 comentarios:

  1. Hay iniciativas loables, pero que luego resultan una pifia :-)

    Un abrazo

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    1. Estas comidas/cenas de trabajo son un ejemplo. :D
      Un abrazo.

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  2. Las espectativas aumentadas consiguen que al final se deshinche el globo... :) , però como engancha, eh !
    Saludos !!.

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  3. Una cena no deseada en un día que no es de trabajo. Y no pudiendo usar ropa informal.
    No es lo que se dice una buena combinación.
    Un abrazo.

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    1. Peor Demiurgo, era en un día laborable, después de trabajar y tener que trabajar al día siguiente. :S Si para mí era un rollo tener que volver a esas horas a casa, los que viven en otra comunidad, ni te cuento! Así que al menos fue comida, aunque no tuviera excusa para faltar. :D
      Un abrazo.

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