martes, 31 de marzo de 2020

Covid-19, Diario de un encierro (4): Irresponsabilidades

Martes 24 de marzo de 2020

15:02h

Me siento frente al ordenador después de comer y veo que tengo un email de Bricomanitas, la recepcionista del edificio donde trabajo. Me pregunta si estoy en Madrid o me he ido a casa de mis padres. Estoy ya hasta el culo de que me pregunten eso. Este es el tipo de gente que se largó de vacaciones cuando les dijeron que podían teletrabajar ayudando a esparcir el virus, muchos viajando incluso estando enfermos pero dándoles todo igual porque una caña en la playa era lo primero. No sé qué pasa por estas cabezas. Todas las personas que me han preguntado eso, y han sido ya unas cuantas en estos días, creen de verdad que pondría en peligro a mis padres, los dos grupo de riesgo. A todas las he dejado en evidencia diciéndoles que viajar en estos momentos es una irresponsabilidad, incluida mi antigua jefa. Sé que les importa un comino. A mí ellas también me importan un comino, pero al mismo tiempo me dan asco.


Jueves 26 de marzo de 2020

9:02h

Sandra nos ha enviado un email a mí, a la Pestes, a Carlota la verdulera y a una de las secretarias del departamento de Verduras. Sé que lo hizo con buena intención, aunque quitando de la lista a Mike y a la otra secretaria de Verduras porque le caen mal. Teniendo en cuenta que ella y yo estamos en contacto diario, casi se lo podía haber ahorrado, o mandarlos individuales, o quitarme a mí también. Escribí algo por compromiso porque no me apetecía escribirles nada, igual que no me apetece charlar con ellas cuando me las encuentro en los pasillos. Además, Carlota y yo tenemos una tarea común entre manos y estoy bastante saturada de ella.

Sí, no solo la Rotten y yo estamos en contacto estos días, también Sandra y yo. Debe de estar pasándolo mal. Ella solo me cuenta que sus hijos la traen loca porque no quieren hacer las tareas que les asignan en el colegio, pero teniendo en cuenta la relación de pareja que tiene con su marido, no debe de ser muy agradable estar las veinticuatro horas con él, sin la salida que el trabajo le proporciona.

Acabo de leer que la RAE ha anunciado que covid-19 es femenina y me parece que debe escribirse en mayúsculas, pero para mí en estos momentos escribirlo con mayúsculas es darle más poder, así que tendré que acostumbrarme al nuevo género, pero permitidme que me salte el tipo de letra. Me niego a engrandecerla a través de la escritura, ya nos asusta bastante.


Viernes 28 de marzo de 2020

Al final, después de una dura lucha interior, he decidido comprar una colchoneta y un aro para hacer Pilates. No quería que un trabajador estuviera en la calle por mí, por algo que puede no ser esencial en estos días, pero el dolor de las contracturas me hace ver las estrellas, necesito hacer Pilates otra vez. No creo que las cure, para eso necesitaría un par de sesiones de fisio, pero creo que sí puede aliviarlas, como lo hace siempre. El sitio donde trabajo en casa no es apropiado para trabajar. Sirve si tengo que hacer algo un rato, una tarde, pero no trabajar a jornada completa. Unos pocos días y me estoy resintiendo, de hecho, me duelen partes del cuerpo que no me duelen habitualmente. Necesito esa colchoneta. Y el aro aún más. Sin embargo, no dejo de pensar en que también yo soy irresponsable, más aún que las que me preguntan si estoy en casa de mis padres. Que reflexione sobre ello y ellas no, no me hace mejor.

18 comentarios:

  1. No te atormentes, al final son muchos los que están en la calle trabajando, mi mujer es cajera en un hipermercado, y aunque fastidia, hay que reconocer que algunos servicios son imprescindibles. Un repartidor hará el mismo trabajo, da igual que le pidas una colchoneta o que le pidas leche... Eso sí, irresponsabilidad la de todos aquellos que emigraron a la costa para desgracias de los que estamos en la costa.
    Saludos.

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    1. Hola, Elvis:

      Gracias por tus ánimos. Estoy totalmente de acuerdo contigo, los que se fueron a la cosa esparciendo el virus por todas partes... eso no tiene nombre. Acabo de leer que han detenido a una familia madrileña en una playa tomando el sol, con sirvienta incluida. A mí me entran remordimientos por algo "menor" y hay gente que no siente remordimientos nunca.

      Un saludo y gracias por pasarte.

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  2. La gente pasa de todo Dorotea, no les importa una mierda nada y a mi eso me pone triste, porque parecería que todo lo que está pasando nos daría espacio para reflexionar de cómo es nuestras vidas y lo que estamos haciendo con el planeta. Pero no es cierto, nada de eso importará cuando nos digan que ya podemos ser "libres".
    Si la gente ya no es responsable ahora, menos lo va a ser luego.

    Yo estoy con Elvis, hay servicios que son necesarios y porque tú no los utilices no va a hacer que no estén. Sabes, también pienso que esto va hacer perder un montón de puestos de trabajo. Y muchos de estos transportistas viven al día.
    Es feo, sí. Eso hace salir a la luz cuánta gente viven al límite y no puede quedarse en casa. Más todos aquellos que ya no tienen casa y viven de lo que la gente les da. Y ahora ni eso tienen. Es todo realmente muy complicado.

    Así que no te sientas mal por pedir lo que necesites.
    También uno debe cuidarse.

    muchos besos Dorotea!

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    1. Sí, lo sé, sé que por pedir una colchoneta no va a pasar nada, es más, es preferible que trabajen solo los mensajeros y que los demás no salgamos a la calle. Quizás sería mejor que todos hiciéramos la compra online, como pasaba en Wuhan. L@s cajeros no perderían su trabajo porque se encargarían de preparar los pedidos, los clientes no saldríamos a la calle y el personal de las tiendas trabajarían en condiciones más seguras. Pero curiosamente, no me siento mal por salir a hacer la compra, quizás porque estoy deseando que me dé el aire. Así son las hipocresías que todos llevamos dentro. :S

      Un beso, Maman. Cuídate mucho.

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  3. En mi opinión tiene que seguir el comercio online. No sé si por tu caso, colchoneta y aro para pilates, pero es que no tienes una ferretería para comprar un lo que sea, por decir, o zapaterías si la niño le crece el pie y no le caben los de antes. Bueno, en tu oficina has visto que ha irresponsables, esos que llevaron el virus de paseo, pero un Aznar que hizo lo mismo...

    Cuidate mucho, teletrabajadora. Un abrazo

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    1. Hola, Albada: Estoy de acuerdo contigo. De hecho, tenía que comprarme ropa interior justo antes del confinamiento y en el hipermercado que tengo al lado de caso la sección está precintada. La cosa es que no creo que las industrias textiles trabajen, pero ya ves, otra cosa que en principio no es de primero necesidad pero que yo necesito. Menos mal que nos ha pillado en estos tiempos de facilidades.

      Besos. Cuídate mucho.

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  4. Vine a visitarte que bueno sigues escribiendo Es la magia de la vida que nos va viendo

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    1. Hola, Recomenzar! Gracias por la visita. Sigo escribiendo. :) Leyendo menos. Poco a poco me voy poniendo al día con los blogs... que no sé si lo conseguiré, porque la lectura, que siempre me ha aliviado las penas, no es plato de buen gusto para mi cerebro ahora mismo. Espero visitarte pronto.
      Un beso enorme y que sigas bien.

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  5. Yo también he leído lo de la familia madrileña tomando el sol... hay gente para todo hija mía, no te tortures. Como te dicen más arriba los repartidores van a estar trabajando igual.

    Besos.

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    1. Sí,siempre hay gente para todo, sobre todo si se trata de dar la nota. :S
      Lo del repartidor ya se me va pasando. ^^
      Besos.

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  6. Igual piensa que ese o esa trabajador@ que saldrá a dejar tu compra muy probablemente llegará con medidas sanitarias de rigor.
    A mí como profe también me han solicitado mandar material a mis estudiantes y francamente no creo que el modelo funcione. Es una pandemia mundial, si bien no tengo hijos me imagino la gente está enfocada en sobrevivir por estos momentos.
    Un abrazo.

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    1. Sí, venía protegido y no tuve que firmar.
      Seguro que en alguna de tus entradas nos contarás cómo les va a tus alumnos. Entre los hijos de mis amigas hay de todo, pero los pequeños o en los primeros años de la adolescencia, un horror, para ellos son vacaciones.
      Un abrazo

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  7. La gente en general se mete en la vida de los demás sin tener en cuenta sus circunstancias, creo que la mayoría de nosotros ha cometido alguna vez esa estupidez (bueno, yo no, jeje).

    A mí también me toca currar más que nunca en estos días, me ha dicho un fisio que me vendría muy bien una pelota de esas enormes de Decathlon para sentarme frente al ordenador, pero ahora están cerrados los comercios :-(

    Por cierto, muy original tu otro blog, un saludo! :-)

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    1. Hola, Sbm:
      Supongo que inconscientemente la mayoría lo hacemos, otras personas, en cambio, se meten en la vida de los demás como deporte. :D

      Dicen que las pelotas grandes van muy bien para trabajar en ellas, al menos a ratos. Yo si tuviera sitio, tendría una. Pero es o la pelota gigante en casa o yo. :D

      Muchas gracias por pasarte. Un saludo.

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    1. Me alegra que te hayas enganchado. JAJAJA. Pues si mal no recuerdo tengo una escrita desde antes de las vacaciones, pero la desconexión ha hecho estragos en mis rutinas. Voy a revisar a ver qué tengo.
      Besos.

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  9. Me he puesto al día ahora que tenía algo más de tiempo de tus historias antes y después del confinamiento. Hemos cambiado la tragicomedia de nuestra vidas al género ciencia ficción post-apocalíptico aunque en el fondo seguimos siendo los mismos. Se ve muy bien en tus textos. Y por cierto, sabía que serías una ciudadana responsable. El Covid puede seguir pero no por gente como tú. Bien por obligarte a tí misma a los pilates. Mal no te harán. Yo sigo en blanco pero leyendo mucho y hoy leyéndote a tope. Saludos.

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    1. ¡¡Sergio!! Qué alegría leerte de nuevo, ya has visto que te echamos de menos. Lamento leer que sigues en blanco, nos hacen tanta falta tus textos como tus visitas. Pero al menos veo que sigues bien.

      Hay dos cosas recurrentes para mí en esta situación (bueno, tres, con la preguntita de si estoy en casa de mis padres o no): las lloreras por cualquier cosa y que no paro de preguntarles a mis padres, ellos que ya han vivido lo suyo, que nacieron prácticamente al acabar la posguerra, que vivieron la muerte de un dictador y un golpe de estado: "pero vosotros... ¿vosotros os imaginabais algo así?". De pesadilla, S. Lo triste es que yo no creo que esto cambie a la humanidad, al menos a una mayoría y aún menos a quien realmente tendría que cambiar.

      Un abrazo enorme.

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