Leave it open, de Tim |
Cuando empezamos a colaborar, se soltó un poco al comunicarnos por email, era hasta majo, como decía todo el mundo, aunque evitó contactar conmigo para entregarme unos documentos y usó una intermediaria. Estuve a punto de hacer la misma jugada para devolvérselos, pero decidí no escurrir el bulto. Hace unas semanas acudí a un evento en el edificio donde trabaja y pensé que era la ocasión perfecta. Le escribí y le pregunté si le venía bien que nos viéramos antes del sarao. Él también iba a ir, pero no quería que tuviera que cargar con los papeles entre copa de vino y canapés. Y debo confesar que quería verlo sin toda esa gente a nuestro alrededor, solo por si acaso me atrevía a cantarle las cuarenta. Spoiler: no me atreví. ¿Alguien dudaba?
Pasaron dos cosas ese día. La primera, me estaba esperando con la puerta abierta y ciertas fuentes me han dicho que siempre la tiene cerrada. El segundo suceso fue que en el evento hizo ademán de acercarse a mí y saludarme, aunque había demasiada gente para que pudiera conseguirlo. El caso es que me sorprendió porque hasta ese momento el mensaje entre líneas (y no tan entre líneas) que me lanzaba era: no quiero saber nada de ti.
Hace unos días nos vimos otra vez. Organicé una sesión de firmas para varias personas, él entre ellas. En un principio no estaba disponible ese día, pero cuando le confirmé la fecha me dijo que iría. No estaba muy segura de que lo hiciera, pero sí, acudió el primero. Estaba rodeada de gente, con Sandra a mi lado porque es un pegote y se apuntó a ir al edificio nuevo conmigo, y tenía mucho trabajo por delante. Realmente no era el día para sonsacarle información, pero sí pude fijarme en pequeños detalles que me ayudaron a formarme una imagen un poco más precisa de él. Estoy casi segura de que tiene algún tipo de TOC, que es tímido o le cuesta relacionarse con los demás y, aunque ha superado ciertas barreras porque entré como un caballo desbocado en su espacio vital el día que lo visité en su despacho, no se siente tan cómodo conmigo como con mis compañeras, probablemente por ese mismo motivo. El día de la firma lo vi tan vulnerable que sentí ganas de darle un abrazo, pero no tengo confianza con él para eso y tampoco creo que se sintiera muy cómodo, así que simplemente le dejé su espacio.
Sé que he perdido mucho tiempo pensando en esto igual que lo he perdido dándole vueltas a otros asuntos. Primero fue por curiosidad de escritora. Me gusta diseccionar y analizar ciertos comportamientos para aplicarlos a lo que escribo, me ayuda a crear mejores personajes. En segundo lugar, observar me ha llevado más allá de las simples apariencias. Quizás tiene un problema conmigo, pero no es personal. Nada va a cambiar, solo un poco mi forma de tratarlo la próxima vez que nos encontremos, que no va a ser muy pronto.
Te aconsejaría algo que yo no haría nunca porque soy muy cobarde, y es decirle «oye Nino ¿te pasa algo conmigo? Me da la sensación de que te hago sentir incómodo y no sé por qué».
ResponderEliminarFácil ¿verdad? En mi imaginación por lo menos.
Puede ser también que en algún momento tú hicieras algo que él interpretara como que te cae mal y de ahí su comportamiento y ese afán por evitarte.
O vete tú a saber, porque ya sabes que hay tantas interpretaciones como personas.
Besos.
¡Somos del mismo club! Ayer me lo encontré. Era la ocasión perfecta para preguntárselo porque estábamos solos, pero me dio vergüenza. Ya ves... Me quedaré con la intriga.
EliminarBesos.
En la frase del TOC y de la timidez hay muchas pistas. Puede que tú misma lo estés respondiendo. La gente que parece tener problemas con nosotros muchas veces es con ella misma con quién los tiene. Sólo nos vemos por fuera. La piel es lo más profundo que vemos, según decía Oscar Wilde(creo). Lo que sí sé por cómo te expresas es que la culpa no es tuya. Eres lo suficientemente razonable como para no liarla tanto. Poca responsabilidad te veo por lo que pasa en la cabeza de Nino. Saludos
ResponderEliminarCada vez que voy sabiendo más cosas de él (y ese "más cosas" son simplemente pequeños gestos) yo también creo que la culpa no es mía. Y el caso es que me cae bien. Sigo pensando lo que escribí en la primera entrada sobre él, creo que nos llevaríamos bien. Me da pena tener ahí a un amigo potencial y que no seamos capaces de comunicarnos.
EliminarUn abrazo.
Pero ¿te gusta Nino o no? jeje porque si bien te compro lo de que es por mera curiosidad de escritora que deseas acercarte, que pienses en él y le des vuelta a formas de acercarte o qué pensará o le pasará respecto a ti... hmmm... y hasta le dedicas entradas en tu blog jeje
ResponderEliminarSi tu respuesta es que no te gusta entonces deberías dejarlo seguir su camino y dedicar tus energías a otras cuestiones/personas jeje.
Un abrazo y mantennos informados de novedades al respecto ;)
Jajajaja. No, no me gusta y creo que que ya vamos a seguir cada uno nuestro camino. Ya me he quedado tranquila sabiendo que su problema no era algo personal conmigo. Pero es tan misterioso que quisiera tener la llave que abre el cofre donde se guarda el misterio. Eso me atrae como la miel a las moscas. Xd
EliminarUn abrazo.
PD Avisaré si nos casamos, no lo dudes jajajaja.