Violeta se nos ha vuelto a casar. La primera fue una boda
sencilla, cutre más bien, y triste seguro, pero eso ya lo conté en la
entrada correspondiente. Esta, en cambio, tenía que ser grandiosa. Me la
imagino como esas grandes bodas de gente que quiere aparentar lo que no es, que
intenta por un momento tocar lo que no tiene y le sale un gurruño hortera. En
mi mente se cuela, sin proponérmelo, una boda gitana.
Mostrando entradas con la etiqueta Bodas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Bodas. Mostrar todas las entradas
viernes, 22 de septiembre de 2017
viernes, 14 de octubre de 2016
La boda de Violeta
ca_20150210_008, de Costică Acsinte Archive |
Violeta se ha casado. Estaba tan desesperada que se
presentaba diciendo hola, soy Violeta y quiero casarme y tener hijos porque se
me va a pasar el arroz, como si estuviera en una sesión de alcohólicos anónimos.
Le da igual ser buena en algo, esa era su única meta en la vida. Cosas
educacionales. Después de mucho insistirle a su novio, con el que está
desde hace once años y convive desde hace unos cinco, el muchachín se
arrodilló, sacó un anillo y, entre lágrimas (de ella), le pidió que fuera su
esposa. El sábado pasado cumplió parte de su sueño. Celebraron la boda civil, únicamente
“para la familia”, luego los invitaron a un banquete con tarta nupcial. Ella
con vestido blanco, sencillo pero con cola. Será el verano que viene cuando
celebren la boda religiosa en el país de Violeta y se ponga “vestido de
princesa”, organice una boda de cuento de hadas con miles de flores y un fotógrafo
de verdad.
martes, 5 de abril de 2016
Sueño: dos novios para un diablillo
Love is key de cosmo_71 |
Anoche tuve un sueño rarísimo y larguísimo, incluso seguí soñando después de sonar el despertador, en ese estado entre la vigilia y el sueño. Lo traigo porque está implicado un compañero de trabajo. Hace un rato me di cuenta de que el hilo conductor, la boda, vino a mi mente por el post de S. que leí ayer. El resto de elementos catastróficos y dramáticos no tengo ni idea de dónde han salido.
Es el día de mi boda. Me voy a casar con Álvaro, el compañero de curro del que hablé antes. Guapo, no muy alto, encantador. Lo conocí hace como un año aunque lleva aquí tanto como yo. Nos habremos visto ¿tres veces?, ¿cuatro? Sin embargo, desde hace una temporadita, nos cruzamos casi todos los días en el camino de ida o en el de regreso y siempre, siempre, en el mismo punto de encuentro. Un poco raro todo. Hasta me da vergüenza. En la distancia, sin palabras, las miradas son las dueñas absolutas y han establecido un juego que me pone nerviosa.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)