Mostrando entradas con la etiqueta Regalos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Regalos. Mostrar todas las entradas

viernes, 23 de febrero de 2024

Malditos bombones

El regalo, de Dorotea Hyde
Cuando escribí la última entrega sobre la jubilación de Diana, mi jefa anterior, la titulé Parece que ahora sí, ADIÓS. Pero la conozco lo suficiente como para haber expresado, ya en la primera línea, mis dudas sobre su marcha definitiva. Estaba segura de que aparecería de nuevo.

La primera vez fue hace un par de meses para ayudarle a Carmina, mi jefa actual, y de paso meterme en un lío. Por desgracia no escribí sobre esto, pero fue un follón tremendo que me puso contra Carmina una vez más. La segunda fue hace sólo unos días. Y aquí estoy.

jueves, 23 de noviembre de 2023

Los test y la pashmina

La pashmina de la Rotten, de Dorotea Hyde

Hace unas semanas la directora de recursos humanos dejó un mensaje en la intranet avisándonos de que tendríamos que hacer dos minicursos y pasar los correspondientes test, que nos enviarían el aviso por email. O eso entendí yo. Porque el aviso que recibí hace unos días me recordaba que ni siquiera había hecho login y el mes estaba a punto de terminar.

Esa misma tarde, después de que Sandra me dejara sola, me puse con el primero. No era difícil, pero llevaba su tiempo. Pensé que al día siguiente, viernes, haría el otro y todo quedaría resuelto. Pero las cosas nunca suelen salir como queremos y esa mañana apareció la Rotten para decirme que a ver si le ayudaba, que ella no se apañaba. Lo que en realidad quería decir era que pasaba del tema (como yo, no te jodx) y que quería las respuestas. Y como soy idiota y ella más, le ayudé. Hice el maldito test dos veces, perdí más del doble de tiempo porque a ella le lleva más que a mí aun con las respuestas dadas, no pude hacer el segundo test, ni pude dedicarme a mis cosas.

viernes, 16 de diciembre de 2022

La despedida (1): La elección del regalo y los números rojos

Colgante calavera
Este es el que yo compraría
(Ilust.: FreeFunArt)
Quizás, si lleváis algún tiempo visitando estas páginas, recordéis la entrada Primera persona del plural sobre la incapacidad de Sandra para hacer cosas sola que, en su caso, está íntimamente ligada a su incapacidad para tomar decisiones. Sigue en las mismas, pero hay algo más fuerte en su personalidad que se impone a la imposibilidad de decidir: cumplir y quedar bien. En esos momentos se pone a tomar decisiones como una loca. 

Cuando nuestra jefa, Diana, anunció que se jubilaba, Sandra empezó la campaña para comprarle un regalo. Llevamos muchos años juntas, la conozco mejor que a la mayoría de mis amigas más íntimas, así que desde un principio sabía que me iba a pedir ayuda igual que sabía que no pensaba involucrarme salvo en lo esencial porque esa serpiente venenosa no se merece ni agua.

Todo este asunto me ponía del mal humor. Comenzó con un presupuesto que aumentó gracias a una trampa. Nos sugirió diez euros para el regalo y cinco para unos pinchos, pero cuando RRHH anunció que se haría un pequeño acto oficial, siguió contando con quince euros por cabeza sin consultar y eso no me gustó. Aportando diez euros conseguiríamos una cantidad suficiente para un buen regalo. Cuando le di mi parte le advertí (amenacé) que no pensaba poner ni un céntimo más. No es que yo sea cutre, lo que pasa es que a Sandra no le han cortado la luz más de una vez por llevar bien las cuentas.