martes, 23 de septiembre de 2025

12 cosas que me ponen de buen humor

Mujer de espaldas en la playa con una taza en la mano
Imagen de Pexels. Licencia de uso.
No estoy en mi mejor momento. Ha habido algunos acontecimientos en mi vida que me tienen en modo reconstrucción y las obras suelen consumir mucha energía. Mi humor va por días. Los hay malos, los hay terribles y los hay menos malos. Pero de momento no llego al buen día rotundo. Sé que estoy en medio de un proceso, que necesito tiempo para recomponerme porque todo pasa, pero siempre hay cosas que pueden ayudarnos a hacer más llevadero el camino.

Me gusta mucho el blog de Jubilada Jane. Ella es de las pocas que persisten en la blogosfera. Constante, una vez a la semana nos deleita con una entrada. Irradia positividad y alegría. Que me imagino que sus desajustes tendrá, pero siempre siempre emana una energía que hace que mi ánimo se ponga por las nubes.

viernes, 29 de agosto de 2025

La jubilación de la Rotten

Pues nada, que ya estoy otra vez en la ofi. Las vacaciones han volado, ya están olvidadas. Si no fuera porque me compré un vestido nuevo, que llevo puesto mientras escribo esto y que funciona como prueba de que las cuatro semanas fueron reales, pensaría que agosto no existió.

Cada año me siento más desmotivada al llegar. El curso pasado (sigo haciendo el esquema por años académicos) fue muy intenso, para bien y para mal. Ya sabéis: las oposiciones, la entrevista de trabajo, la carrera, el tramo final de la Rotten… Sí, el tramo final de la Rotten. Habéis leído bien. No hablé de ello porque fue doloroso hasta su último día, pero al fin se largó. Lo celebró media empresa. Y la otra mitad no lo hizo porque tuvieron la suerte de no saber quién era.


A mí me dijo con mucha antelación cuándo se iba, pero igual que Diana, mi jefa anterior, lo fue alargando. El problema para ella era que necesitaba cotizar más tiempo para conseguir el cien por cien de la pensión, pero nunca era suficiente. Así que posponía y posponía y yo nunca veía el fin.

Sus problemas en el trabajo aumentaron. Hacía ya tiempo que la presionaban con más tareas para forzarla a marcharse; cada día rendía menos; la adaptación a las nuevas aplicaciones era un infierno y no digamos el tema de inteligencia artificial. A esto había que añadir sus problemas personales: el cuidado de una madre tiránica, muy parecida a ella con el añadido de que tiene más años; los viajes a esa casa los fines de semana y el regreso a Madrid los lunes de madrugada; la enfermedad de uno de sus hermanos que, aunque fue inventada por su médico loco, fue muy real a nivel emocional para ella.

¿Y con quién pagaba todos sus problemas?

Exacto.

El machaque desde enero hasta su marcha en junio fue de maltrato psicológico absoluto. Lo pasé peor que en su época de las pulgas por las faltas de respeto, algo que no sucedió aquella vez. Me trataba como una mierda y venía al rato a pedirme favores como si no hubiera sucedido nada. Me dejó en un estado bastante lamentable cuando se fue.

Y la que organizó en su comida de despedida… Madre mía. No podemos volver al restaurante. Pidió que le cambiaran platos sin motivo, le faltó el respeto al encargado, despotricó de la empresa todo el rato, menospreció a sus compañeras, ¡sí! A las que estábamos allí, y que le aguantamos tanto.  No se cortó ni aunque estaban las compañeras recién llegadas, incluida su sustituta. Despreció el regalo que le hicimos y boicoteó la llegada de la chica que la va a sustituir: la dejó sin teclado, sin ratón, sin el sello con el logo de la empresa y sin silla.

Cuando vino a decirme que Antonio, uno de nuestros compañeros, le había dicho que era la mejor, que la iba a echar muchísimo de menos, que no iba a haber nadie como ella… le paré los pies. Se llevaba fatal con ese Antonio. Tuvieron unas discusiones bastante importantes porque ella se negó hacer muchas tareas que él le pedía. Pero él, en vez de ser discreto y decir simplemente que-te-vaya-bien, le hizo la pelota. No me corté. Le solté que le estaba diciendo eso igual que no se habla mal de los muertos. No sé si le afectó porque no puso cara ni me soltó ninguna barbaridad de su estilo. Tampoco dejó de hablarme, que era lo que deseaba yo. De hecho, a Mike y a mí nos rogó que no perdamos el contacto, que la llamemos como antes.

La sufrí diecisiete años. Casi acaba conmigo dos veces. Me jodió la vida en muchos sentidos, me la jodió más que cualquier otra persona en la que podáis pensar, incluida mi jefa Diana. Creo que no hace falta que os diga cuántas veces la llamaré. 

jueves, 12 de junio de 2025

Dorotea corre en una carrera

Start- Kilcock 10 Mile 2019, de Peter Mooney

No sé qué se me pasó por la cabeza, pero el caso es que organizaron una carrera en la empresa y me apunté. Así de fácil y así de loca.

Faltaban tres meses y yo sin preparación. Diez kilómetros y dos modalidades: correr y caminar. No penséis que iba a correr, pero aun así me puse a entrenar. Claro, luego vino la caminata por el apagón y la tenía más que superada.

Siempre he sido muy independiente. No me gusta que me mangoneen y tampoco mangoneo. ¿Que le pido a alguien que venga conmigo a algún sitio y no quiere? Pues vale, no voy a insistir, aunque sepa que la otra persona quiere precisamente eso. Creo que mi gente cercana lo sabe y no se frustran si no ruego.

miércoles, 14 de mayo de 2025

28 de abril de 2025: Crónica del gran apagón (y 3)

16:30h

Alrededor de las cuatro y media vimos que se acercaban dos autobuses. Con esa línea tendría que recorrerme media ciudad, pero la caminata era factible.

Todo el mundo se apelotonaba para intentar subir. No quería entrar en la misma dinámica, pero me di cuenta de que o achuchaba un poco a los demás o me quedaría en tierra por ser respetuosa. Tampoco me hizo falta dar empujones. Subí y respiré. Es verdad que quedaba el trayecto, pero cuando me vi colocada en el pequeño trocito de bus que me correspondía, respiré con alivio. De verdad sentí que me quitaban un peso de encima.

lunes, 5 de mayo de 2025

28 de abril de 2025: Crónica del gran apagón (2)

Estación de Plaza Elíptica. Autor: Luis García (Zaqarbal). Fuente: Wikimedia. Licencia: CC BY-SA 3.0

 

14:40h.

Al final de la primera entrega de esta crónica estaba perdida en la plaza de Legazpi, dando vueltas preguntando a diestro y siniestro cuál era la calle para poder llegar a la plaza Elíptica y sin recibir respuesta porque la gente no tenía ni idea. Algunas personas creo que no habían oído hablar de la Elíptica en su vida.

La plaza Elíptica es uno de esos lugares con doble nombre. Su nombre oficial hasta hace ocho años era Fernández Ladreda, pero no sé si alguien le llamaba así. En el 2017 se recuperó su nombre original y yo ni siquiera me había enterado. Y no soy la única. Hace unos días, antes del apagón, hablaba con una amiga y la plaza salió en conversación. Justo me comentó que su nombre oficial era el otro, así que no soy la única que vivía en Babia con respecto a este tema. Pero no tan en Babia como para no saber de su existencia. Pero claro, es que está al otro lado del río.

miércoles, 30 de abril de 2025

28 de abril de 2025: Crónica del gran apagón (1)

 12:33h.

¡Tas!

Y nos quedamos sin luz. Sin electricidad, sin internet, sin teléfono móvil y fijo. Menos mal que estamos en un bajo y teníamos agua.

Nos reunimos todas en la zona común de la entrada y pronto llegaron compañeras de otras plantas, incluso de otro edificio para comprobar si el problema era sólo de su lugar de trabajo. María tomó la iniciativa por una vez y salió para comprobar la situación. Al regresar venía con la noticia de que en nuestra calle todo el mundo estaba igual.

Un minuto después, el conserje nos decía que había contactado con alguien de su pueblo y estaban igual. Otro minuto después bajó la Mofeta y nos anunció, con esa superioridad que tanto le gusta, que el problema era en toda España (más tarde supimos que no era en toda España, sólo que la gente se olvida de las islas, Ceuta y Melilla casi siempre) y que en su departamento se iban a casa. Porque al principio la cobertura telefónica funcionaba algo. Luego variaba según la compañía. Nunca fue para tirar cohetes.

En mi planta alucinábamos, pero tuve la sangre fría de tomar una decisión unilateral: largarme de allí sin pensarlo más.

viernes, 4 de abril de 2025

Rompiendo cadenas: la entrevista de trabajo

Tres mujeres en una mesa de oficina
Foto de Tim Gouw en Unsplash
En julio del año pasado escribí una entrada sobre mi propósito de preparar la salida de esta empresa y mi entrada en LinkedIn como herramienta para conseguir mi objetivo.

En todo este tiempo he escrito muy poco en el blog. Uno de los motivos es la desgana de estar en el trabajo y lo que me rodea. El otro, que estoy activa con otros proyectos que me quitan tiempo para dedicárselo a esto. Y es que cuando dije que estaba preparando mi salida no lo decía con la boca pequeña. Quizás no lo consiga, pero estoy haciendo todo lo que está en mi mano. Incluso hice cosas sabiendo que no serían la solución, como presentarme a unas oposiciones sin prepararlas. No comment.

viernes, 21 de febrero de 2025

Oposiciones RTVE 2024 (y 3)

¿Sabéis cuántos años hacía que no hacía un examen?

Diecisiete.

17.

La última vez fue aquella última convocatoria de oposicióndel 2007. Y presentarme a uno de nuevo ya no era una gran motivación por todo lo que había pasado las semanas anteriores.