Hoy es el Día Internacional de la Mujer. Nunca me ha gustado este día. Primero porque se hace referencia a
él como Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Yo aún era estudiante cuando
me preguntaba por qué las mujeres lo necesitamos si hay ya un día del
trabajador/a. ¿Y qué pasa con las que no trabajan pero están en la lucha?
Segundo, porque si es necesario que haya un día para la mujer es por algo y ese
algo da auténtico asco. Lo siento, últimamente estoy un poco negativa y muchas
cosas me dan asco. It’s beyond my control.
R.C. Beadle, A.H. Brown, and suffragettes |
Lucho en mi día a día contra la discriminación que sufrimos.
Lucho contra las diferencias generacionales con mis padres (¡y lo que luché con
mis abuelos!); lucho contra algunas de mis compañeras de trabajo, que parece
mentira que sean mujeres y madres en el siglo XXI; lucho día a día viniendo a
trabajar como mujer joven contra algunos de mis compañeros hombres, viejos y
jóvenes; lucho contra mi prima cuando dice que una tía es una puta porque grita
cuando folla con su novio; lucho contra mi familia y sus prejuicios; en
realidad lucho contra los prejuicios en general. Y a veces no lucho y simplemente
vivo y hago lo que me da la real gana como un hombre y me da igual lo que
digan. Pero no todos somos iguales, nuestras personalidades están teñidas de
todos los colores imaginables. Por eso, por nuestra educación (con educación me
refiero a nuestras influencias, a lo que aprendemos a lo largo de la vida, no
sólo lo que nos enseñan en casa o en la escuela) y por factores externos, a
veces, no somos capaces de luchar.