Artículo 116
2. El estado de alarma será declarado por el Gobierno mediante decreto acordado en Consejo de Ministros por un plazo máximo de quince días, dando cuenta al Congreso de los Diputados, reunido inmediatamente al efecto y sin cuya autorización no podrá ser prorrogado dicho plazo. El decreto determinará el ámbito territorial a que se extienden los efectos de la declaración.
Constitución Española, 1978
domingo, 15 de marzo de 2020
Covid-19, Diario de un encierro (1): Estado de alarma
jueves, 25 de junio de 2020
Covid-19, Diario de un encierro (15): Fin del estado de alarma
viernes, 12 de mayo de 2023
Covid-19, Diario de un encierro (25): La emergencia llega a su fin
Autores: Alissa Eckert, MSMI; Dan Higgins, MAMS |
Soy de ese grupo de personas a las que les han quedado secuelas tanto físicas como psicológicas, resultado de las restricciones. A veces no puedo evitar echar la vista atrás para ver lo que he cambiado y también lo que sigue igual, al tiempo no dejo de dar pasos adelante para superar mis problemas, en acercarme un poco más a la persona que era y que sé que no volveré a ser. Y eso que no he pasado la enfermedad.
viernes, 17 de abril de 2020
Covid-19, Diario de un encierro (6): Vuelta de vacaciones
miércoles, 18 de marzo de 2020
Covid-19, Diario de un encierro (2): La naturaleza no para
jueves, 19 de noviembre de 2020
Covid-19, Diario de un encierro (20): Más de lo mismo
Lunes 16 de noviembre de 2020
Las semanas pasadas desde la última vez que escribí en el blog han sido muy duras psicológicamente, probablemente las peores desde que la covid-19 entró en nuestras vidas. Después de estar tantos meses al pie del cañón, de estar ahí para apoyar a mis padres, de acostumbrarme a la soledad; después de superar el salir a la calle tras tantos meses de encierro, de enfrentarme al transporte público de nuevo, de aguantar el estrés del trabajo y la presión a la que mi jefa nos somete; justo cuando tenía un pedazo de mi vida anterior gracias a las clases presenciales, a las sesiones de Pilates y las caminatas bajo la luz solar, me vine abajo. El dolor físico por una tendinitis en el hombro también influyó. El dolor continuo, falta de sueño, incapacidad para hacer la mayoría de cosas que me gustan, la mayoría de las que no me gustan y buena parte de las tareas básicas para vivir y sobrevivir en esta época pandémica me provocaron un decaimiento que hasta me preocupó. Supongo que mi cuerpo dijo basta y me derrumbé.
Si no he escrito hasta ahora no fue por falta de temas ni de inspiración sino para evitar forzar el hombro y ayudar en la recuperación porque novedades ha habido a cascoporro, aunque todo sea más de lo mismo: más contagiados, más fallecidos, saturación en los hospitales, otro estado de alarma (aunque esta vez más suave que el de marzo), cierre perimetral en muchas comunidades, cierre de hostelería y centros comerciales, negocios hundidos. Y la noche invernal acechándonos cada vez antes. La cosa realmente está para que cualquiera decaiga aun sin dolores.
viernes, 22 de mayo de 2020
Covid-19, Diario de un encierro (11): Incertidumbre es la nueva certeza
viernes, 29 de mayo de 2020
Covid-19, Diario de un encierro (12): Problemas de comunicación
martes, 16 de junio de 2020
Covid-19, Diario de un encierro (14): Regreso a Madrid
jueves, 30 de abril de 2020
Covid-19, Diario de un encierro (8): El viaje
lunes, 1 de febrero de 2021
Covid-19, Diario de un encierro (23): A las diez en casa
Miércoles 27 de enero de 2021
Decidí que hoy me quedaría en casa a trabajar. Primero decidí que quería comer caliente y que iría solo por la tarde, pero por la mañana me había quedado dormida, desayuné un poco más tarde y no me apetecía comer temprano para llegar a tiempo a la oficina, así que cambié de opinión y me quedé. Aun así, tenía que salir a clase de inglés.
Al salir de la estación vi la tienda de El corte inglés que hay enfrente de la academia y recordé que quería mirar un juego de toallas. Desde que volví a Madrid en septiembre, organizo mi vida para coger lo mínimo posible el transporte público. Aprovecho que tengo que ir algún sitio por “obligación”, como las clases de inglés o la sesión de fisio, para hacer recados por la zona, así que hacía tiempo que necesitaba unas toallas nuevas, pero no había tenido la oportunidad (ni las rebajas) de ir en busca de unas hasta hoy. Era el día perfecto porque no iba cargada con la mochila del trabajo ni con el ordenador, así que me puse una nota en el móvil para después de la clase y, al salir, allá me fui.
lunes, 19 de octubre de 2020
Covid-19, Diario de un encierro (19): Vuelve el estado de alarma
Viernes 9 de septiembre de 2020
Ha sido aprobado un nuevo estado de alarma para la Comunidad de Madrid que afecta a varias ciudades, entre ellas, la ciudad donde trabajo y la ciudad donde vivo. He estado pendiente de la noticia y conozco qué medidas se van a tomar, pero no cambia en nada la vida que he llevado en las últimas semanas, a pesar de la restricción de movimientos.
Mi vecina de al lado, sí, la de los canales de televisión, ha organizado la comida familiar semanal como siempre. Mejor no digo ni cuántos se juntaron ni qué distancia tienen entre ellos. Es un asco que las paredes sean tan finas… y que griten tanto. De hecho, para mí ese es el verdadero problema, que trabajar en casa los viernes por la tarde es imposible con la juerga que organizan. Necesito volver a la oficina.
Al menos la mañana estuvo tranquila y pude tener silencio alrededor durante las dos reuniones que tenía programadas. Me parece que salieron bastante bien, pero siempre hay imprevistos cuando se trata del proceso de proyectos que gestiono y mi jefa se está empezando a encontrar con ellos. Pone siempre en duda lo que le digo, pues ala, que los disfrute.
lunes, 13 de abril de 2020
Covid-19, Diario de un encierro (5): Sale el sol tras varios días oscuros
martes, 31 de marzo de 2020
Covid-19, Diario de un encierro (4): Irresponsabilidades
martes, 24 de marzo de 2020
Covid-19, Diario de un encierro (3): Reuniones y una nueva amiga, ¿en serio?
lunes, 18 de mayo de 2020
Covid-19, Diario de un encierro (10): El paseo
Digitalis, de Dorotea Hyde |
viernes, 8 de mayo de 2020
Covid-19, Diario de un encierro (9): El repunte
miércoles, 23 de septiembre de 2020
Covid-19, Diario de un encierro (16): Medidas restrictivas
Viernes 18 de septiembre de 2020
Le escribí un email a Nino, ese compañero encantador que evitaba saludarme incluso en situaciones imposibles de evitar el saludo. Postergué este momento meses y meses (anda que también yo…), pero el trabajo tiene que salir adelante así que con mi mejor inglés me presenté, me identifiqué para que no tuviera dudas de que era yo, a quien rehuía, y le pedí si podía enviarme unos documentos que teníamos pendientes. Me sorprendí mucho cuando recibí su respuesta de inmediato diciéndome que tenía que conectarse a una reunión pero que en cuanto terminara los buscaría. Hasta fue amable.
Por la tarde, en clase de Pilates, el tema principal de conversación fueron las nuevas restricciones que se van a aplicar en algunas de las zonas sanitarias de la Comunidad de Madrid. Después de varios días de luchas internas en el gobierno (autonómico) y varias comparecencias ante la prensa canceladas, dieron una lista de treinta y siete zonas sanitarias que se corresponden con los barrios y distritos más afectados por la covid-19, pero también con los más pobres y con menos recursos, zonas en las que hay pisos patera, familias enormes ocupando viviendas enanas, poca pasta para compras mascarillas y probablemente jabón, ya del gel hidroalcohólico mejor ni hablo. De hecho, hay bastante polémica con este tema porque las medidas se ven como discriminatorias y segregadoras.
miércoles, 27 de enero de 2021
Covid-19, Diario de un encierro (22): La tercera ola
Calle de Madrid todavía sin limpiar, Dorotea HydeDorotea Hyde |
Lunes 18 de enero de
2021
Me tocó ir a hacer la prueba de covid para poder ir a trabajar a la oficina. Como abrieron las instalaciones de la empresa el miércoles pasado, pensé que las calles estarían mejor, pero algunas estaban en muy mal estado. Otras estaban decentemente bien, con caminitos pegados a las casas. Tenías que elegir entre no patinar en el hielo o que no cayera algo sobre tu cabeza. Pero lo que más me impactó fueron las calles que todavía estaban cubiertas de nieve porque dan una idea de cómo fue la nevada regalada por Filomena. Me costó llegar.
lunes, 12 de octubre de 2020
Covid-19, Diario de un encierro (18): La semana da asco
Lunes 5 de octubre de 2020
Primer día laboral del confinamiento. Que si cierre por aquí, que si cierre por allá. Y yo me pregunto qué cierre si todos los bares están abiertos como si fuéramos un país de borrachos.
Tuve que limpiar una mierda que la Pestes dejó tirada, pero no me corté en dejarla en evidencia. Tampoco a la tercera persona implicada. Se ve que no estoy empezando la semana de buen humor, porque si el lunes no me corto, veremos cómo será el viernes.
Por la tarde salí a clase de inglés desde casa. Llevaba en el móvil la matrícula escaneada, que es donde aparecen los días y las horas a las que voy. Al llegar a la estación vi que un coche de la policía nacional hacía la ronda. Se dirigían hacia mí lentamente. Yo muy segura, erguida, mirada al frente. El copiloto me echó un ojo y pasaron de largo. Son como perros que huelen el miedo y yo de miedo, poco. Llevaba mis papeles conmigo, ¿qué podía pasar? Aunque lo más probable es que vieran mi carpeta y sacaran conclusiones. En cualquier caso, fue lo más emocionante que me ha pasado en semanas y ni siquiera me cachearon.