Lunes 16 de marzo de
2020
El estado de alarma empezó ayer domingo, pero es hoy lunes
cuando todo parece diferente porque lo es. No salgo a trabajar, no voy a
ninguna de las clases de inglés, todas mis relaciones son virtuales, el
silencio reina en la urbanización, hoy ya no han pasado ni el chatarrero ni el
afilador.
La clase de inglés del trabajo ha sido un poco rara, como si
no nos conociéramos de nada. Una de nuestras compañeras nos dijo que
probablemente tiene el covid-19, no le hicieron las pruebas porque tenía
síntomas leves (en Madrid los casos leves no se analizan y se tratan todos como
si fuera el covid-19 desde hace días), pero los médicos le dijeron que tenía
todas las papeletas. Coincidí con ella por última vez el cuatro de marzo, en
dos días se cumplirá mi plazo de dos semanas. De momento mi temperatura es tan
baja que parezco un ser de ultratumba.