lunes, 2 de julio de 2018

El insólito instrumento para ligar

Manos saliendo de una caja de cartón
348/365 - 9/21/2011, de Gabriela Pinto
Esta vez toca una historia superficial, estoy demasiado cansada de todo el curso, del trabajo del último mes, harta de la rutina, para pensar en algo serio. Va de unas cajas plegadas que nos acompañaban tras la puerta desde que terminé la segunda parte de la mudanza de oficina en septiembre. No molestaban mucho salvo por estética. Teniendo en cuenta que entre Sandra y yo tenemos unas seis cajas abiertas, llenas de cosas, porque no tenemos estanterías, las cajas plegadas tras la puerta realmente no molestaban nada ni eran lo más feo de la meeting room, aunque la Pestes, al principio, se quejaba bastante de ellas. Las señalaba con el dedo cada vez que alguien venía de visita por aquí y la gente se giraba preguntando ¿qué cajas? Y al fin las veían, después de recorrer toda la estancia con la mirada y de que la Pestes insistiera e insistiera con su dedo agresivo y punzante.

En octubre se las ofrecimos a una compañera que tenía obras en casa. Increíblemente, si hubiéramos llamado a mantenimiento para que las recogiera, no se habrían usado para otro cambio sino que irían directamente al contenedor de basura. Ni siquiera al reciclaje. Al final no se las llevó, así que estuvieron meses y meses tras la puerta. Nadie les hacía caso, no solo es que estuvieran camufladas sino que todas nos acostumbramos a ellas y ya ni las percibíamos. De hecho, ninguna de las tres ha comentado nada así que probablemente mis compañeras o no se han dado cuenta de que faltan, o las veían como algo tan insignificante que ni siquiera merece la pena mencionar. Y ellas lo comentan todo.
                                         
Se han esfumado justo ahora que parece que nos vamos de esta sala y podríamos necesitarlas. Solo quedó de su presencia un post-it gigante con dos nombres: Dorotea Hyde y Sandra. No sé si Sara Pestes las sufrió en silencio y al fin tomó la decisión de avisar para que las tiraran, si alguien las necesitaba y las señoras de la limpieza se las dieron o simplemente tomaron la decisión unilateral de tirarlas aunque, en teoría, eran mías y de Sandra. Esa nota lo atestiguaba.

La cosa es que yo tenía un plan oculto para esas cajas. Ay, qué difícil es la confesión. Sabía que en algún momento tendríamos que deshacernos de ellas, así que pensaba en que tuvieran una utilidad como despedida. Iba a esperar a que el Guardián de la puerta tuviera turno en este edificio y preguntarle a él, haciéndome la tonta y hablando con voz de Lolita, qué podía hacer con esas cajas tan pesadas. Eran la excusa perfecta para entablar conversación con ese tío, si es que hasta tenía el guion aprendido para no tartamudear demasiado. Pensaba en esas cajas como la solución a mis problemas de flirteo. En vez de tomarme un par de copas para desinhibirme o tomar unas pastillas contra la timidez, esas cajas me convertirían en una nueva persona abierta, coqueta y tan atractiva que los destellos que emanarían de mis ojos llegarían al otro lado de la calle. Habría sido la bomba que funcionaran.

Ya sé que es completamente loco asignarle a unas cajas la función de instrumento para ligar, convertirlas en algo mágico, pero hay quien cree en amuletos, herraduras, patas de conejos o tréboles, así que yo creí firmemente que esas cajas me facilitarían echar un polvo. Al menos su desaparición ha sido la excusa perfecta para escribir sobre mis delirios, que ya lo echaba de menos así que, finalmente, han sido útiles aunque me haya quedado sin comprobar mi teoría y su último destino haya sido la basura.

8 comentarios:

  1. Dorotea!! lo que dan unas simples cajas! Y tu manera de contar historias me encanta y de describir situaciones...
    Por lo de ligar...yo no sé si ligaría con nadie del trabajo. Depende. Aunque como ya me conozco y a veces tengo poco cerebro o paso de todo, quizás. Pero dale Dorotea! ya tienes una excusa para hablar! te lo encuentras...-Qué tal! cómo te va? te tocó a tí el rollazo de bajar unas cajas repesadas que habían en mi oficina! pensé en tí...y pobre! ya te imaginé con todo el trabajo...
    A lo que él contestará con cara de pato y ojos de qué dice esta loca!!!!????
    -Nada! tonterías mías, la próxima vez te invito a un café y te lo cuento mejor...(ahora pondría el icono de watts con los ojos para arriba o la señora encogiéndose de hombros) Yo es que me enrollo como una persiana y para ligar no hace falta nada. Cuatro tonterías...luego claro está...que te hagan caso o que lo pillen...Bueno, no sé...No me hagas caso que la liamos. Jejejeje!
    Te mando un besazo! no quiero leer mi comentario de nuevo que estoy por borrarlo...Muaaaaaa!

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    1. No sé si debería decir esto para no quitar la magia que pueda tener el relato, pero no sé si en el mundo real ligaría con este tío. :) Pero me ha encantado tu comentario, enróllate todo lo que quieras. Y no se te ocurra borrar comentarios nunca jajaja.

      Lo bueno de esta empresa es que es lo suficientemente grande para que te pueda atraer alguien con quien no coincides en el día a día, quizás alguien que te has encontrado por casualidad pero que no vas a ver nunca y la relación no va a interferir. Aunque... también hay algunas parejas que trabajan en el mismo departamento, eso ya me echa un poco para atrás.
      un beso enorme.

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  2. Diga lo que diga Dorotea o la que mueve los hilos que eres tú, lo de ligar con alguien poniendo como excusa unas cajas va más allá del mero talismán. Es una estrategia limpia que no tiene penalización. No te compromete y te permite sopesar los gestos de la otra persona, entrar en contacto con ella de
    una manera lógica, mostrarle tu propia simpatía si lo consigues.
    Maman se sorprende con razón de que dos cajas te den para tanto. Pero es que esas dos cajas te han hecho darle vueltas a muchos otros asuntos. Y si el cerebro de Dorotea revolotea tan a menudo sobre la figura del Guardian, pues tenía que pasar. Finalmente pienso que si fuera director de cine me gustaría filmar un guión solo con esas dos cajas para llevarlo a festivales de cine de autor. Dos cajas y todo lo que puede suceder a su alrededor por su causa o por causas ajenas a las cajas pero igualmente relacionadas. Sería un relato con mucho humor. Besos

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    1. Creo que más allá de que sean un amuleto o una excusa legítima, ya no están y no tengo excusa para entablar conversación. Aunque, como le decía a Maman, no sé si intentaría un acercamiento en la vida real por mucho que me encante traer el tema al blog. :)

      Sobre tu idea de filmar algo con ellas... es que en realidad esas cajas dan mucho juego, sobre todo a raíz de su desaparición. :D

      Un beso enorme.

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  3. No puedo analizar lo que escribiste. Mi cabeza no esta para eso.
    Te siento feliz
    contenta en balance
    con vos
    tu mente
    y tu cuerpo
    Abrazos mil

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    1. Ah, es que hay momentos y momentos. No siempre la mente está preparada para todo, aún así gracias por pasarte. :) Creo no estoy mal, no tan bien con mi cuerpo como con mi mente, pero estoy trabajando en ello.
      Un abrazo enorme.

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  4. Seguimos escribiendo no paremos sintiendo el verano dentro nuestro

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    1. No, no paremos! Aunque el verano no es mi mejor época, intento escribir aunque sea un par de líneas para no perder ¿facultades? :D
      Un abrazo enorme.

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