viernes, 22 de marzo de 2019

Qué majo es Nino


Hombre joven recostado
Así lo ven. (El: Pedro, de Guillermo A. Passache)
Hace unos meses empezó a trabajar en la empresa Nino, un chico muy majete que imparte talleres y seminarios. Joven, recién titulado y con unos resultados muy buenos entre los que vienen a los cursos. El chaval es un tanto peculiar, sin embargo, no soy la más indicada para hablar. Vista desde fuera, debo de ser similar a él, de hecho, muchas de las cosas que Sara Pestes nos cuenta como rarezas, las veo perfectamente normales. Por ejemplo, cuando vino al proceso de selección, prefirió un hotel cerca del Retiro en vez de alojarse cerca de la sede de la empresa, para poder ir a pasear allí en sus ratos libres, tomar el aire, leer y desconectar, en vez de... no sé cuál podría ser la alternativa. ¿Ir de copas? ¿Ir a uno de los bares de alterne de esta zona? 

martes, 19 de marzo de 2019

Nuestra amiga

La Rotten ha vuelto a la carga. Esto es cíclico. Y como de vez en cuando no le cojo las llamadas, sobre todo cuando me llama cerca de la hora de salir, en una de estas ocasiones, me envió un email:


De: Ascensión
Para: Dorotea Hyde
Fecha: 13/03/2019 17:45h.
Asunto: Cuando puedas me llamas

Una amiga nuestra se quiere ir de la empresa.

Un abrazo

Ascensión.

viernes, 8 de marzo de 2019

Lo que me inspira la música (11): Sabes que te quiero



La gente entra y sale de la facultad. Voces, risas, el chasquido de varios mecheros que se encienden y el humo de unos cuantos cigarrillos. Ellos, sin embargo, permanecen aislados de todo en una burbuja de aire. Solo ellos dos. Se sonríen emocionados. Ignoran a sus compañeros de equipo, que los felicitan por la presentación.

El sol del mediodía da de lleno. No se dan cuenta de que sus mejillas empiezan a encenderse y las cabezas comienzan a picar. Podría hacerse de noche, granizar, caer un meteorito y seguirían sin enterarse. Ella le coge la mano. Él se acerca hasta que sus cuerpos se rozan y, sin perder la sonrisa radiante, se besan. Corto, dulce y suave. Él le rodea la cintura y ella le copia el gesto, pero poniendo sus manos sobre sus nalgas. Esta vez se sumergen en un beso profundo, húmedo y largo.

—Vamos a mi casa.

Ella baja la mirada y niega con la cabeza.

—Ahora tengo que irme. Quizás mañana. Pero sabes que te quiero.

Él asiente triste y se aleja tras recoger su mochila del suelo. Baja las escaleras del metro y se interna en la oscuridad del alma.

Ella, todavía en el sol, coge su teléfono y manda un mensaje: “Llego en quince minutos. No te enfades, sabes que te quiero”. Y avanza por el sol hacia su próximo destino.

viernes, 1 de marzo de 2019

El dichoso RGPD

La aprobación y entrada en vigor del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) trajo mucho revuelo a la empresa, no solo porque los empleados tuvimos que tomar nuevas medidas a la hora de manejar y conservar datos, sino también a la hora de autorizar, o no, el uso de nuestro propios datos por parte de la empresa. Supongo que en todas partes han tenido inconvenientes parecidos.

Con esta entrada en vigor, hemos tenido que firmar un anexo a nuestro contrato con nuevas autorizaciones o restricciones y yo, que estoy bastante preocupada por el tema, no di permiso para el uso de mi fotografía. Cuando firmé mi primer contrato no podía negarme. O aceptaba o no entraba. Quizás si no hubiera sido tan novata se lo podría haber planteado a mi jefa, pero bueno, son cosas que pasan. Sin embargo, con el cambio de ley y visto que podíamos elegir, elegí. ¿Qué podía pasar? ¿Qué me despidieran? 

viernes, 15 de febrero de 2019

Portazo va, portazo viene

Please don't slam door
The doorbells are blurry; I figure thats ok, de David Goehring
La mini ofi está a rebosar de tensiones. En cierto modo Sergio lo presagiaba en los comentarios de mi entrada anterior al preguntarme si Sara Pestes es vengativa. No creo que lo sea, pero sí quiere doblegarme, que le bese los pies y baile al son de sus gritos y sus portazos. Quizás soy demasiado cortada para enfrentarme a ella y decirle “PARA DE UNA PUTA VEZ DE MALTRATAR LA PUERTA”, pero no voy a cargar con marrones suyos, dentro o fuera de mi horario laboral. Desde que le dije hasta mañana cuando ella quería la respuesta en el momento, ha intentado una y otra vez, casi a diario, que me espatarre, que reconozca su grandeza. Me he rebelado llamándole cochina con sutileza (creo que no pilla la ironía) y abriendo la ventana para ventilar cada día, aunque a ella le molesta, o simplemente diciéndole que no.

lunes, 4 de febrero de 2019

Diario de Jekyll (3): Los berrinches de la Pestes

Miércoles 23 de enero de 2019

9:50h

Entra la Pestes quejándose de que dar clases le absorbe mucho tiempo. Ni hola, directa al grano. El idilio le ha durado poco. No la escucho, sus cosas personales me importan menos que cero. Sandra aguanta estoica. No sé qué puede sacar de esto, pero ahí está como una roca. BLA BLA BLA BLA. Un tema más para añadir a la lista de quejas.

11:30h

Me voy al descanso. Antes comía algo en mi mesa, ahora intento salir siempre porque desconectar de la oficina, de la gente, es vital para continuar. Aunque ahora está “tranquila”. La Pestes se ha largado hace ya un buen rato. En unos días tiene una visita guiada con sus estudiantes y ha ido a la galería a hacer esa visita para prepararla. Nuestra jefa no sabe nada, de hecho, invitó a Sandra y finalmente acordaron que mejor no. Sandra tendría que pedir permiso y se descubriría el pastel. Con la conflictiva fuera, se respira de otra manera.

jueves, 24 de enero de 2019

Adictas a las llamadas


Dulces navideños
Süße Weihnachtsdekoration mit Keksen,
El día de año viejo vi una llamada perdida de una de mis primas segundas, personaje que me cae bastante mal pero con la que tengo un compromiso adquirido no sé cómo ni cuándo: nos llamamos por nuestro cumpleaños y nuestro santo. Yo, que no soy católica (y ella tampoco), felicitando un santo y recibiendo felicitación por ello. Cumplimos y santeamos con solo una semana de diferencia en dos meses distintos, así que dos veces al año tengo sobredosis suya por ese contacto no deseado que no sé cómo evitar, ya que mis dos días son antes que los suyos y la tengo puntual sin siquiera darme opción a nada.

El día de año viejo es un día bastante ocupado para mí. Me toca preparar la cena en casa más el postre del día de año nuevo así que ando de un lado para otro sin parar y, a no ser que lo use para consultar la receta, el móvil se queda en la habitación. Y ahí estaba su perdida, cuando lo consulté un momento para saber un ingrediente. No pude evitar ponerme de mal humor. Por un lado estaba llamando a destiempo porque en el dos mil dieciocho no nos felicitamos el santo (por fín, jolín). Por otro, ¿qué porras me quiere decir? ¿Feliz año? Pues que me escriba, que le sale más barato.

martes, 15 de enero de 2019

Estilos diferentes

Texto artístico en un cuaderno: Work hard in silence. Let your success be your noise. Frank Ocean
Work hard and let your success be our noise. - 
Frank Ocean, de Paul Muller
Desde hace una temporada Sara Pestes está más insoportable que nunca. Está hasta el moño, se siente infravalorada, tiene un nivel de estrés altísimo y, para rematar, va a impartir un curso, con lo cual, más estrés porque no tiene nada que ver con su trabajo, pero le chupa horas de su jornada laboral. No, espera. El remate de esto es que está y se siente sola, aunque presuma de lo contrario, y no echa un polvo que la destense desde… uf. Así que hace terapia en la mini ofi.

Sandra la lleva mejor que yo, la escucha siempre que se queja porque así recibe una avalancha de noticias, que en realidad son cotilleos y, aunque no la deja trabajar, es la excusa ideal para quedarse más tiempo después de su hora y no aguantar a su familia.  Otra que está sola y presume de lo contrario, así que en cuanto puede también hace terapia aquí.

miércoles, 5 de diciembre de 2018

El marrano


A red panic key
The panic key, de Phil Romans
Llamada de la Rotten.

De nuevo aparece el inicio de entrada más recurrente en mi blog. No puedo evitar sentir pánico cada vez que veo su nombre en la pantalla. Aun así, levanté el auricular, hola, porque está menos intensa, hola, en un susurro misterioso. ¿Eh? ¿Y ahora qué le pasa? El caso es que tanto secretismo me enganchó como en una película.


¡Por fin! Por fin va a cortar conmigo. Ay, no. No era eso. Era sobre alguien de aquí. Yo escamada, preocupada. Bajó aún más el volumen ¿Te viene bien a las dos? Necesito tu ayuda para ayudarle. ¿Mi ayuda? A pesar de ser mi hora de la comida le dije que viniera. En los días que tengo inglés como mientras trabajo para recuperar algo del tiempo. Mejor así que a las seis.

viernes, 16 de noviembre de 2018

El desplante

Hace unas semanas Sandra empezó a darme la brasa como siempre. Tontería por aquí, tontería por allá, parecer muda y sorda habría sido lo mejor. Pero al final, una también necesita socializar y saltando de tema en tema acabamos hablando de Gorka.

Volcán en erupción
Hawaii-8742, de Milquetoast
Coincidimos con él algún tiempo. Trabajaba en el departamento de Tecnologías de la Información, un tío encantador, competente, siempre dispuesto a ayudar, algo tan escaso que todas recurríamos a él. Hace unos años se fue a vivir a Hawaii ya que su mujer era de allí y quería volver a casa. Un paraíso, una maravilla, le decíamos todas en la despedida. Una tierra alucinante incluso cuando los volcanes entran en erupción. A Sandra le hablé del Kilauea y de lo que me había acordado de Gorka en verano viendo las noticias de la erupción, porque no hace falta que una catástrofe te afecte directamente, basta con que conozcas a alguien que pueda estar en peligro para que la sientas más.