viernes, 13 de octubre de 2023

Categorías

Hay personas de diferentes categorías, aunque nos digan que todos somos iguales. A gran escala, no le hacemos caso a todas las guerras por igual, ni a todos los refugiados, ni a todos los hambrientos, ni siquiera a todos los niños.

En una escala más pequeña y cercana, como la plantilla de una empresa, tampoco tienen todos los mismos derechos y sobre todo, los mismos privilegios. Hay a quienes les regalan el cheque gourmet mientras a otros les descuentan el importe de la nómina. A algunos les permiten viajar en clase vip mientras el resto viaja en clase turista. A una pequeña parte le pagan el kilometraje o el billete en tren cuando van a trabajar a otra ciudad, mientras que la mayoría se tiene que pagar el trayecto por su cuenta. Y está el grupo al que le pagan un máster de varios miles de euros y las que se tienen que conformar con talleres de autoayuda porque así aprenderán a valorar su propio trabajo… y a sí mismas.

No tengo una venda en los ojos, pero reconozco que intento no pensar en esto demasiado porque si no, no me levantaría para ir a trabajar. Pero no todos los días nos despertamos de la misma manera, con el mismo ánimo, ni con las mismas fuerzas. De pronto la maldita realidad está ahí, dándote de hostias, abriendo un abismo a tus pies que no podrás cruzar jamás porque el puente no está abierto para ti. ¿Qué queda, entonces? Llorar de la impotencia y quizás escribir. Aunque todavía no ha llegado el momento para más, al menos para lo segundo.

viernes, 29 de septiembre de 2023

Lo que me inspira la música (13): Tanteando el terreno

 


Coincide con ella en la estación desde hace dos años. Después de unos cuantos días sus miradas, por encima de la mascarilla, parecían decir aquí estamos otro día. Ella nunca respondió a esas miradas, no le interesa hacer amigos en un andén. Las mascarillas desaparecieron y él siguió insistiendo, poniendo ojitos, a veces de perro lastimero, otras de cordero degollado, pero siempre queriendo lanzar un mensaje, ella no siempre sabía cuál. Ella siguió ignorándolo y, si en algún momento se cruzaban, su cara seria, casi malhumorada, lo decía todo: no me interesa, get off my back.

miércoles, 20 de septiembre de 2023

Obsesión a la tinta

Malditos bolígrafos, de Dorotea Hyde
Creo que hasta ahora no he escrito sobre bolígrafos. Los he mencionado de pasada, pero nunca les había dedicado un texto. Y es que los bolis, aunque casi obligados en cualquier oficina, son un objeto un tanto anodino, no suelen llamar la atención y, al menos a mí, hace años que no se me descarga uno, al contrario, tienden a secarse. Pero cojo otro y andando. No es algo que me preocupe. En cambio a María… ay, María y sus pu**s bolígrafos.

Todo empezó hace dos meses, cuando los de mantenimiento aparecieron para desmantelar un par de despachos. Entraron sin decir nada, vaciaron armarios y cajones, dejaron su contenido de cualquier manera en una de las zonas comunes y se llevaron los muebles viejos. Antes de tirar nada, la señora de la limpieza preguntó si queríamos rescatar algo. El asunto es que ese día sólo yo estaba para rescatar. En la sala de control no hay demasiado espacio, así que cogí poco, casi todo tonterías, tanto de valor como de tamaño:

viernes, 28 de julio de 2023

La despedida (8): Parece que ahora sí: ADIÓS

En el título está el spoiler. Aunque no creo que sea la última vez que sepamos de la jefa saliente, así que en vez de adiós (que es lo que deseamos todas), un hasta luego describiría mejor la situación real.

Llamó a Mike y le dijo que iba a pasarse un día por la empresa para repartir unos regalos entre los jefes de grupo porque el cheque regalo que les dio no era suficiente. Quienes habéis seguido este culebrón probablemente estaréis pensando que traerles un regalo siete meses (casi ocho) después de su marcha no viene a cuento. Es lo que pensamos todas. La teoría de algunas (entre las que me incluyo) es que tiene que seguir dejando su meada de perro. Y como no hay un motivo, se lo inventa, como cuando llamó a Sandra hace unos días para que la informara de ciertos cursos de formación para las manzanas el próximo año académico. Palabras textuales: “porque quiero dejarlo cerrado”, aunque ella ya no tiene nada que cerrar. Control más allá del final, su huella debe seguir estando en lo que no ha gestionado ni ha metido baza, con la ayuda de Sandra, cómo no.

viernes, 14 de julio de 2023

No pasó nada

THE dress, de dollyhaul
Hace un par de semanas comenzó a circular el rumor de que Carmina, la jefa, quería organizar una cena de fin de curso, pero no una copa y unos pinchos para nosotros como hacía Diana, sino un evento en toda regla con el departamento de investigación.

Íbamos hablando entre nosotras sobre el tema, por parejas. La Rotten me comentaba a algo. Luego yo le comentaba algo a Mike. Luego hablaban la Rotten y él por otro lado mientras Sandra me preguntaba algo a mí. Y a continuación Mike cuchicheaba con Pablo y el ciclo volvía a empezar.

Una de las cosas que nos molestaba más era que fuera una cena. La Rotten dijo que no iba a ir de manera rotunda, que ella tenía el pie mal y ni hablar del peluquín. Yo también dije que no. Ese día, fuera el que fuera, tenía sesión de fisio. Sandra dijo que no podía, pero que a eso había que ir sí o sí. A Mike no le importaba siempre que pudiera sentarse con Pablo para estar los dos a su bola y Pablo tenía que ir obligado porque le habían mandado organizarlo.

lunes, 3 de julio de 2023

La despedida (7): El reguero de estiércol

Radioactive Minifig, de mob mob
Seis meses después del fin de su vida laboral y aquí sigo escribiendo sobre Diana, esa tipeja que no se larga, que sigue trabajando a las once de la noche e influyendo (o al menos intentándolo) en las vidas de personas a las que se resiste a dejar atrás. Esto es lo que ha pasado desde la sexta entrega de su adiós.

- Ordenador estropeado. A mediados de junio se le estropeó el ordenador. De pronto no se podía conectar a algunas aplicaciones y servicios corporativos. Tenía que haberlo entregado el treinta y uno de mayo y, para mí, fue un toque de atención que le dieron. Por supuesto no se dio por aludida y tuvo el morro de acudir a una de las delegaciones a que se lo arreglaran. Es obvio que el técnico no se lo iba a reclamar, probablemente ni siquiera estaba enterado del asunto, así que le activó los servicios de nuevo y ahí sigue, trabajando a medianoche y dando el coñazo.

 

- Las carpetas. Si de algo sirve que todavía tenga activo su perfil y el ordenador en su poder es que al fin le está explicando a Sandra cómo están organizadas las carpetas compartidas. Se ha hecho de rogar. Eso no es una duda que surja tiempo después, es algo que debería haber quedado listo en diciembre, pero es una artista en racionar las explicaciones claras para seguir siendo necesaria.

 

- La jubilación de la Rotten. El año pasado por estas fechas la Rotten tuvo una conversación privada con Diana en la que le dijo que iba a seguir trabajando un tiempo después de su momento “oficial” de jubilación (en marzo de 2023). Diana fue un poco falsa porque le preguntó si eso era posible y le dijo que esa información le venía muy bien a ella porque quería quedarse también un poco más. Dos meses después nos enteramos de su jubilación y de que a esas alturas ya estaba planeando todo para marcharse. No tenía que decir nada, pero no decir nada significa callarse la verdad… y las mentiras.

Aquí tengo que hacer un parón en la historia. Se acercan momentos delicados para el departamento porque Violeta está a punto de cogerse la baja por maternidad y Marisol Marinube va a jubilarse en septiembre. Nos quedamos bajo mínimos, con gente novata a la que formar en un principio de curso que suele ser el peor momento del año para mis compañeras.

El caso es que Diana le está diciendo a todo el que la quiere escuchar que la Rotten se jubila este verano. Una de esas personas fue Carmina, la jefa entrante, que montó en cólera porque no sabía nada de una baja más justo cuando van a faltar dos personas. No creo que la Rotten tenga obligación de avisar antes de lo que le marca la ley. Avisar en una situación como ésta sería cortés, sí, pero ni le debe nada a la empresa ni tiene por qué saber cuándo va a jubilarse. A veces se hacen los cálculos de la pensión día a día y cuando por fin dan, te vas. Pero es que además es una mentira. Tengo que decir que quizás Diana confundió la situación de la Rotten con la de Marisol Marinube, aunque lo dudo. Primero, la conversación del año pasado. Segundo porque sabe que Marisol se jubila. Tercero porque no pierde detalle de estas cosas. Me parece más otro movimiento en la campaña de acoso laboral que la Rotten sufre, curiosamente, desde que tuvo esa conversación con ella. Precisamente por esa fatal coincidencia, esa campaña da para una entrada que no sé si llegaré a escribir.

 

- El cheque regalo de despedida. Aquí también hay antecedentes. A finales del año pasado, nos concedieron un bono extra a algunos miembros del departamento. Sandra se quedó sin él. Unas semanas después, cuando Diana se despidió y pensamos que era para siempre, nos fue llamando una a una a su oficina y nos dio un cheque regalo para unos grandes almacenes. A todas menos a Sandra. La Rotten y yo supusimos siempre que a ella no le había tocado porque yo no la vi salir de la Sala de control y tampoco vino Diana a verla, pero no teníamos pruebas de su mezquindad con quien le dio su energía y una parte de su vida. Hasta hace unos días.

Sandra daba rienda suelta a su envidia mientras se desahogaba por su falta de dinero y de pronto ahí estaba, la confesión inocente, sin saber que hay algo más detrás. Me dijo que Diana se había portado muy mal con nosotras porque a los jefes de grupo, a pesar de que ganan una pasta, les dio un cheque regalo de esos fantásticos grandes almacenes y a nosotras nada. A nosotras nada.

Esta confirmación fue un mazazo. Que la trataran como basura dejándola sin bono de Navidad, me afectó muchísimo. Saber que Diana también la dejó sin tarjeta de regalo, fue el remate para una historia de esas que te quitan de raíz la esperanza en el género humano. Por mi parte, sólo se enterará si quiero vengarme de algo. No sé si protegerla de la verdad es lo correcto, pero es lo que ahora mismo me pide el cuerpo.

Se acercan las vacaciones y hay otros temas por ahí de los que hablar, así que de verdad espero que la próxima entrega de esta serie sea la despedida real de este ser infecto que va dejando tras de sí un reguero de estiércol radiactivo.

miércoles, 14 de junio de 2023

La despedida (6): La pregunta equivocada

Devoted Employee, de Patrick Dirden
La jefa saliente sigue aquí.

Esta es la oración con la que empecé la tercera entrada de La despedida. En la cuarta utilicé una variación un poco más larga, pero para qué complicarme si la situación es la misma: no se va. Sinceramente, ahora mismo la culpable de su presencia es Sandra, la Otra, la porculera. Lo peor es que después de meses resistiendo sus embates para que le consultara cosas, al fin caí en la trampa y me convertí en su cómplice.

Acabamos de empezar un proceso de acreditación. En esos procesos las tareas suelen estar muy divididas. Yo tengo las mías y no sé absolutamente nada de las de los demás. Carmina, la jefa entrante, no conoce las suyas porque la saliente se guardó para sí toda la información, aunque tampoco se ha ocupado de averiguar, ni de aprender, ni siquiera se molestó en abrir el documento con los requerimientos para saber de qué porras va el asunto. Lo que sí hizo fue ignorarme cuando le dije varias veces que esa era su parte porque hacerme caso no le convenía.

Cuando empecé a rellenar las tablas con la información que me pedían vi que había un dato que tendría que consultar. ¿Pero a quién? Es obvio que mi jefa debería estar al día de todo lo relativo al personal de nuestro departamento. La realidad es que no lo está. A pesar de eso, iba a preguntarle, a ver si se da por aludida de que se tiene que poner las pilas. Si acudimos a otras personas en busca de ayuda, si Sandra le sigue preguntando a Diana porque ella lo sabe todo, la nueva va a vivir muy cómoda pensando que su trabajo es sencillísimo, para qué va a hacer más. Pero entonces Sandra se metió por el medio y me convenció para preguntarle a Diana, porque de verdad Carmina no tiene ni idea.

viernes, 26 de mayo de 2023

La Otra cae en la trampa

Venus Fly Trap, de Peter Miller
Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, soltero/a es alguien “que no se ha casado”. Sin embargo, como ahora mucha gente convive sin pasar por el registro civil, es frecuente oír a alguien decir que fulanito o menganita están solteros refiriéndose a que no viven con nadie o no tienen una relación estable. Algunas de mis amigas lo utilizan para indicar que esa persona vuelve a estar libre.

Hace un tiempo supe que don Voz Sensual tenía pareja. En otras circunstancias lo dejaría ahí, pero por cómo va a seguir la historia necesito especificar que esa pareja es otro hombre. Él habló del tema de manera natural, si acaso lo que fue forzado fue decirme que no estaba libre para dejarme claro qué tipo de relación sería la nuestra. Estoy segura de que entre sus colegas de departamento ha salido del armario, también lo estoy de que en el resto de la empresa poca gente sabe algo de su vida privada.

No suelo ir por ahí diciendo las preferencias de nadie. A veces ni siquiera digo si alguien tiene pareja o no porque hay quien, como yo, prefiere mantener separado ese tema de lo laboral, al menos con la mayoría. Me lo cuentan porque les caigo simpática, porque saben que no lo divulgo (excepto aquí, claro) y porque por algún motivo se crea entre nosotros algo cercano a la confianza. Sé perfectamente por qué don Voz Sensual me lo dijo, al tiempo que estoy segura de que no menciona el tema delante de otras compañeras, por ejemplo Sandra, así como así.

viernes, 12 de mayo de 2023

Covid-19, Diario de un encierro (25): La emergencia llega a su fin

Virus sarscov-2. Illustration
Autores: Alissa Eckert, MSMI; Dan Higgins, MAMS

El 30 de enero de 2020 la OMS declaró que la situación provocada por la covid-19 era una emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII). Hace justo una semana, el 5 de mayo de 2023, la OMS declaró finalizada esa emergencia. Algo más de tres años después de que nuestras vidas se pusieran patas arriba, esto es poco más que un gesto simbólico pues la presencia del virus es mínima en todo el mundo, aunque todavía se considera pandemia.

Soy de ese grupo de personas a las que les han quedado secuelas tanto físicas como psicológicas, resultado de las restricciones. A veces no puedo evitar echar la vista atrás para ver lo que he cambiado y también lo que sigue igual, al tiempo no dejo de dar pasos adelante para superar mis problemas, en acercarme un poco más a la persona que era y que sé que no volveré a ser. Y eso que no he pasado la enfermedad.

viernes, 28 de abril de 2023

Yo controlo

Papel triturado
Contraption HMM, de Harry McGregor

Yo controlo (o lo dejo cuando quiera) es la típica frase de yonqui cuando alguien dice que tiene un problema de adicción. Titulé así la entrada porque iba a ir de La Rotten y de una faena que nos hizo porque siempre dice que controla muy bien el estrés, aunque sea mentira y ande todo el día desquiciada y desquiciando a los demás. Y si tiene un poco de trabajo más de lo normal insiste aun más en que ella controla, que lo controla todo, aunque esté pendiente del email fuera de horario o no pegue ojo en toda la noche.

Si hablamos de gente que controla todos los detalles y a los demás, pero de verdad, la verdadera reina es Diana, la jefa saliente. Adicta al trabajo, a la perfección, a mandar. El problema, ya lo sabéis si habéis leído entradas anteriores, es que tampoco controlaba su situación para nada porque en cuanto no podía controlar algo o a alguien, se desquiciaba. También en volverse loca era la reina. Nos monitorizaba, enviaba emails a horas inapropiadas pidiendo tareas absurdas, hacía seguimiento en todas las fases de nuestro trabajo, desde qué emails escribíamos, a quién y cuándo, en qué carpetas guardábamos los archivos o el tiempo que manteníamos esa documentación. Aun ahora, en su supuesta jubilación, cuando contacta con nosotras, lo hace con segundas intenciones. La primera es pedirnos (mandarnos) la tarea, la segunda es saber si estamos ahí.