miércoles, 14 de junio de 2023

La despedida (6): La pregunta equivocada

Devoted Employee, de Patrick Dirden
La jefa saliente sigue aquí.

Esta es la oración con la que empecé la tercera entrada de La despedida. En la cuarta utilicé una variación un poco más larga, pero para qué complicarme si la situación es la misma: no se va. Sinceramente, ahora mismo la culpable de su presencia es Sandra, la Otra, la porculera. Lo peor es que después de meses resistiendo sus embates para que le consultara cosas, al fin caí en la trampa y me convertí en su cómplice.

Acabamos de empezar un proceso de acreditación. En esos procesos las tareas suelen estar muy divididas. Yo tengo las mías y no sé absolutamente nada de las de los demás. Carmina, la jefa entrante, no conoce las suyas porque la saliente se guardó para sí toda la información, aunque tampoco se ha ocupado de averiguar, ni de aprender, ni siquiera se molestó en abrir el documento con los requerimientos para saber de qué porras va el asunto. Lo que sí hizo fue ignorarme cuando le dije varias veces que esa era su parte porque hacerme caso no le convenía.

Cuando empecé a rellenar las tablas con la información que me pedían vi que había un dato que tendría que consultar. ¿Pero a quién? Es obvio que mi jefa debería estar al día de todo lo relativo al personal de nuestro departamento. La realidad es que no lo está. A pesar de eso, iba a preguntarle, a ver si se da por aludida de que se tiene que poner las pilas. Si acudimos a otras personas en busca de ayuda, si Sandra le sigue preguntando a Diana porque ella lo sabe todo, la nueva va a vivir muy cómoda pensando que su trabajo es sencillísimo, para qué va a hacer más. Pero entonces Sandra se metió por el medio y me convenció para preguntarle a Diana, porque de verdad Carmina no tiene ni idea.

viernes, 26 de mayo de 2023

La Otra cae en la trampa

Venus Fly Trap, de Peter Miller
Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, soltero/a es alguien “que no se ha casado”. Sin embargo, como ahora mucha gente convive sin pasar por el registro civil, es frecuente oír a alguien decir que fulanito o menganita están solteros refiriéndose a que no viven con nadie o no tienen una relación estable. Algunas de mis amigas lo utilizan para indicar que esa persona vuelve a estar libre.

Hace un tiempo supe que don Voz Sensual tenía pareja. En otras circunstancias lo dejaría ahí, pero por cómo va a seguir la historia necesito especificar que esa pareja es otro hombre. Él habló del tema de manera natural, si acaso lo que fue forzado fue decirme que no estaba libre para dejarme claro qué tipo de relación sería la nuestra. Estoy segura de que entre sus colegas de departamento ha salido del armario, también lo estoy de que en el resto de la empresa poca gente sabe algo de su vida privada.

No suelo ir por ahí diciendo las preferencias de nadie. A veces ni siquiera digo si alguien tiene pareja o no porque hay quien, como yo, prefiere mantener separado ese tema de lo laboral, al menos con la mayoría. Me lo cuentan porque les caigo simpática, porque saben que no lo divulgo (excepto aquí, claro) y porque por algún motivo se crea entre nosotros algo cercano a la confianza. Sé perfectamente por qué don Voz Sensual me lo dijo, al tiempo que estoy segura de que no menciona el tema delante de otras compañeras, por ejemplo Sandra, así como así.

viernes, 12 de mayo de 2023

Covid-19, Diario de un encierro (25): La emergencia llega a su fin

Virus sarscov-2. Illustration
Autores: Alissa Eckert, MSMI; Dan Higgins, MAMS

El 30 de enero de 2020 la OMS declaró que la situación provocada por la covid-19 era una emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII). Hace justo una semana, el 5 de mayo de 2023, la OMS declaró finalizada esa emergencia. Algo más de tres años después de que nuestras vidas se pusieran patas arriba, esto es poco más que un gesto simbólico pues la presencia del virus es mínima en todo el mundo, aunque todavía se considera pandemia.

Soy de ese grupo de personas a las que les han quedado secuelas tanto físicas como psicológicas, resultado de las restricciones. A veces no puedo evitar echar la vista atrás para ver lo que he cambiado y también lo que sigue igual, al tiempo no dejo de dar pasos adelante para superar mis problemas, en acercarme un poco más a la persona que era y que sé que no volveré a ser. Y eso que no he pasado la enfermedad.

viernes, 28 de abril de 2023

Yo controlo

Papel triturado
Contraption HMM, de Harry McGregor

Yo controlo (o lo dejo cuando quiera) es la típica frase de yonqui cuando alguien dice que tiene un problema de adicción. Titulé así la entrada porque iba a ir de La Rotten y de una faena que nos hizo porque siempre dice que controla muy bien el estrés, aunque sea mentira y ande todo el día desquiciada y desquiciando a los demás. Y si tiene un poco de trabajo más de lo normal insiste aun más en que ella controla, que lo controla todo, aunque esté pendiente del email fuera de horario o no pegue ojo en toda la noche.

Si hablamos de gente que controla todos los detalles y a los demás, pero de verdad, la verdadera reina es Diana, la jefa saliente. Adicta al trabajo, a la perfección, a mandar. El problema, ya lo sabéis si habéis leído entradas anteriores, es que tampoco controlaba su situación para nada porque en cuanto no podía controlar algo o a alguien, se desquiciaba. También en volverse loca era la reina. Nos monitorizaba, enviaba emails a horas inapropiadas pidiendo tareas absurdas, hacía seguimiento en todas las fases de nuestro trabajo, desde qué emails escribíamos, a quién y cuándo, en qué carpetas guardábamos los archivos o el tiempo que manteníamos esa documentación. Aun ahora, en su supuesta jubilación, cuando contacta con nosotras, lo hace con segundas intenciones. La primera es pedirnos (mandarnos) la tarea, la segunda es saber si estamos ahí.

viernes, 24 de marzo de 2023

La despedida (5): Trabajamos en Manderley

Going, Going, Almost Gone... (meg_nicol)
No sé si hace falta que explique quién es Rebecca de Winter, pero por si acaso, allá voy, solo las líneas justas para que mi referencia en el título se entienda. La protagonista de la historia, una mujer joven e inocente, se casa con un viudo, el marido de la difunta Rebecca. Cuando llega a la casa, Manderley, se encuentra con la presencia fantasmal y permanente de la primera señora De Winter que la asfixia durante toda la película (no he leído el libro, así que desconozco las diferencias que pueda haber respecto a esa situación).

En la oficina tenemos a nuestra propia Rebecca, aunque como es una persona viva no necesita ayuda para ejercer el acoso. Mantuvo un perfil bajo durante el último mes y medio, pero la jefa saliente ha vuelto por los fueros. No está, pero su presencia, como la de Rebecca, lo invade todo. Sigue gestionando a escondidas, en secreto y en silencio. Apenas contacta con nosotras, pero sí contacta con otras que luego nos lo chivan, siempre por casualidad. Claramente está en plan manipulador y quiere seguir influyendo en su antiguo entorno sin estar.

martes, 14 de marzo de 2023

El spoofing pasó el filtro

Foto con licencia Pixabay

Hace unos meses comenzaron a llegarme emails spoofing a la cuenta del trabajo. La novedad esta vez era que la remitente era una vieja amiga con la que hace años que no tengo contacto. Su apellido escrito con símbolos raros porque contiene esa letra peculiar del castellano llamada eñe traía problemas.

Aunque el nombre del remite se repite, la dirección de correo nunca es la misma. A veces el ID está formado por un nombre que podría ser real, otras veces se trata de una serie de letras y números. En el dominio me encuentro de todo, desde gmail a una universidad brasileña. Al principio era la única destinataria, en los últimos hay varios remitentes en copia. Son nombres normales, de hecho, si los busco en Google poniendo el nombre de mi ciudad, sale gente real, probablemente contactos de mi amiga, igual que yo.

viernes, 3 de marzo de 2023

Las obras interminables

Scaffold, de Matthew Buchanan

Llevamos algo más de un año con obras en el edificio y como me ha tocado cambiarme de sitio me da la impresión de que las he aguantado todas.

Cuando estaba en la cuarta planta empezó la obra radical del quinto. Abajo tabiques, fuera baños, adiós suelos… Hola taladros, radiales y martillos. Unos seis meses. Seguían con ella cuando me mudé a la Sala de Control. Y lo hice por otra obra. Esta la aguanté menos porque estaba en los bajos fondos del edificio, pero sufrí las consecuencias del cierre de esas dos plantas. No había cocina donde fregar, ni microondas donde calentar, ni impresora.

Después de eso tuvimos un par de meses bastante tranquilos, aunque con obras menores en algunas plantas, como cambios de puertas y de aire acondicionado. Sin embargo, llegó el año nuevo y todo se intensificó otra vez. Primero con una obra en la primera planta, justo sobre nosotras. Luego con el lavado de cara del edificio.

viernes, 3 de febrero de 2023

La despedida (4): La reunión

Si esta entrada se titula la despedida y se subtitula la reunión es porque Diana, la jefa saliente, aún sigue aquí.

La situación se ha torcido aun más desde la última entrada que escribí sobre ella. En aquel momento solo molestaba a Sandra, ahora también incordia a Mike y a Violeta. De hecho, ha empezado a organizar con ella un evento para septiembre. WTF! Sí, eso.

Pasaba el tiempo y a alguien de fuera podría parecerle que me libraba de sus garras. Yo sabía que no, las tiene extensibles al estilo de Elastic Girl. Y me atrapó. Me escribió para convocarme a una reunión de un día para otro. Me preguntó la hora de mi clase de inglés para parecer amable (nunca le han importado mis clases), pero la puso justo antes de manera que si se alargaba un poco llegaría tarde o no podría ir, de hecho, llegué tarde. Pero ya no soy yo, a la que nunca ha tenido en cuenta, sino las otras dos personas a las que convocó. Siempre dice que no podemos molestar a las manzanas, pero ella no les tiene ningún respeto porque no se convoca a nadie a una reunión de este tipo sin dar opción a escoger fecha. No sé por qué lo menciono si no es novedad.

Ella iba a usar esta reunión con dos propósitos. El primero, enseñarle a Carmina, la jefa entrante, el funcionamiento de esas reuniones, la información que se da y lo que se pide, también los emails que se mandan al terminar. El segundo, dejarlo todo organizado a su manera. De enseñar nada, por supuesto, como si quisiera que su sustituta la cague por no tener ni idea de cómo hacer las cosas para ella quedar bien. 

Antes de entrar tenía que haber hecho con la nueva lo que yo hice con ella: decirle qué datos proporcionar, explicar el proceso, no hacer promesas, ni dar información que no esté en la presentación y, por supuesto, no inventar nada. Siempre inventa, pero lo de esta última reunión fue especial, debió de querer despedirse a lo grande. Lo malo es que normalmente cuando inventa, de alguna manera hace falsas promesas porque la gente cree que va a sacar más beneficios de los que realmente va a obtener. Y luego me veo en la delicada posición de corregirla cuando empiezo a trabajar con la gente. Ayer me dieron ganas de abandonar. Si no puse la excusa de la mala conexión fue por la jefa nueva.

Se suponía que después de ese encuentro, íbamos a quedarnos ella y yo con Carmina para mostrarle lo que le tenía que haber enseñado antes, también la lista de gente que está involucrada en proyectos abiertos y cómo podemos organizarnos. No hubo tal reunión. Quisiera decir que ojalá lo hubieran hecho, aunque fuera sin mí, para que haya quedado ya finiquitado. Me gustaría enseñarle yo misma cómo funciona todo, cómo me organizado, cómo es mi día a día. Y probablemente tenga que hacerlo, pero también es probable que esta señora nos vuelva a convocar en vez de quedarse en su casa a plantar margaritas. Sinceramente: pobre jardín.

miércoles, 25 de enero de 2023

El (audio)libro

Spare Barnes & Noble, de Phillip Pessar

Hace unos días salió a la venta el libro biográfico del príncipe Enrique de Inglaterra. Todo lo que rodea a este libro es polémico. Desde que Harry pidió su salida de la familia real (creo que fue esto lo que sucedió, pero para más fiabilidad, mejor acudid a otras fuentes), haciendo ruido y despotricando, cada paso que dio salió a la palestra: que si las denuncias de racismo, que si la entrevista con Oprah, que si el puesto asignado en el funeral de la reina Isabel… Salió pataleando, pero queriendo quedarse con los privilegios. Y con los privilegios a lo grande que tiene su familia, todo lo demás se hace a lo grande también, ya sean discusiones o airear los trapos sucios en público.

No me va mucho estar pendiente de cotilleos y prensa rosa, ni siquiera de la gente que me gusta por su trabajo. Pero hay ciertas noticias que llegan sin buscarlas y sin quererlas, están en todas partes: en las noticias serias, en redes sociales, en la boca de las personas a mi alrededor. Este tema de Harry y Megan está hasta en la sopa desde que se anunció su compromiso, pero además, desde que estoy en la sala de control, tengo una fuente que me informa aunque no quiera, aunque le ponga cara de asco, aunque la deje colgada con la palabra en la boca: Sandra. ¡Cómo no!

miércoles, 11 de enero de 2023

La despedida (3): el adiós que no llega

Señoras, señores:

La jefa saliente sigue aquí.

Queen Victoria wearing headset
wr nt lol, de Danny Ayers

No es que esté disponible por si tenemos alguna pregunta que hacerle, para atar cabos sueltos o para dar apoyo moral. No. Está conectada activamente en horario de oficina gestionando de manera independiente a espaldas de la jefa nueva, tomando decisiones que ya no son suyas, ocultando información y monopolizando a Sandra. Suponemos, aunque no sabemos con certeza, que lo hace con el beneplácito del superjefe, que si para mí ya estaba caído del pedestal, ahora está hundiéndose en el subsuelo por permitirle que siga amargándonos la vida.

El día antes de irnos de vacaciones me llamó para que subiera a su despacho prestado. Me dio una tarjeta regalo para unos grandes almacenes españoles de cierto renombre. La verdad es que siempre fue generosa. Que yo sepa, también les dio una a la Rotten, a Mike y a Pablo. Me pareció raro que Sandra no me comentara nada al respecto. Como no la vi salir en ningún momento de nuestra sala de control, preferí ser discreta y no mencionarle nada. Ya está bastante mosqueada porque no le han dado la gratificación de fin de año que nos han dado a los demás en el equipo como para que le diga que esta mujer, con lo que la exprime, la ha dejado sin regalo de despedida. Por mi parte, no sé qué haré con ese dinero. Sabéis que no sería la primera vez que tiro un regalo suyo, pero es que es pasta, así que algo me compraré… o algo le compraré a alguien.